Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
Hace tres años atrás, Fabio Bonald, un hombre surgido de la casa, regresó a Padua para hacerse cargo de la coordinación del básquet, además de dirigir a la Primera. En aquellos momentos, cuando habló con Prensa, explicó en su llegada la búsqueda de un proyecto que reforzara desde las bases el espíritu de juego característico de los equipos de la entidad enclavada a pocas cuadras de la estación de tren en el ramal Sarmiento. Contó además, con respecto a las formativas, que la llegada al TOP 20 debía darse por una fortaleza en las divisiones, por efecto natural, como fruto del trabajo sostenido.
Dos años después, y con Julián Musi, otro hombre de pura cuna local, a cargo de las inferiores, Casa de Padua consiguió el objetivo, tras una gran temporada en el Nivel 1 de la Conferencia Oeste. Y en 2017, debutará en el certamen de elite de FeBAMBA, donde ya conoce a los rivales de la primera fase de su grupo.
Luego de unos amistosos disputados por los U17 y U19 ante AFALP en una jornada de muchísimo calor, Prensa charló con Musi, de cómo fue el año anterior, la antesala del TOP 20 y cómo trabajó Padua para conseguir el objetivo planteado en principio para un lustro.
«Siempre dijimos con Fabio que esto iba a llevar un proceso de 5 años, poder empezar a ver los resultados de lo trabajado en este tiempo; nunca nos desesperamos por el ascenso, sabíamos que si seguíamos la línea de trabajo se iba a dar solo. De a poco pudimos lograr una identidad de juego clara por sobretodo, y volver a tener esa mística de Padua de jugadores intensos que van a defender y correr en todas las categorías. Eso también es mérito de entrenadores anteriores y de los profesores del minibásquet, a uno se le hace más fácil si tiene que enfocarse a desarrollar aspectos técnicos y tácticos cuando los jugadores ya vienen con las técnicas individuales básicas ya adquiridas. Sumado a que los chicos se comprometieron a un proyecto de largo plazo y confiaron en esta manera de trabajar, ahora es un nuevo desafío jugar un nivel más competitivo, pero siempre con la misma idea: potenciando al máximo a nuestros jugadores sin dejar de lado el proyecto de trabajo», comenta al principio, desarrollando la idea sobre cómo se inició este proceso que en las divisiones menores decantó en el acceso al TOP 20.
Para llegar, debió afrontar con sus equipos un duro campeonato ante rivales calificados; de hecho, si bien tuvo un comienzo espectacular con un registro 19-1, luego sufrió un bache que lo tuvo durante un buen tiempo fuera de los puestos de ascenso. Hasta que un cierre soberbio le permitió acomodarse, y llegar a la fecha final con la alegría de quedar entre los dos primeros.
«El año pasado se armó un corte entre los 4 de arriba (Ramos Mejía, Padua, Unitarios de Marcos Paz y Argentino de Castelar); la verdad te miento si dijera que no mirábamos la tabla y viendo la posibilidad de ascenso los chicos querían lograrlo; era una linda manera que ellos puedan ver los resultados de varios años. Destaco siempre también a los U13 que progresaron muchísimo y sumaron a la general en todo sentido, y al minibásquet, porque todos los sábados local y visitante completó dando esos puntos de presentación. En el caso de no ascender hubiéramos seguido igual, no cambiamos tampoco la manera de trabajar pese al ascenso; la subcomisión y el club saben del proyecto y está conforme con lo que se viene realizando. Ejemplo: hoy la primera del club en un 90 por ciento son jugadores del club de formativas o hicieron sus formativas en Padua. Y eso es importante, una cantera que pueda alimentar a la Primera. Con respecto al año pasado tuvimos una segunda ronda muy buena nos propusimos ganar los partidos que habíamos perdido en la ronda inicial; lo pudimos hacer, recuperamos esos perdidos con tal vez rivales que no eran directos, donde al final del la temporada te lamentás».
Y ahora, una vez concretado el ascenso, la mirada puesta junto a la formación de los jugadores, en la competencia frente a rivales de una categoría superior, incluido los gigantes de FeBAMBA. Cómo lo encarará Julián al frente de sus chicos.
