Anécdotas históricas del Encuentro del Mini

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Actualizado: julio 22, 2016

Octubre es un mes particular para el básquetbol desde septiembre 1974, cuando se inició en la Federación de Básquet Área Metropolitana de Buenos Aires (FeBAMBA) el Encuentro de Minibásquetbol, nunca volvió a ser lo mismo. Y sin dudas, a lo largo del tiempo se sumaron un sin fin de anécdotas, entre tantos clubes pertenecientes a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Gran Buenos Aires y todos los invitados que participaron desde el resto del país.

Tan exitoso comenzó a ser el desenlace que vinieron diferentes instituciones de Uruguay, Paraguay, Chile, Brasil y hasta de Puerto Rico. Y de nuestro país llegaron a venir desde Usuahia, como Escuela Municipal.

Lógicamente pasaron diferentes figuras, tanto del deporte como de los medios, los casos más conocidos son los de Julio Lamas, Nicolás Laprovittola, Javier Maretto, Leonardo Montero, Matías Martin, Luis Scola y el resto de la generación dorada.

La primera edición, que contó con 700 chicos y chicas, de nueve provincias diferentes, se llevó a cabo en el estadio ‘Héctor Etchart’ perteneciente a Ferro Carril Oeste, como sucedió otras tantas veces.

Apenas cinco años después, ya con el evento asentado firmemente en el corazón de todos los amantes de la naranja, en un desarrollo que se hizo en el ‘Monumental’ aparecieron por primera vez los muñecos que acompañaron a los jóvenes. Posteriormente, ellos se convirtieron y mutaron a las actuales mascotas que se pueden observar durante el desfile.

Por ejemplo, nacieron Rosco y Lola, de la asociación de jugadores, como integrantes necesarios del show central junto con Power Team, que se suman a los símbolos de cada club dándole color y alegría al desfile

Obviamente, Boca Juniors también brindó sus instalaciones para varios Encuentros, como sucedió en 1975 luego de la suspensión de la temporada anterior por la lluvia, debido que en esa época algunos estadios aún no contaban con la infraestructura demandada en la actualidad.

Pasó el tiempo, muchos pibes y pibas, y la fiesta del básquetbol cumplió 18 años en 1991, con una invitada especial en el escenario: La Negra Mercedes Sosa. Aquella vez, se constituyó una cadena de chicos y chicas, con un representante de cada provincia, picando y pasándose la pelota como símbolo de unión y amistad al ritmo de ‘Canción Con todos’.

El último jugador debía embocar la pelota en un aro anexado a un obelisco (por muchos años símbolo del encuentro) y al encestar se prendió una llama recreando los valores olímpicos.

Desde hace tres ocasiones el Encuentro lleva el nombre del profesor Jorge Gutiérrez, fallecido hace un tiempo atrás, y dedicado eternamente a la labor con los pequeños.