Midland Solidario

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Actualizado: febrero 26, 2015

Midland es un club de Libertad, partido de Merlo, que representa a la ciudad en FeBAMBA; institución humilde pero con gran tradición en el básquet metropolitano. De sus filas salieron, entre otros, Leandro Portillo – actualmente defendiendo los colores de Ferro Carril Oeste en el TNA – y Santiago Juárez, base del último campeón GEBA.

El año pasado festejó los 100 años de vida, y merced a ese acontecimiento, su dirigencia aprobó darle entidad oficial a la propuesta de un grupo conformado por dirigentes, jugadores, periodistas e hinchas, quienes venían fogoneando la creación de un proyecto denominado «Midland Solidario», con el objetivo de apadrinar una escuela rural en nuestro país.

Néstor Tirelli, Rodolfo Di Trana, Adrián Quiroga, Juana Martínez, Sergio Vita y Leonel Tirelli fueron los encargados de darle vuelo a una ilusión: movilizar al pueblo Funebrero – como se conoce a la institución, afincada su sede frente al cementerio – en pos de ayudar con los recursos generados, el lugar elegido.

«La idea inicial fue de mi papá, hace años ya nos hablaba en casa de querer apadrinar una escuela rural como familiar. Fue así que descubrió APAER (Asociación Civil Padrinos de Alumnos y Escuelas Rurales), se comunicó con ellos, y una vez que obtuvimos el permiso del club como respaldo, armamos esto llamado Midland Solidario», cuenta Leonel, hijo de Néstor, acerca de cómo surgió el grupo que apadrina a la Escuela Nº 585 de Paraje Baibiene, ubicada a 30 kilómetros de Curuzú Cuatiá, provincia de Corrientes, a unos 700 kilómetros de Buenos Aires.

«APAER nos dio opciones para elegir el establecimiento, y cuando vimos el nombre de la ciudad, recordamos que unos diez años atrás, hicimos un intercambio con chicos de allí en el Encuentro Argentino de Minibásquet; obviamente aceptamos. Comenzamos recolectando ropa, útiles escolares y juguetes, mandados inicialmente por encomienda, hasta que el 13 de junio pasado realizamos nuestro primer viaje. Por diversas razones solo pudimos ir mi viejo, Rodolfo (prensa oficial del club) y yo, debido a ser un día de semana», comenta Leonel, argumentando la necesidad de arribar en día de escolaridad, ya que los chicos en su mayoría viven lejos del colegio, al que asisten con el caballo como medio de transporte y una vez retornados a sus hogares el viernes, se les complica regresar.

«De hecho, cuando llegamos, luego de 8 horas viajando donde no paró de llover copiosamente un segundo, pernoctamos en un hotel y por la mañana, con el cielo despejado, nos estaban esperando en la puerta con un pasacalles dándonos la bienvenida. Sinceramente, no sabíamos cómo reaccionarían, y peor aún, no sabíamos nosotros cuál sería nuestra reacción ante la cara de los niños», cuenta con emoción en los detalles de una experiencia única, sanadora en el alma.

La imagen de los alumnos montados a caballo fue la primer impresión de color en los flamantes padrinos, pero común para ellos, debido a que el establecimiento educativo está apostado en un sitio de difícil acceso. De hecho, la directora Estela Riquelme (quien a su vez cumple el noble rol de ser la única maestra teniendo a cargo unos 25 chicos), los esperó en la ruta 119 para luego emprender el viaje por tierra.

Al llegar, los niños esbozaban rostros de felicidad plena, rebosantes de agradecimiento. Y esas caritas iluminándose mientras desde la camioneta bajaban cajas conteniendo las donaciones efectuadas por decenas de anónimos a quienes se les pidió ayuda buscando concretar este sueño.

«Tenían cierto dejo de verguenza, pero lo tomamos como algo obvio, aunque enseguida ese sentimiento se les fue y fueron muy afectivos, al punto que la mayoría de ellos nos entregó cartas para leer a nuestro regreso, regalitos hechos por sus propias manos, incluso las madres nos agasajaron con mates y tortas fritas. Compartimos varias horas, y si bien esa misma tarde debíamos regresar, lo único claro en nuestras mentes era repetir la experiencia».

