Ballester construye su Imperio

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Actualizado: febrero 17, 2015

Imperio Juniors estuvo a un solo partido de clasificar a los play offs en el pasado Prefederal. Con un plantel surgido de sus canteras, más los refuerzos de Gabriel Sapochnick, Marco Zoric y Lucas Bertlotti, fueron un rival incómodo al que, salvo Boca como local, nadie de los vencedores pudo doblegarlo por márgenes amplios.

Luego de culminar primeros en la conferencia centro junto a GEBA – quedando segundos por diferencia de gol -, los de La Paternal lograron el derecho de participar nuevamente del Prefederal, torneo al que asistirán, según las palabras del coordinador general y entrenador de la Primera Carlos Ballester, «para repetir la muy buena campaña anterior, donde estuvimos a un solo paso de los cruces eliminatorios, incluso mejorarla y sobre todo, que los chicos del club vuelvan a jugarlo con el fin de seguir forjándose».

Efectivamente, Ballester, un histórico entrenador de FeBAMBA, quien además se desempeña como presidente de la Asociación Buenos Aires de Técnicos y Entrenadores de Básquetbol (ABATEBA) Heriberto Schownies, llegó en 2013 a Imperio luego de nueve años en Náutico Hacoaj, con el objetivo de continuar la línea histórica de un club enfocado primordialmente en su rol formador. Además, cuando surgió el nuevo formato de clasificación al Torneo Federal, instalar al club como protagonista. Por tal motivo, trabaja con el propósito firme de escalar un peldaño más con sus muchachos cuando a partir del domingo 5 de abril comience una nueva edición.

«Sin entrar en el terreno de las excusas, algunas lesiones nos dejaron fuera del lugar deseado. Aún así, creemos haber cumplido las expectativas, porque la idea era instalar a Imperio en un sitial de privilegio, y lo conseguimos», señala Carlos, quien comenzó su carrera de entrenador allá por 1978 en Ciudad de Buenos Aires, club donde jugó, y estuvo por espacio de dos décadas. Entre sus inicios y este presente, tuvo pasos por Institución Sarmiento, Independiente de Avellaneda y Hacoaj. «Cuando hablo de repetir lo del año anterior, es ir objetivo por objetivo. El primer paso lo dimos clasificando a este torneo de modo directo; el próximo está en cumplir una fase regular lo suficientemente óptima que nos permita llegar a los play offs. Después veremos cómo se dan los juegos; la idea será desarrollar un buen básquet porque a partir de esa premisa tendremos mejores posibilidades de conseguir buenos resultados».

Cuando se le consulta sobre el significado de jugar buen básquet, el ex entrenador de los seleccionados FeBAMBA (donde consiguió los campeonatos juveniles en 1995 y 1998, además del Argentino con los Mayores en 1994), afirma: «Pasarse bien la pelota, jugar con espacios, defensas intensas, plasmar en la cancha lo planificado en la semana.  Obviamente cuando perdés algún partido prácticamente ganado te vas caliente, sino no sería humano, pero mi rol es reflexionar sobre lo acontecido y quedarte tranquilo porque fuiste protagonista del cotejo y no partenaire del contrincante. Y esa tranquilidad transmitirla a tus dirigidos en la semana posterior»

La base del plantel que tuvo un gran 2014 se recuesta en Bruno Buzzalino, Sebastián Borda, Pablo Catapano, Herman Schneider, Maximiliano Fontan y Matías Mitre, junto a la camada de baluartes surgidos de un semillero en estado de ebullición, donde en la actualidad, hay 80 niños en la escuelita, 150 federados en las formativas A y B, además de tres equipos disputando las competencias Flex.

» Jugamos el Prefederal porque nuestros chicos deben ver a su club disputar competencias de jerarquía, y desde nuestro lugar, brindarles un espacio donde no se sientan tentados a emigrar por el deseo de progresar. Sentimos el deber y la obligación de poner a la entidad con todas las herramientas que estén a nuestro alcance para que se queden»

Desde su enorme experiencia y conocimientos, se le pregunta si Imperio tiene las condiciones para afrontar el TFB en caso de acceder al mismo.

«Mirá, es una pregunta apuntada más hacia los dirigentes, pero considero que si una institución se anota en un torneo de estas características, es porque cuenta con todos los recursos y elementos. Desde lo estrictamente concerniente al plantel, si llegamos deberíamos añadir uno o dos jugadores al que presentaremos, luego sentarse con la dirigencia y analizar las pretensiones del caso».

