Vill-amor por Colegiales y el básquet

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Actualizado: julio 1, 2016

El amor por la camiseta y por la familia pueden ir de la mano, como en el caso de los hermanos Villamor, Lucas y Mariano, quienes lucen con orgullo en el rectángulo de juego a la camiseta de Colegiales.

De hecho, la actualidad del Tricolor difícilmente pueda ser mejor, ya que pelean la punta y vienen de superar como visitante a Argentinos Juniors (69-58) para hacer pie entre los puestos de más arriba de la Conferencia Centro.

Lucas define la situación como un algo «muy lindo» porque vienen desde chicos jugando juntos y llegar a la Primera «es emocionante» sobre todo defendiendo los «colores de siempre».

Por su lado, Mariano, coincide en varias acepciones pero detalló: «Saber que siempre me apoya, que es un guerrero y ahí nos llevamos muy bien».

-¿Qué es lo mejor de compartir la cancha?

-Lucas: Para mí pasa porque nos conocemos de memoria y sabemos qué hacer en determinados momentos, aún sin mirarnos a los ojos, sepamos cuándo darnos un pase o buscarnos.

-Mariano: Sin dudas es el inicio del partido, el abrazo y el aliento en la previa, como en el final. «Dale, hermano, vamos a dejar todo» y después se gana o se pierde.

-¿Cómo se tratan ahí?

-M: Nos tratamos de maravilla siempre, a pesar de que llevamos miles de años juntos, más allá de alguna puteada normal del encuentro, como con algún otro compañero (risas).

-L: Es verdad, el trato es buenísimo aunque la puteada nunca falta o una cagada a pedo, que no pase nunca a una falta de respeto.

 

-El equipo está funcionando de gran manera en el Grupo 1, ¿para qué están?

-M: Gracias a Dios estamos muy bien, se formó un plantel importante y volví hace un mes y medio aunque ellos me integraron de gran manera. Sinceramente cuando me acoplé pensé que nos iba a complicar un poco más.

-Se ilusionan con ser campeones…

-L: Para mí falta mucho para poner la mente ahí, antes tenemos que trabajar mucho para mejorar e ir de a poco.

-M: Siempre uno sueña como deportista de coronarse como el mejor, sin embargo estamos demasiado pendientes del «partido a partido» porque hay que enfocarse en el corto plazo, que nos viene dando grandes frutos.

-¿Cuál es la mayor fortaleza?

-L: Que somos un plantel sumamente joven, con mucho hambre y que da todo en la cancha.

-M: No tengo dudas que pasa por la unidad del plantel, todos son excelentes pibes y cada uno contribuye desde su rol tirando para adelante. Acá todos estamos en el mismo barco.

-Ustedes llegaron desde Minibásquet hasta Primera, ¿qué consejo le darías?

-M: Me gusta mucho verlos jugar a los chicos, a quienes veo evolucionar, y mi palabra es siempre que den la vida por el básquet, que le pongan empeño y que nunca dejen de entrenarse. El deporte te saca de la calle, te da un grupo de amigos y te mete en un club.

-L: Coincido y agrego deben prestarles mucha atención a sus entrenadores porque son los que formarán su futuro.