La Selección Argentina en Ramos Mejía

Como parte de la preparación final antes de embarcarse hacia Venezuela para disputar el Sudamericano y luego, tras una serie preparatoria en Europa, el gran objetivo de conseguir una plaza a los Juegos Olímpicos de Río en el repechaje de Francia, la Selección Argentina Femenina disputó un amistoso ante los juveniles de Estudiantil Porteño.

El partido se jugó en cancha de Porteño ante un buen marco de espectadores, la mayoría con la idea de ver a las representantes nacionales, quienes mostraron no solo talento sino además, notable resistencia física, corriendo y jugando dutante los cuarenta minutos a la par de unos juveniles que le plantearon un encuentro exigente, justamente lo pretendido por Cristian Santander, entrenador jefe de las Gigantes.

Melisa Gretter desplegando su inmensa calidad al momento de trasladar y asistir, Agostina Burani, con un enorme progreso en el último año, siendo determinante ante varones de igual o mayor talla en la pintura, Stephany Thomas con la mano caliente desde la línea de tres, Ornella Santana peleando como siempre en la zona pintada, la plasticidad de Victoria Llorente, fueron algunos de los condimentos que los presentes pudieron disfrutar. El combinado argentino supo jugarle de igual a igual a un equipo que tras caer en el debut del TOP 20 frente a Ferro Carril Oeste, venció en los demás compromisos afrontados hasta el momento. Un rival exigente, y las chicas dejaron en claro que no irán como partenaire al Preolímpico de Francia, que comienza los primeros días de junio.

El resultado indicó triunfo para el local 72-65, cerrado con un soberbio triple de Andrea Boquete, pero eso fue secundario. Lo importante estaba en presenciar un cotejo formal, con árbitros oficiales, y ambos conjuntos jugando al máximo de sus capacidades. El final fue a aplauso cerrado para los protagonistas; los juveniles de Porteño regalándole a las jugadoras una ofrenda floral y un banderín de la entidad. La foto juntos, y el enorme deseo de éxitos al Seleccionado.

Junto a las mencionadas, integraron el plantel Nadia Flores, Sandra Pavón, Celia Fiorotto, Diana Cabrera, y Zulema García León.

«Buscamos jugar contra varones porque nos dan otro roce», expresó Cristian Santander una vez culminado el encuentro a Prensa FeBAMBA. «Estamos con algunas jugadores que recién se sumaron del exterior, y de a poco insertarlas. Siempre es bueno jugar, creo que ofensivamente nos vamos encontrando; nos falta trabajar lo defensivo, hoy hemos recibido muchos puntos. Pero recuperando sensaciones de lo que fue el año pasado, y juntar ahora a casi todas».

Al hacer referencia sobre el nivel físico mostrado por las chicas, el entrenador sostiene:

«Hay una mejora en nuestro estado físico; en general, mediante nutricionista y un plan seguido todo el año, han dado un salto de calidad en ese aspecto. Hoy día, todo lo referido al tema físico es muy importante para trasladarlo a lo técnico y táctico. Es un avance, una batalla ganada que debemos afirmarla día a día».

Cuando se le pregunta sobre si el que se presentó en el Oeste es el equipo que nos representará en Venezuela y Francia, Santander explica:

«Falta Macarena Rosset, quien llegó recién de Italia y le dimos unos días para que pueda visitar a su familia de Junín; se suma este jueves y Gisela Vega, quien regresó hace poco de España y hoy no fue de la partida. La estamos cuidando para que pueda jugar en breve».

El sábado enfrentan a Chile y el martes 17 emprenden el viaje a Venezuela con la mira de meterse entre los primeros cuatro, porque esos lugares otorgan el pasaporte al Pre-Mundial del 2017. Hay un objetivo a cumplir; como somos argentinos queremos ir siempre por lo más alto que podamos llegar. Lo que si creo es algo atípico poder estar jugando un torneo e inconscientemente tener la cabeza en el próximo, a solo diez días. Por eso, será difícil focalizarnos en el Sudamericano ciento por ciento, teniendo algo importante. Ojalá podamos abstraernos de ese momento y realizar el mejor certamen que podamos».

«Ese momento», señala Cristian, refiere al Repechaje, y las benditas plazas a Río de Janeiro. Una instancia donde jamás una Selección Femenina de Básquet pudo decir presente.

¿Se puede soñar con ese pasaporte?, es la pregunta final al entrenador.

«Hace mucho tiempo venimos soñando, y no queremos dejar de soñar con eso», fue la respuesta.