El básquet de Coronado representado por 12 de Octubre

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Actualizado: mayo 26, 2017

«Cuando tomé la decisión de incorporar el equipo a la Federación, fue una gran incertidumbre porque desde hace un año veníamos trabajando con chicos en un nivel muy amateur, quienes nunca llegaron a jugar en una cancha con piso de parquet, sin saber sobre una ficha médica. Por eso mis impresiones son buenas y estoy muy conforme con lo realizado en estas fechas. De hecho tuvimos nuestro primer partido con Ciudadela Norte, un sueño porque se jugó muy bien y ganamos; eso se notó al otro día en los entrenamientos, porque las ganas de trabajar de los jugadores y la responsabilidad de hacerlo acorde al significado de competir en FeBAMBA fue notoria, porque te encontrás ahora enfrentando a clubes de renombre como Porteño o Vélez, y si bien es Flex, para nosotros es una competencia muy fuerte», comenta Claudio Medina, entrenador e ideólogo de instaurar la práctica del básquet en 12 de Octubre, de Martín Coronado.

Medina planteó el proyecto de involucrar a la entidad en los certámenes de la Federación, y desde esa base, trabajar para no solo progresar en lo deportivo, sino también en lo estructural. No tienen una cancha en condiciones de poder jugar como locales; eso les ha generado dudas en un principio por si estaban con las capacidades de presentarse. Y a la vez, abocarse al armado de un grupo dispuesto a medir fuerzas con planteles integrados por jugadores con pasado y presente de primera.

«Hablo mucho con el jugador, la persona, porque si está bien de la cabeza va a poder responder desde el juego. El material humano es bueno, está en formación, desarrollo, y eso es interesante. Tenemos tal vez como contra el desconocimiento hacia nosotros por parte del resto, pero por ser nuevos no vamos a ser relativamente fáciles; vamos a jugar y hacerlo lo mejor posible de acuerdo a nuestras capacidades», comenta.

Tienen un objetivo deportivo, y es poder terminar su primera temporada en FeBAMBA dentro de los veinte mejores. Si se toma en cuenta que hay más de setenta equipos en el superior Flex, esa posición para un debutante absoluto, sin dudas sería un gran premio. Toda la participación es autogestionada, sin recibir ayuda de ningún tipo.

«Se nos hace difícil; el objetivo principal del 2017 lo cumplimos, ahora es desarrollarse, ver cómo nos manejamos deportivamente. El otro, mucho más importante, es ver el modo de poder llegar a jugar en nuestra cancha, pero eso nos va a llevar muchísimo tiempo; el proyecto es exigente porque debemos cerrar el gimnasio, cambiar los tableros, pintar a nuevo la cancha, tener los vestuarios y los baños. Por eso te decía de una propuesta a largo plazo. De todos modos, hubo un avance de un 60 por ciento y si seguimos con estas ganas de trabajar para el beneficio del básquet como actividad en el club, vemos en el 2018 la llegada de un momento donde jugaremos de local», afirma con un entusiasmo fundamentado.

Ante la imposibilidad de conseguir dinero por ayudas externas a la actividad, se le pregunta como generan los ingresos. «Nos basamos en la cuota social, nos acompañamos con el fútbol, con quien estamos trabajando a la par y eso nos ayuda un montón, porque tienen gran cantidad de chicos y en esa cuota colaboran en la recaudación de lo buscado en recuperar la cancha. Estamos con rifas, donaciones, ahora vamos a abrir la parrilla del club para vender en las diferentes actividades y pedirle colaboración a la zona», responde, reflotando la actualidad de una gran cantidad de instituciones barriales.

Referido a las formativas, explica: «Estamos trabajando en ese tema porque no teníamos y es aún mucho más difícil. Está de a poco, muy lento, la formación en premini y mini, infantiles, cadetes y juveniles. Tenemos una flamante sub 23, en la cual para ella tenemos un proyecto llamado Primera de Desarrollo, que sería una segunda primera, integrada por ellos y los U19 para que tomen roce de partidos en superior».

Ante ese panorama con una proyección de paciencia y persistencia en el trabajo, Medina expone sus objetivos a mediano y largo plazo. «Es todo a pulmón. Debemos sentarnos, estar tranquilos y trabajar de a poco, pero por sobre todo, no dejar de disfrutar lo armado en tan poco tiempo; es un logro muy importante y los chicos lo saben, porque se revivió el básquet en Martín Coronado. Quienes viven en esta zona y querían esta actividad, se iban a Palomar, con AFALP como club saliente, o San Martín, donde hay muy buen básquet. Pero aquí, Villa Bosch o Billinghurts no existía, y en ese proyecto a largo plazo sería tener todas las categorías completas para poder jugar nivel formal. Ese es el sueño máximo, y la mirada está apuntada a ello, por más que implique años y trabajo arduo en las canteras y desde el aspecto edilicio y administrativo».

Claudio Medina, entrenador y referencia del básquet en el club 12 de Octubre, quien este año se incorporó al área metropolitana.