Fiesta en Hurlingham con las estrellas

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Actualizado: julio 17, 2017

Bajo la consigna «Partido del Año», se realizó el sábado pasado en las instalaciones del club Defensores de Hurlingham un encuentro amistoso organizado por Maximiliano Stanic, jugador nacido allí, quien contó con la colaboración de varios colegas de la Liga Nacional y el exterior; entre ellos Nicoláas Laprovittola, flamante incorporación del Zenit ruso y con paso por San Antonio Spurs de la NBA.

El evento se efectuó con el propósito de la comisión directiva, la subcomisión de básquet y el propio Stanic para dar el paso inicial de conseguir el dinero que permita a la entidad del oeste cristalizar el viejo anhelo de instalar el piso de madera en la cancha, previsto para fines del 2018.

Personas de todas las edades dijeron presente, dejando chico el espacio, con muchos parados al costado sin querer perderse un hecho histórico; los más pequeños, encandilados con el fulgor de tener a pocos metros a un ex NBA, quien amablemente se prestó a todos los requerimientos para inmortalizar desde los celulares el instante inolvidable de fotografiarse con un producto de FeBAMBA nacido cerca de alli, en el Deportivo Morón. Stanic tuvo el enorme gesto de recostarse en un segundo plano entendiendo a la perfección lo que significa Nico para un segmento joven en el ambiente del básquet con sus ídolos pertenecientes a la camada posterior de la Generación Dorada.

La fiesta comenzó con un partido entre la Escuelita de Defensores, apadrinada por el base de Olímpico, y la del Municipio de Hurlingham. Mucho fervor de los padres, aliento a los pequeños, y la reafirmación de estar presente en un club netamente barrial, con personas vendiendo por las tribunas sandwichs, choripanes, gaseosas y rifas.

Tras el partido de los niños, el ingreso de Rosco, la mascota oficial de la ADJ, y el frío gélido sabatino queda guardado con el calor y color de un personaje que se encargó de levantar a todos con sus piruetas, gracia, empatía con el público, y las fotos interminables. Se dio el tiempo para incluso el desafío de llamar a dos espectadores, invitarlos a lanzar desde la media cancha de espaldas, y ver quien era el ganador. Obvio, fue Rosco, quien con su segundo lanzamiento y la conversión espectacular, dio la vuelta olímpica y decretó ser una de las grandes figuras de la noche.

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Y luego, el Partido del Año. Desde un lugar, los amigos de Stanic, y una constelación que jamás se vio antes, y probablemente no se vuelva a ver en ese escenario: Laprovittola, Pablo Barrios, Fernando Calvi, Luciano Massarelli, Nicolás Ferreira, Jonathan Treise, el periodista Nicolás Fazio en reemplazo de Diego Guaita quien a último momento no pudo asistir por asuntos personales y el propio Maxi. Junto a ellos, Alejo Pérez, jugador del club, quien por sus buenas notas en el colegio y conducta ejemplar, fue premiado para cumplir el sueño del pibe e integrar esa plantilla.

Enfrente, un  combinado dirigido por Jorge Plez, de Club Morón, con jóvenes en su mayoría del oeste: Juan Davini (Huracán), Mauro y Flavio Pérez Ondarts (Morón), Franco Bobbio (Ramos Mejía), Matías Pisano (Deportivo Morón), Facundo Almara y Alan García (San Miguel), Santiago Izzo y Juan Anzalone (Defensores de Hurlingham), Francisco Vázquez y Federico Corbalán (Afalp), Alan Romero (El Talar) y Nicolás Vrhouski (Sportivo Ballester).

El juego fue lo de menos, los protagonistas lo encararon con el fin de sumar sus talentos y aptitudes. La gente esperando la magia de Stanic, y verlo a Laprovittola, a quien le festejaban sus conversiones por encima del resto, a la par de los locales. En el partido, el deejay musicalizando las acciones con rock, hip hop, hard rock, reggaeton y clásicos ochentosos. Cerca del final, con el equipo estelar estirando la diferencia en el marcador hasta el 107-70 contra un entusiasta grupo que se prestó con la venia de las estrellas, quienes en ningún momento quisieron sobresalir de modo individual sino sumarse a la emoción colectiva, Jonathan Treise brindó su propio show con muecas, simulacros de ejercicios en medio del cotejo y actuando en consonancia con la música. Como el instante de «Eye of the Tiger», eternizado por Rocky; allí también se dedicó a lanzar puños al aire, hasta la chicharra que decretó la culminación.

Durante el entretiempo, los chicos del Power Team deleitaron con sus habilidades y destrezas aéreas.

Luego, las palabras de la comisión directiva, el sorteo de indumentaria de Maxi, la gigantografía desplegada con el sueño del piso flotante, las fotos que no paraban de sacarse, y la posterior cena con los jugadores y familiares en el segundo piso, prolongada ya con los primeros minutos del domingo.

«Fue una noche hermosa; ver tantas personas, observar la cancha así con todo el esfuerzo realizado por la gente del club y su predisposición para organizar el evento. También la colaboración de quienes juegan Liga Nacional y los chicos del Oeste, fue para mi indescriptible», comentó Maximiliano Stanic cuando se retiraba de Defensores en compañía de su esposa con evidentes signos de cansancio luego de la extensa jornada. Pero con la satisfacción que todo salió como estaba planificado de antemano.

Primer paso para la concreción de colocar el piso de madera. Maxi refiere a eso:

«Hace dos años vengo colaborando, sea con campus o cuando el tiempo me lo permite. Sea Defensores o Morón, son dos clubes que me formaron: uno en la vida, porque es la entidad de la vuelta de mi casa; el otro en el básquet, donde me formó como jugador. Y por eso voy a estarles eternamente agradecido y cuando les pueda dar una mano, sin dudas se las voy a dar», expresa agradecido.

Palabras hacia los chicos del oeste.

«Vinieron, se coparon en la fiesta y la pasamos muy bien. Todos colaboraron con su tiempo; Nico Ferreira se vino desde San Nicolás exclusivamente para ser parte del evento. Y cuando Nico (Laprovittola) me dijo que se venía, un NBA y Selección Argentino jugando en el Defensores de Hurlingham, no es poca cosa. Por eso me voy contento», culmina.

Una fiesta inolvidable en una entidad barrial con ganas de seguir creciendo en infraestructura. Cuenta con la colaboración de Stanic, uno de los más talentosos surgidos de la Federación para ello. El sábado dieron un paso gigante. Los resultados llevaron a estar ya con la cabeza enfocada en seguir por esta vía y así en los tiempos establecidos, conseguir colocar el piso flotante. Cuando llegue ese momento, seguro con otra constelación de estrellas.