La charla transcurre en el restaurante del club, administrado desde el 22 de diciembre por Aníbal Buzzalino y su cuñada. Justamente, quien fuera presidente por espacio de trece años, acompaña en la mesa, y tras consultarlo en su rol actual de vocal titular, afirma: «Nosotros siempre quisimos inculcar a los entrenadores que nos ha tocado contratar, formar un equipo, porque desde esa premisa es donde pueden lograrse objetivos. La llegada de Carlos nos produce un gran placer.  El 2014 fue muy lindo teniendo en cuenta la transición del  jugador en adaptarse a un nuevo conductor (tras seis años en la entidad de Carlos Bianchi); este es un proyecto interesante, que el club puede sostener y si le sumamos que tenemos buen material, consideramos al Prefederal con buenas perspectivas. Ojo, sabemos donde estamos parados, pero tenemos esperanzas de hacer un buen papel».

Se le pregunta las razones que llevaron contratar a Ballester, y el dirigente no duda en recalcar:  «Nos parece un entrenador formativo particularmente especial y con un talento para manejar grupos como lo vi en muy pocos».

Ballester y Buzzalino han forjado una relación de amistad desde hace muchos años, cuando ambos jugaban los campeonatos MUNI, y debieron enfrentarse en varias finales. Por si fuera poco, los dos integraron el plantel argentino que disputó el Sudamericano de 1974 en Brasil.

¿Con cuál resultado se considerará satisfecho?. «Quiero que mi equipo juegue bien, como me gusta; cuando lo entiende y gana, es un combo perfecto, pero si te toca perder, quedarte con la tranquilidad de haber trasladado al rectángulo todo lo planificado, y no alcanzó simplemente porque el rival fue mejor, o metió la última bola. Con respecto a tu pregunta, soy competitivo y ganador, por eso quiero ganar todo. Ir a las canchas a dejar lo máximo buscando el mejor resultado. Después se verá hasta donde llegan nuestras posibilidades. En lo estrictamente resultados, mejorando el papel del pasado torneo, quedaré satisfecho».

Tiene un buen concepto sobre el mismo: «Me gusta; permite a los clubes incorporar algún jugador que potencia lo que ya uno posee. El anterior fue un muy buen certamen, dinámico y competitivo, si bien como en toda competencia de arranque hay dos o tres equipos asomando como favoritos apostando todo para obtenerlo. River fue un caso emblemático, donde el resto éramos conscientes que partíamos un poco más atrás; pero eso no implica dejar de realizar un papel a la altura de las circunstancias. Si de entrada me dicen: debemos ascender, bueno, nos sentamos y planificamos un plantel con ese propósito único; pero la dirigencia me contrató para seguir formando pibes, y competir en los mejores niveles donde podamos. No me salgo de esa línea, ni me enceguezco si aparecen dos o tres conjuntos diseñados para llegar inmediatamente al Federal. Obviamente queremos ganarlo, todos jugamos a eso, pero desde la perspectiva de no comprometer a la institución».

Por esa razón, Carlos tiene en mente conformar un plantel con ocho fichas mayores que disputen las dos competencias simultáneas. Lo considera complicado, pero en eso está empeñado, convencido en lograrlo. «Vine a Imperio por tres factores. Primero, me manejo por los afectos y con Aníbal me une uno muy grande. En segundo lugar, es un club de barrio, y yo nací en un barrio (Villa Urquiza, a la vuelta de Pinocho); el tercero, en sus instalaciones respirás básquet. Haré lo posible para estar muchos años aquí, donde me esforzaré para que los pibes estén felices. Si de cien practicando, llegan veinte a primera, debo colaborar y trabajar en los restantes ochenta buscando que sean buenas personas y apliquen en la sociedad los valores inculcados en su club».

Esposo de Marcela, padre de Micaela, Sebastián y Francisco, atribuye a su familia la razón principal de no haber emigrado nunca a jugar o dirigir fuera del ámbito metropolitano. «Ellos son mi prioridad mayor, y si bien pude haberlos trasladado a lugares donde me ofrecieron dirigir, opté por priorizar mi trabajo (es profesor de educación física) y también, porque considero que en FeBAMBA hay clubes donde uno, si lo desea, puede desarrollar sus proyectos, en caso de tenerlo. Soy de Capital, me crié en este básquet, lo viví, lo mamé y lo disfruto”

Defensor a ultranza de esta actividad en el contexto local, no duda en catalogarla como la Federación más fuerte. «Tener más de diez mil chicos, con cientos de partidos semanales, te transforma sin lugar en la más importante. Siempre hay cosas por cambiar y mejorar, pero no es común en el resto del país que de marzo a diciembre, jugás todos los fines de semana. A partir de esa competencia  logra tener entrenadores muy buenos, bien formados. Su nivel es altísimo”.

Remarca a la dirigencia de Imperio como «excepcional, gente muy buena, de gran corazón, que hace lo imposible por tener al club en el mejor lugar, me hacen sentir bien, cómodo, soy uno más y eso lo valoro».

Carlos Ballester llegó a Imperio Juniors como coordinador general y entrenador de una Primera que en pocas semanas será uno de los dieciséis equipos que animarán un campeonato de alto nivel. Desde la experiencia pasada, emerge con ganas de tomarse revancha.

Por Luis Desimone – Prensa FEBAMBA