«Con ganas de empezar; sabemos que nos vamos a encontrar jugadores con mayor talla, creo que será la mayor diferencia. Con respecto a la intensidad y velocidad de juego esperemos estar a la altura del nivel, venimos trabajando desde lo físico y técnico táctico para que el cambio no sea tan brusco, pero los chicos están con muchas ganas. Hoy el club cuenta con dos tiras completas, competimos en Nivel 2 con la tira B, y como todo comienzo de año la expectativa es grande, por eso tratamos de armar amistosos para no llegar tan falta de juego. Esto nos permite ir entrando en ritmo de lo que nos espera en el año. Desde lo deportivo a Padua lo veo para dar pelea y tratando de imponer su sello en el TOP 20, buscando que los rivales se sientan incómodos cuando juegan con nosotros. La idea es poder jugar de igual a igual frente a todos, y con el transcurso de los partidos ver para que estamos; si estamos para quedarnos, o si nos toca bajar tomarlo como una experiencia positiva, que los chicos sigan creciendo en su etapa como jugadores de formativas», asegura.
Casa de Padua se caracteriza por un juego muy físico, con transiciones rápidas y marcas intensas. En un certamen de enorme competitividad, será fundamental ese aspecto para equiparar las ventajas sustanciales sobre todo de aquellas entidades poderosas.
«En la parte física gracias a Elite Deportiva (un grupo de profesores que trabaja con nosotros) hicimos un cambio en nuestro entrenamiento desde ese aspecto; los chicos están muy bien y como pudiste ver están fuertes, ágiles y rápidos. En los amistosos de ambas categorías, al ser el primero del año, buscamos hacer la diferencia desde esa parte. Hicimos hincapie en esta pre temporada sobre el tiempo que juguemos, podamos presionar todo el partido y terminar más entero que el rival; y la verdad que me fui muy conforme en ese aspecto, después acostumbrarse a la pelota nueva, y la ansiedad de ser el primero del año, llevan a que en esta etapa los partidos no sean tan vistosos pero creo que por parte de ambos equipos se vieron cosas interesantes para seguir puliendo y corregir».
No solo desde lo deportivo la institución crece. Hay en la mira inmediata varias reformas de la cancha, y para ello han lanzado la rifa de un automóvil. Quieren llegar al comienzo de los torneos con las mejoras edilicias finalizadas.
«Se lanzó la rifa de un 0 km, la cual está destinada para todas las disciplinas. De ahí, el club ayudará a cada subcomisión; el básquet este año decidió remodelar el estadio, cambiar ventanas y tribunas, colocar luces led en la cancha, cambiar las partes quebradas del piso en el rectángulo , relojes de 24 segundos de reposición y comprar un tablero eléctrico para colocar en la otra cabecera. La idea es también a nivel infraestructura, brindando comodidades para los jugadores y a la gente que se acerca a ver los partidos. Para el primer partido de local del Superior o TOP 20 queremos contar con las instalaciones nuevas», agrega Julián.
Para finalizar, se le pide una reflexión sobre lo que significa Casa de Padua en su vida.
«Es mi casa; después de estar trabajando en Trelew volví acá y siempre me sentí cómodo y a gusto. Poder lograr el objetivo de ascender y ver crecer a los chicos que tuviste desde minibásquet siempre es una satisfacción extra, poder contribuir en su formación, no sólo en lo deportivo sino en la humano que sirve para la vida; y eso me llena de orgullo, y el club me dio la posibilidad de conocer a mis amigos, (de poder compartir y aprender de Juani González, Chiqui Pertuzzo y Fabio Bonald) y poder seguir esa línea e idea de juego tan representativo de Padua. Este año por problema personales de Fabio, voy a estar a cargo de la Primera también y es un nuevo desafío, poder seguir con la línea de trabajo que se venía haciendo y potenciarlo».
Julián Musi, producto genuino de un Padua que este año debuta con las formativas en el TOP 20; y desde ese lugar buscará mostrar su identidad y características adheridas en el ADN al resto de sus competidores.