Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
La semana pasada, el Club Morón envió una delegación de Minibásquet a la provincia de Misiones, como parte de la visita a quien llegará la semana próxima para participar del Encuentro que tendrá su fiesta central en la cancha de Platense.
Viajaron un total de 29 chicos acompañados por once padres, a la ciudad de Puerto Esperanza, enclavada a 40 kilómetros de las Cataratas del Iguazú; allí los recibió el club Altos Paraná, donde trabaja desde este año Gastón Juliani, con pasado como entrenador en Ramos Mejía e Italiano de José C. Paz, entre otros.
«El contacto lo realizamos a través de gastón, con quien mantengo una amistad; él se fue a Misiones para comenzar una nueva experiencia ligada al básquet. Salimos de nuestras instalaciones el jueves 22 a las 19 horas, y regresamos el lunes 26 por la tarde. Allí tuvimos la posibilidad de jugar bastante, visitar las Cataratas, y eso fue muy bueno porque de los 29 chicos, 23 no las conocían, por lo que resultó una experiencia enriquecedora, como todas las que dejan los miniencuentros», expresa Fernando Lamela Lago, responsable del área en la entidad del oeste.
Fernando cuenta entusiasmado que esta es la tercera vez donde puede visitar una de las maravillas de la naturaleza, y remite a la primera, cuando justamente visitó Posadas siendo un mini. «Ahora volví como profe, y la verdad, me encantó ver las caritas de los chicos, su asombro ante el paisaje y el disfrute ante tanta belleza. estaban felices, contentos; nos tocó un día con mucho calor y el recorrido allí no solo es largo sino difícil porque no tenés muchos reparos, y verlos caminar por ese lugar con las camisetas de Morón. Fue algo realmente muy lindo».
Nacido en Ramos Mejía, hincha de All Boys por herencia paterna, comenzó como jugador con edad de premini en Huracán de San Justo, donde permaneció hasta infantiles, cuando emigró a Vélez Sársfield. En el Fortín permaneció varios años, debutó en primera y se dio el gusto con los colores velezanos de jugar Liga Nacional. Su recorrido como jugador también le vio vestir las camisetas de Banco Nación, APV, Ciudad de Bs As, Claridad, Gevp y Club Morón, donde no solo permaneció hasta principios de este año, sino que desde hace una década maneja el minibásquet.
Este año se fue a jugar a Centro Español, pero en el partido debut sufrió una grave lesión que lo marginó de las canchas por el resto de la temporada. Como jugada del destino, al poco tiempo el entrenador de la institución de Haedo partió a España para dirigir allí, y entonces le surgió la chance de hacerse cargo no solo del plantel, sino además de todo el básquet femenino.
«Con el técnico (Damián Sosa) tengo una relación de amistad, y por eso vine a Español a jugar; además, para ser sincero, también me queda cerca de casa y eso ayudó. Jugamos el primer partido y a los veinte minutos me rompo los ligamentos cruzados de la rodilla, los meniscos y unas cápsulas. Fue una lesión grave, me operé hace cuatro meses y aún sigo con los trabajos de rehabilitación. A Damián le surge ir a dirigir un equipo de Murcia, y de común acuerdo los dirigentes con él, me proponen que siga con ese proyecto, que incluía las dos primeras y la coordinación del femenino», sostiene Fernando Lamela Lago.
Y afirma que «el desafío me pareció muy lindo porque es un club tranquilo para trabajar y desarrollar una idea. Además fue una chance de poder seguir arraigado al básquet en un año difícil en lo personal por mi lesión, porque fue bastante importante y eso a veces en la cabeza de un jugador te bajonea bastante. Dirigir primera división es otra cosa y aprender del femenino, que es un mundo distinto; la verdad que en cuanto a la dirección técnica se me dio todo, porque además desde hace dos meses estoy con los U13 del oeste, que el domingo jugará los selectivos en San Andrés con las otras conferencias».
La charla vira entonces hacia su rol de entrenador, y se le pide un análisis de ambas.
«La verdad, las dos están bien, peleando; el masculino arrancó con dificultades, perdiendo más de lo que se ganó y eso nos llevó a la Copa de Plata, donde pudimos enfrentar rivales más cercanos a nosotros y por eso pudimos obtener algunos triunfos. Pero desde hace tres semanas sufrimos varias lesiones, algunas de gravedad y eso nos dejó un plantel muy corto, bastante diezmados. De todos modos, estamos encaminados y le hacemos frente a los rivales. En cuanto al femenino, tenemos un gran equipo, realizó una muy buena primera parte de campeonato, ingresó a la segunda instancia, la actual, donde buscamos ingresar en algún playoff. La primera femenina tiene un plantel mas completo, juegan realmente bien las chicas y en su competencia son dominantes».
Instalado ya a pleno en Centro Español, la pregunta es acerca de cómo ve los proyectos a futuro.
«En principio, es un club lindo para trabajar, tranquilo, sin presiones; los dirigentes solo piden un comportamiento decente de sus equipos, que la institución se vea bien reflejada, lejos de los resultados. Obviamente si se gana mejor, pero son plenamente conscientes de lo que cada uno puede dar y lo que aquí se puede armar; lo único que piden es trabajo, por eso me gusta esta experiencia. Tengo las ideas divididas, porque por un lado me estoy recuperando bastante rápido de la lesión, como esperaba; quiero seguir jugando porque me gusta y siento que puedo hacerlo todavía , más allá de mis 40 años. En este nivel puedo continuar unos años más, pero por otro lado, me gusta esto de entrenar un plantel de primera. A fin de año llegaré a hablar con los dirigentes y ver que se puede acordar; nos sentaremos y allí decidiré los pasos a seguir. Pero luego de tantos años, creo merecer despedirme dentro de un rectángulo como jugador».
Fernando Lamel Lago. Mientras se recupera de la lesión que lo sacó de las canchas en este 2016, continúa su labor de docencia deportiva en Club Morón con los más chicos, y a su vez, recolectando experiencia con su doble rol de entrenador en las Primeras de Centro Español.