La U13 de Nolting tuvo su recompensa

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Actualizado: mayo 2, 2017

El sábado pasado, Nolting visitó por la cuarta fecha de las formativas en el nivel 1 de la conferencia oeste a Club Morón B. La excursión por Castelar fue positiva, ya que vencieron en la cuatro categorías, pero justamente por ese  global, la alegría en todo el ambiente de la entidad de Ciudadela recayó en los preinfantiles, por una simple razón: fue el primer cotejo que ganaron luego de un año y medio. Durante todo el 2016 y las primeras tres del corriente año, solo habían cosechado derrotas. Y si bien a esa edad lo primordial es aprender conceptos, adquirir fundamentos, divertirse con este deporte, sin dudas el incentivo de vencer ayuda.

Con muchos chicos nuevos en el mundo del básquet, y pocos jugadores de esa edad, los U13 sufrieron durante el año pasado una derrota tras otra; y vieron cómo la victoria se les escapaba a veces por muy poca diferencia, y otras tantas, de manera abismal. Así y todo no se dejaron amedrentar, y lejos de querer abandonar, siguieron entrenando duro, escuchando a sus profesores, quienes partido tras partido les hablaron y les dijeron que la salida era continuar trabajando duro.

Al comenzar este año, no se descansó del básquet en las vacaciones. Entrenamientos extendidos durante todo el verano, los preparaba para otro torneo que prometía ser diferente. Algunos jugadores subieron de categoría, pero los minis que completaban el plantel la temporada anterior, quedaron ya instalados en la categoría. Con un año más, se muestran con mayor madurez, seguros y en el mismo objetivo trazado por su entrenador Pablo Zapata, quien llegó esta temporada: mejorar día a día. Siempre con la consigna de trabajar fuerte, y por eso, de lunes a viernes se los ve en la cancha ubicada en Alianza al 300, en el partido de Tres de Febrero.

Las derrotas los escoltaron las tres primeras fechas de este campeonato, las dos primeras por muy poca diferencia.  Y llegó el sábado 29 de abril. Y la esperanza que si reflejaban en el rectángulo lo practicado y cumplir lo diseñado por el técnico, la chance de triunfar estaba latente. Cuando restaban cuatro minutos y la ventaja de 20 puntos se cristalizaba en el tablero, uno de los chicos, Marcos Juárez, lo miraba con cierta incredulidad: «Uyyyy, mirá el tablero!!! ¡No lo puedo creer!», solo atinó a decirle a sus compañeros. Llegó el final, y por fin, pudieron saborear las mieles de sentirse ganadores en un partido. Por sobre los jugadores, en algunos padres brotaron lágrimas de felicidad, porque ellos como nadie vieron en sus hijos durante ese tiempo las tristezas por no poder sonreír luego de un cotejo.

«El año pasado se nos hizo difícil, cada partido era un desafío, desde muy adentro entrábamos a la cancha con la seguridad de tenerlo perdido. Por suerte siempre tuvimos a los entrenadores que no nos permitían abandonar ni caer. Este año estamos mas consolidados y lo arrancamos con garra. Pablo, nuestro nuevo entrenador, sacó lo mejor de cada uno y por suerte se empezaron a ver los resultados», comenta Ignacio González, uno de los jugadores que integraron el plantel del 2016.

Julián Manzino, luego de terminar el cotejo perdido, repasaba las palabras de los entrenadores: «cada partido juegan mejor que el anterior; para revertir este resultado hay una única salida que es entrenar, entrenar y seguir entrenando».

Esta historia se refleja y reflejará en cientos de equipos que pasaron por idénticas situaciones. No es novedoso, y por cierto otros transitan ese proceso. Pero en la historia de los U13 de Nolting, está la respuesta a las palabras de todos los entrenadores formativos: solo con persistencia, trabajo y sacrificio, se mejorará, perfeccionará la técnica, los grupos no solo estarán integrados por jugadores sino también amigos, y los resultados tarde o temprano llegarán.

COLABORACIÓN: Natalia Lasca