Un histórico de Versailles

En la historia de los entrenadores de básquetbol de Ateneo Popular Versailles, Aldo Álvarez (57) ocupa un lugar de privilegio. Llegó al club en 1974 y trabajó durante 20 años con minibásquet, inferiores y provisoriamente con la Primera. Por temas laborales y personales se vio obligado a alejarse de la actividad por un largo tiempo, hasta que en 2013 volvió a la institución.

Su carrera está plenamente identificada con el club, el sentido de pertenencia es total. “Hoy disfruto a pleno que el destino me haya dado la posibilidad de regresar a mis dos pasiones: el básquet y Versailles”, dice.

Aldo recuerda a los entrenadores que lo marcaron en la profesión y, de alguna manera, agradece. “Tuve la suerte de aprender de profesionales como Fernando Iusternik y Jesús Lozano, además de compartir el trabajo con ´Chango´ Alonso y Daniel Piputto, todos ellos de una gran capacidad técnica y excelente calidad humana”, remarca.

Hoy, con toda su experiencia a cuestas, Álvarez disfruta de enseñarles a los más chiquitos y de acompañarlos en el camino del básquetbol. A eso se refiere el entrenador, además de hablar de las expectativas del club para esta temporada.

-¿Cómo es la vida del básquetbol de Versailles?
-El básquet del club depende totalmente del trabajo y de la colaboración que en esta nueva etapa realizan los padres, los jugadores, los entrenadores y del apoyo que nos brinda el club por medio de su presidente Oscar Maldonado, con fuertes raíces en la institucion.

-¿Qué expectativas y objetivos tienen para este año en general?
-Las expectativas son las mejores. En cuanto al Minibásquet, en objetivo de base tiene que ver con continuar con el crecimiento en cantidad y calidad de los protagonistas principales, que son los chicos.

-¿Cómo viene el armado de los equipos? ¿Se logró mantener las bases o hubo muchas modificaciones?
-En pulguitas, premini, mini y preinfantiles tenemos una importante cantidad de jugadores. En infantiles por suerte se mantiene la base, y al mismo tiempo todavía se están conformando los equipos de cadetes, juveniles y Primera, que ascendió al nivel 1 de la región centro. Estos tres equipos están a cargo de Fernando Amago, que arrancó este año su trabajo.

-¿Cómo es para vos trabajar con las categorías más chicas?
-El trabajo con ellos es sumamente reconfortante y me produce una enorme felicidad ver las ganas y el entusiasmo que tienen por aprender y jugar al básquet, ya que para ellos fundamentalmente es eso, un juego. Lo manejo con total responsabilidad, debido a que nuestra tarea no solo tiene que ver con formar jugadores, sino también seres humanos, lo más importante.

-¿Cuál es el mensaje que intentás transmitirle a los jóvenes?
-Yo intento transmitirles la pasión que siento por este hermoso deporte. Busco que todos se sientan importantes en el entrenamiento diario y a la hora de jugar, enseñándoles a formar parte de un equipo y a que disfruten intensamente de encontrarse con amigos reales en una cancha de básquet.

FUENTE: Emilio Hamilton para Prensa FEBAMBA