Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
La vida va tejiendo sueños en el inconsciente de cada chico y a medida que pasa el tiempo, se pueden volver más persistentes o simplemente desaparecer. En Colombia, más precisamente en la ciudad de Facatativá, uno de esos anhelos se hizo realidad y mucho tuvo que ver cuánto deseó Alejandra Alonso Jiménez emprender su travesía desde su pueblo natal a Buenos Aires, con una pelota naranja como principal protagonista.
La historia de su llegada a Vélez se puede remontar hasta el 2007, cuando con apenas 14 años, Alonso llegó a Argentina junto con el equipo de su pueblo, Club Luman, a jugar una serie de amistosos con clubes argentinos, entre ellos el Fortín.
“Quedé fascinada con la organización, la infraestructura y el apoyo que le dan al deporte en este país, por eso decidí que una vez que terminase mis estudios secundarios en Colombia iba a venir a probarme y ver que pasaba en Vélez, algo que no resultó nada fácil, pero por suerte desde fines del 2013 soy parte de este hermoso club”, describió Alonso sobre su idea y su concreción de ser jugadora de Vélez, un grande del básquet femenino.
Con respecto a la importancia de Vélez en el básquetbol femenino, Alejandra fue tajante y reconoció que su idea siempre «jugar en Vélez, estaba al tanto de su historia y por eso quería pertencer a uno de los clubes más grandes del país».
El básquet en Colombia, no es de los deportes más populares y menos en la rama femenina, donde quizás el atletismo este mucho mejor posicionado. Criada dentro de un familia de deportistas, Alejandra, después de probar con otras disciplinas, se inclinó por el básquet porque era «donde más cómoda me sentía».
Y esa «comodidad», la llevó a progresar día a día dentro del básquet y darse el gusto de ser convocada a la Selección Colombia y participar de distintos procesos durante cinco años, teniendo como máximo logro la medalla de bronce en los Juegos Odesur de Santiago de Chile 2014.
«Representar a tu país en cualquier competencia es algo soñado para todo deportista y yo tuve la suerte de poder hacerlo; hoy en día, en mi país, el basquet femenino cuenta con más apoyo del que había cuando yo salí de allí y aunque aún sigue siendo poco el nivel competitivo ha crecido muchísimo, hay demasiadas chicas con mucho talento y ganarse un puesto en la selección es muy complicado, más estando lejos pero sin duda, si algún día me vuelven a convocar estaría orgullosa de volver a vestir la tricolor» describió y analizó la alera sobre su historia con el elenco nacional de su país.
Además de una decisión deportiva, Alonso también estaba tomando una elección de vida, lejos de sus raíces y toda una adaptación por delante.
«Vivir en Argentina me encanta, estoy rodeada de personas maravillosas que me hacen sentir como en casa. Además de jugar básquet estoy estudiando la licenciatura química en la UBA, es una carrera con una gran carga horaria, lo cual me hace repartir el tiempo entre ir a entrenar y la facultad», contó la nacida en el departamento de Cundinamarca, haciendo referencia a su rutina en Buenos Aires.
Si bien esta muy bien acompañada por sus amigos de Argentina y viviendo muy felíz su experiencia «argenta», Alejandra no se olvida de los suyos e hizo una mención especial para sus padres: «Mis padres son todo para mi, estoy muy agradecida por todo el apoyo que nos han dado siempre a mi hermano y a mí; por supuesto que sin su ayuda yo no podría estar cumpliendo este sueño».
Desde que ha aterrizado en Vélez ha cosechado un par de títulos, entre ellos el más importante el Torneo Federal 2015. Para esta temporada surgió el desafío de afrontar una Liga Nacional con un equipo modesto, muchas jóvenes y dos o tres jugadoras de experiencia.
«Somos un equipo muy joven, cuyo objetivo en esta Liga en un principio era formar un buen grupo y clasificar a los playoffs. A medida que ha avanzado el torneo hemos demostrado ser un equipo fuerte, competitivo, que puede dar la pelea y jugar de igual a igual con cualquier otro, así que no se si daremos alguna sorpresa o no, pero lo que si es seguro es que vamos a dar lo mejor de cada uno para conseguir buenos resultados», rubricó Alonso con respecto al equipo y a las intenciones de las Fortineras con respecto a la Liga.
Dentro del esquema planteado por el entrenador, Gabriel Gusso, Alejandra se desempeña en el rol de cuatro abierto, auque según ella su función va más con venir desde la banca y ser «una jugadora revulsiva, que marque y presione, sabiendo que si hay un tiro abierto esta la libertad para tomarlo».
Perseguir un sueño, perseverar y disfrutar el camino, de eso se trata la historia de Alejandra Alonso Jiménez, una colombiana suelta en Liniers.