Una vuelta de página en Bernal

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Actualizado: octubre 19, 2016

El Club Atlético Bernal, un club humilde de la zona sudeste del gran Buenos Aires busca refundarse, barajar y dar de nuevo en la actividad basquetbolística y para ello tomó la decisión de  contratar a un entrenador experimentado en el ambiente capitalino, como Germán Schmidt, quien se hizo cargo de las dos primeras divisiones, tanto la masculina como la femenina, a partir del inicio de esta temporada.

En un mano a mano con FeBAMBA, Schmidt nos cuenta sobre su llegada a Bernal, sus últimos pasos por Independiente y Lanús y también se ilusiona con un este nueva etapa en su carrera con un trabajo de fondo, apuntando íntegramente al progreso del básquet de Bernal.

-¿Cómo se dio tu llegada a Bernal, luego de tu paso por Independiente en el masculino y Lanús en el femenino?

– Mi llegada se dio de forma natural, el año pasado se pusieron en contacto conmigo cuando estaba en Independiente, más que nada para saber sobre mi situación a futuro ahí. Adrián De Zan, dirigente del club, fue la persona que se ocupó de mi llegada y luego de mi desvinculación con Independiente, charlamos y rápidamente se armó el vínculo para que hoy este trabajando en Bernal.

-¿Cómo tomaste en lo personal, sin desmerecer a nadie, pasar de dirigir un equipo profesional como el de Independiente en el Prefederal 2015, a un club totalmente amateur y de barrio como Bernal? ¿Te modifica algo en tu forma de trabajo o la idiosincrasia es la misma  en el día a día?

– Sin ninguna duda que el cambio es grande, imagínate que además de Independiente en el femenino estaba en Lanús, dos instituciones que exigen mucho en cuanto a resultados. Desde las exigencias lo de Bernal también es distinto, acá no cuento con jugadores pagos y básicamente pasa por reeducar una forma de trabajo, que se apoye en la constancia, conducta deportiva, cosas que llevan mucho tiempo. Desde ya que no es fácil lograr eso, haciendo hincapié en que la evolución es mucho más lenta que cuando se trabaja con profesionales, pero en definitiva mi forma de trabajar no la cambió, sigo manteniendo mis ideales de laburo, buscando que los chicos de Bernal mejoren tanto en el femenino como en el masculino.

-¿Tenes pensado continuar en el club y llevar adelante este proyecto que pinta para ser a largo plazo?

– En principio comenzamos por este año, la idea es analizar como se plantean las cosas y ver cómo va el funcionamiento. En el femenino rápidamente pudimos tener un ascenso con las inferiores, con la primera costó muchísimo porque había pocas jugadoras y nos reordenamos con veteranas del club que nos dieron una mano, para luego empezar a mezclar con chicas de inferiores a las cuales consideró que pueden tener minutos en primera división.

En el masculino la situación es similar, mi intención es quedarme, ya estoy hablando con jugadores para reforzar el año que viene la primera, es muy probable que se organice un campus con entrenadores profesionales y amigos también, como para brindarle otras experiencias a los jugadores y jugadoras del club. Normalmente no soy de estar un solo año en un club, me gusta quedarme y ver el progreso de lo que se viene trabajando.

– En lo que respecta al básquet masculino, ¿Con que panorama te encontraste cuando llegaste a principios de año?

– En cuanto a la primera, estaba todo muy desarmado, no así las inferiores que están bastante bien y de hecho están con chances de dar un paso y ascender un nivel, además de darme la posibilidad de nutrir el equipo superior con dos o tres jugadores de las formativas.

Hice mucho hincapié en la disciplina deportiva, comencé con un plantel muy grande, tuve que dejar jugadores afuera y después con el correr del año se fue desvirtuando el equipo por deserciones. En total dejaron cinco jugadores, que a su vez tenían muchos minutos, así que no me quedó otra que arrancar de nuevo y recién ahora  están entendiendo los jugadores lo que quiero como grupo. Se hizo un filtro, poniendo sobre la mesa el compromiso para con el club y la camiseta, los que lo entendieron están todavía jugando, sabía que en cuanto a resultado mucho no se podía exigir, pero si no dejar trabajar y meterse de lleno en la necesidad de fortalecer el grupo.

– En la primera fase, con equipos muy fuertes, no pudieron ganar ningún juego, ¿Consideras que las derrotas incidieron en la motivación de los jugadores para seguir comprometidos con el equipo?

– En cuanto a los resultados se habló de antemano que se iba a  necesitar tiempo de trabajo, entendiendo que iba a ser un año complicado en ese aspecto. La motivación siempre estuvo y está, los cambios en el plantel por ida de los jugadores, ya sea por problemas familiares, de trabajo o simplemente porque no se adaptaban a lo que se les pedía, fue en contra de nuestras expectativas. Tuvimos que cambiar los objetivos con las modificaciones que se dieron en el grupo, aunque de fondo nuestra idea es siempre mejorar y lo que rescató, que no se cambió, ni se negoció, fue la actitud defensiva y eso es algo para destacar.

– Entonces, ¿Con la intención de empezar a hablar con jugadores para el año que viene y las ganas que le estas metiendo al equipo, hay Schmidt el año que viene en Bernal?

– Pienso que este año se trabajó mucho con el rearmado de los planteles y considero que con algunos retoques más se puede ver otro Bernal, ojalá pueda tener continuidad en el proyecto y palpar una mejora paulatina con el correr del tiempo.