Leandro N. Alem trabaja en el Oeste

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Actualizado: abril 28, 2016

Leandro N. Alem comenzó el campeonato de Primera con dos derrotas, pero ambas lejos de dejar un halo de preocupación, potenció a un grupo convencido que al final, jugando así, van a ser mayores las satisfacciones. Ambas caídas fueron por escaso margen (1 punto ante GEI y 2 contra Los Indios). Si bien la bronca por estar tan cerca fluyó, el entrenador Carlos Bruschi está tranquilo y confiado que con trabajo y el ensamble de los jugadores nuevos, la situación se revertirá.

«Armamos el equipo quince días antes de arrancar el torneo, y por eso esta semana de receso aprovechamos a jugar algunos amistosos, en la búsqueda de engranar mejor el funcionamiento colectivo. Tenemos buen material, la zona que nos tocó es difícil, pero estamos bien competitivamente. Ante Gei enfrentamos a un rival que viene jugando juntos hace varias temporadas, y Los Indios siempre presenta planteles con buenos jugadores; nosotros no jugamos como debíamos ambos cotejos, pero es cuestión de tiempo: cuando arranque de nuevo el torneo cambiarán las cosas; a nosotros el parate nos benefició», dice Bruschi en el comienzo de la charla, remitiendo a los cotejos disputados hasta el momento.

Este Alem se renovó bastante en relación al del 2015. Martín Fazio, Eduardo Aguero y Sebastián López son quienes continúan de aquel quinteto titular; a ellos se suman Esteban Ledesma y Leo Fontana, y como refuerzos llegaron el ex San Miguel Nicolás Oscariz, Martín Revello, quien estuvo en 2014 y tras el paso por Casa de Padua retornó. Además, Luciano Candia, también con paso previo en el Lechero, como Javier Fernández, otro que volvió a la entidad de General Rodríguez.

Es la tercera temporada de Carlos en Alem, y al momento de hacer un balance de ello, lo ve «positivo. Comencé como técnico del plantel superior y en el segundo año me ofrecieron coordinar toda la actividad mas los juveniles. Crecimos mucho en cantidad de chicos y calidad de trabajo. Cuando llegué no habían materiales para desarrollar como quería los entrenamientos, no existía una subcomisión de básquet; una vez armada, arrancamos y de aquellos sesenta chicos hoy contamos con 130, además de haber sumado un preparador físico para las inferiores», cuenta entusiasmado ante el evidente progreso de la institución.

Bruschi continúa como entrenador de Primera y Juveniles; el cuerpo técnico se completa con Martín Revello en U15 y U17, Diego Aguero en Premini, Mini y U13. A ellos se le suma Rodrigo Fontana como Preparador Físico en Infantiles, Cadetes y Juveniles.

«La idea este año es seguir creciendo en cantidad de chicos, y en cuanto a la Primera, tenemos ganas de poder pelear arriba con los favoritos del grupo. Se armó un equipo para eso y estamos con esas expectativas. No arrancamos como queríamos, pero nos queda Los Indios en General Rodríguez y con GEI hubo muy poquita diferencia, por lo que confiamos en recuperar los puntos dejados en casa».

Al preguntarle acerca del crecimiento en la base piramidal con respecto a la cantidad de chicos, siendo Alem un club afincado en una ciudad alejada del último cordón del conurbano, afirma:

«En la Escuela Municipal, donde había estudiantes que practicaban básquet sin tener una competencia federativa, venían al club una o dos veces a entrenar e invitamos a quienes les interesaba participar de algo distinto; este año arrancamos en los colegios de la zona, repartiendo volantes, hablando con los profesores. La pirámide debe estar reforzada abajo, y aspiramos en poco tiempo, en algunos años, lograr el cometido de poseer planteles superiores integrados por chicos forjados en la institución».

Al final de la charla, toma un tiempo para evaluar el andar de las formativas en el Nivel 1 del Oeste.

«Nosotros estamos en un proceso de reforzar la cantidad de chicos, tratamos de incluirlos, que la mayoría acuda a los partidos. El Nivel 1 está dividido en tres: los que luchan por acceder al TOP 20, quienes estarán en un pelotón intermedio, donde creo vamos a estar nosotros, y otros que les cuesta estar a la altura. Entiendo que en algún partido pueda existir una diferencia grande, pero en otros las distancias son enormes, y puede terminar siendo frustante para los chicos. Pero es lo que debe jugarse y después llegará el momento de la evaluación. En el caso de Alem, tratamos de no perder el eje, no salirnos de la planificación previa, apuntar al trabajo específico de cada categoría. A veces se complica, porque los padres quieren ver ganar a sus hijos, pero intentamos laburar a largo plazo y que un juvenil sepa todos los fundamentos y los maneje. Eso lleva tiempo, el que deba llevar, por sobre las ansiedades externas. Y contamos con el aval del club para hacerlo».