Apenas retornados a Libertad, reflejaron a través de fotos (Leonel es fotógrafo profesional) lo vivido, con el objetivo de dar a conocer el emprendimiento y así, intentar captar más voluntades deseosas de sumarse. «Es que si bien comenzamos seis personas, Midland Solidario es algo abierto, quien lo desee puede venir, proponer ideas y formar parte de nuestro grupo».

Si esas horas les resultaron inolvidables, indudablemente en los chicos y la directora quedó sellado a fuego en sus corazones. Justamente, al ser consultada, Estela Riquelme señala:

«La verdad, es algo muy positivo lo que está realizando esta gente con nuestra comunidad,no solo educativa sino también con sus familias; el intercambiar experiencias de vidas es asombroso y nuestros niños lo agradecen infinitamente. Personalmente puedo definirlos como un grupo de personas fabulosas con gran corazón y eso se necesita, no siempre lo material es todo. Con solo palabras y demostración de cariños al tenerlos presentes, mis niños son felices… Ese primer viaje de los padrinos es algo inolvidable; todos estábamos ansiosos de conocerlos y varios de ellos vinieron a caballo hasta la escuela y no fallar a sus flamantes padrinos».

Estela es Directora y única docente del nivel primario. Este año incorporaron el nivel inicial, donde hasta el momento hay tres inscriptos. Además, en el mismo edificio funciona el Jardín de Infantes, cuya maestra en ese primer viaje fue Araceli Ruiz (quien se encontraba ejerciendo una suplencia de quien está hoy, Victoria Zuviri). La salita de niños entre 3 y 5 años posee una página propia en Facebook, bajo el nombre de «Sala Vaquita».

La segunda excursión se efectuó el 10 de octubre, y ante la demanda por colaborar, debieron seleccionar los productos y enviarlos por cajas expreso, tarea que recayó en Adrián «Chocho» Quiroga, ex jugador del club, quien también tuvo pasos por El Palomar y Unitarios de Marcos Paz.

«Viajamos los mismos tres, pero ya no estábamos tan nerviosos. Sabíamos lo que encontraríamos, por eso pudimos disfrutar la compañía de padres y alumnos, quienes nos escucharon contar la historia del club, y a través de las preguntas que nos hacían, saber más de nosotros. Con mates de por medio, fue una charla informal, muy enriquecedora. Además de las donaciones, les regalamos remeras de básquet. Obviamente de Midland», cuenta entre risas Leonel, quien se encarga de la difusión de esta obra a través de su página que lleva el nombre del grupo.

Esta semana recibieron, a través de una empresa automotriz de origen francés, cinco flamantes computadoras, las que serán entregadas en el próximo viaje, a efectuarse entre fines de marzo o principios de abril.

«Mi viejo trabaja allí, y se enteró que la empresa realiza importantes donaciones anuales a emprendimientos de esta naturaleza. Presenta nuestro proyecto y tras algunos trámites previos nos hacen entrega de las computadoras completas, lo cual nos pone muy contentos, primeramente por los chicos, porque podrán estudiar en mejores condiciones de igualdad. Y a su vez por nosotros. Significa que estamos haciendo bien las cosas, seriamente, generando confianza en empresas multinacionales destacando nuestro rol solidario. En una sociedad donde los valores se van perdiendo, generar este tipo de confianza en las personas es maravilloso».

Cuando se le pregunta hacia donde apunta el Proyecto Midland Solidario, Tirelli es concluyente: «A sumar gente; actualmente somos la cara visible pero queremos algo más generalizado. En cuanto a las donaciones nos gustaría expandirnos a mayor cantidad de escuelas; hoy por hoy es sólo una idea, pero siendo que Midland Solidario también fue una idea y hoy es una realidad, estamos seguros de conseguirlo. Nuestro deseo es contagiar, realmente queremos contagiar en ser generosos con nuestros hermanos».

La Argentina productiva, y la Argentina profunda, unidas en la solidaridad, a través del básquet.