San Andrés apuesta a la juventud para la Copa Metropolitana

Deportivo San Andrés logró un doble mérito durante la primera ronda del torneo Superior de FeBAMBA. Obtuvo un récord de 13 juegos ganados y 1 perdido. Solamente ha caído en su debut frente a la Universidad de Buenos Aires para luego mantener invicto y adjudicarse de forma unánime la clasificación a la Copa Metropolitana 2017.

Su entrenador Ernesto «Tito» iboldi» admite el mayor mérito de este equipo: «Nuestro promedio de edad en el equipo es de 22 años, por eso la idea es afirmar el proyecto deportivo que tenemos en el club desde 2011. Eso significa que le damos prioridad a los chicos del club», reconoce.

Es un club histórico de Capital Federal. Sabe lo que es estar en la elite pero también reconoce cuáles fueron sus malos momentos. Mientras se reconstruye en todas sus áreas, San Andrés resurge con una forma tradicional de la institución, sus divisiones formativas. «Estos jugadores que clasificaron a la Copa Metropolitana son los mismos chicos que compiten en la Liga Sub 23. Es un equipo joven con la inclusión de dos jugadores de 30 años solamente. Sí hemos incorporado algunos chicos pero son fichas U23 también», explica Iboldi.

Acompañado por su hijo Mariano en el cuerpo técnico, el entrenador asume que «es nuestra mayor alegría. Es un proyecto serio apoyado por la dirigencia y no hace falta poner nombres propios. Somos un grupo que fuimos siempre para el mismo lado. El año pasado se vio reflejado con el ascenso al Top 20, este año con la clasificación a la Copa Metropolitana».

Iboldi anticipa que su primera presentación en la copa tiene los elementos necesarios para dejar una buena imagen. «Tenemos una rotación larga y mucha energía, eso nos permite ser agresivos en defensa. Por la juventud que tenemos, nosotros ya sabemos que vamos a enfrentarnos con equipos de mayor experiencia, pero el objetivo es competirles de igual a igual con lo que tenemos».

Los jóvenes de San Andrés toman la Copa Metropolitana y sueñan con dar otra sorpresa en Capital.

FOTOGRAFIA: Prensa San Andrés