Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
En un final inolvidable, completamente impredecible, Afalp venció como visitante a Geba 60-59, y se consagró campeón en la segunda edición de la Liga Sub 23 organizada por FeBAMBA. Con este logro, el conjunto de Ciudad Jardín se aseguró una plaza para el Torneo Prefederal 2018.
Ante un marco espectacular de gente que llenó las instalaciones de la entidad mens sana, el equipo de Alejandro Alonso se mostró más sólido de entrada y golpeó enseguida con el buen manejo de Mateo Urretavizcaya, acompañado por Juan Capitani desde los lanzamientos externos, y Juan Farre con Agustín Wolinsky haciéndose fuertes en la pintura. Desde lo táctico, el sistema diseñado por el Chango, bien estudiado el pick del base contrario, a quien le doblaron la marca y no le permitieron jugar cómodo. Así entonces, condicionado Francisco Vázquez, el funcionamiento colectivo de la visita mermó mucho su rendimiento habitual mostrado en todo el certamen, y eso hizo que Geba se escapara hasta el 19-11.
Afalp tuvo una rotación ineficaz de tiros, principalmente bajo el aro, donde los porcentajes de conversión fueron bajos, sumado a un alarmante número de libres errados. El local supo maniatarlo, cargar de faltas a la media cancha, y salvo algún aislado pasaje en el final del primer tiempo, siempre estuvo comandando el tanteador.
Luego del descanso largo, el elenco de Capital Federal se mostró más sólido, no solo fuerte en su llave complicándole las anotaciones al oponente, sino convirtiendo con facilidades; y en esa autoridad mostrada llegó el 57-46 con solo 2:20 por jugar, y la sensación flotando en el ambiente que todo estaba definido. Allí, Javier Fonteiriz solicitó su último tiempo muerto, armó un sistema donde intentó revertir lo que asomaba irremediable.
«Cambié el esquema, puse cuatro aleros y dejé a Mateo (Cazabat) en cancha, hice un cien, que es una presión en toda la cancha; sin mas posibilidades de pedir minuto, les dije que en esos dos restantes nos jugábamos todo lo bueno hecho en la temporada, y que la imagen no era similar. Estábamos ya por arrancar septiembre y ese trabajo no nos servía de nada; por suerte salió todo», señala Lalo a un costado de la cancha mientras sus dirigidos continuaban con los festejos.
Su explicación de lo posterior al tiempo muerto, fue el amanecer de un cotejo completamente disímil: con Ignacio Vázquez fuera por cinco, y nunca haber podido usufructuar su herramienta letal del lanzamiento externo, y su hermano Paco condicionado desde el inicio del tercer segmento por cuatro personales, salieron a intentar revertir el escenario. Fue entonces cuando el mayor de los Vázquez se vistió de héroe: un parcial de 14-3 favorable, con diez puntos de su autoría, incluido un robo al base rival con una inmediata jugada donde pasó el balón por entre las piernas de quien salió a marcarlo, y de esa antideportiva recibida, los libres y doble en la reposición. Junto a eso, dos asistencias, un robo y un rebote decoraron una actuación magistral, que lo coronó como el Jugador Más Valioso del campeonato. Su decena de unidades fueron consecutivas y dejó a su equipo abajo por la mínima, y cuando restaban solo cuatro segundos, la asistencia en la pintura a Cazabat, el pivot que no había tenido una noche efectiva, errando una docena de libres, pero con esa conversión puso el 60-59, el cambio de tribuna en la euforia, con una que no salía de la estupefacción por un cambio imposible de vislumbrar unos instantes antes y otra al borde del paroxismo por la cercanía de la hazaña.
Minuto de Alonso, reposición y la ofensiva que no prospera; entonces el festejo desatado de los visitantes, quienes soltaron todos los nervios contenidos por no haber jugado un buen partido, pero poniendo en esos ciento cuarenta segundos restantes el plus que le permitió suplir falencias, mostrar en plenitud a su conductor, capitán y líder del equipo, y quedarse con una victoria inolvidable.
«Paco es un jugador de otro calibre y eso nos permite a nosotros ponernos una vara más alta en cualquier competencia que jugamos. Seguramente como materia pendiente nos quedará seguir trabajando para poder presentar un equipo y funcionamiento fuerte cuando él no está o esté en cancha. Al no haber podido jugar el Prefederal, decidimos junto a la dirigencia poner todas las naves en este certamen y en la metropolitana. Aspiramos a estar siempre en instancias decisivas, y la frutilla del postre es poder salir campeón en alguno; y estos pibes tienen algo adentro que no se entrena y son el complemento para que los sistemas puedan funcionar cuando la situación es complicada, como sucedió esta noche, donde nos enfrentamos a un rival durísimo, que jugó muy bien, y estuvo a punto de quedarse con el partido. Si hay algo emocionante en el básquet es que nunca está definida la situación y siempre se puede pelear; nos quedaron dos minutos, y pudimos darlo vuelta con tanta desventaja. Los chicos pusieron algo más, y ganamos», agrega el entrenador del flamante campeón no solo describiendo a la figura de la cancha, sino al plantel en general.
Lágrimas en jugadores de ambos bandos, la enorme hidalguía de la tribuna local que aplaudió a propios y extraños y observó sin excesos extra deportivos los festejos contrarios. Un hecho para resaltar y destacar en la gente de Geba.
Carlos Spellanzon, Director de Competencias de FeBAMBA, entregó la copa al capitán de Afalp, y luego la vuelta olímpica que coronó un certamen excelente del equipo de Ciudad Jardín, quien tomó este campeonato como la posibilidad de conseguir un cupo para el próximo Prefederal.
Afalp salió campeón, quedándose con un encuentro increíble, y suma su nombre al del Club Morón en un torneo que promete una permanente expansión.