Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
Gimnasia y Esgrima de Ituzaingó participa por segundo año consecutivo en el campeonato Flex. En 2016 y comienzo del actual, el conjunto dirigido por Fausto Pertuzzo fue integrado por ex jugadores del Superior, quienes a su vez mayormente colaboran en la entidad ubicada en la calle Lavalle. Cpn mucho sentido de pertenencia, reforzaron su presencia luego del tornado que devastó gran parte de las instalaciones, y desde ese momento trabajaron a destajo para volver a tener la sede en óptimas condiciones.
Durante el transcurso del actual torneo, enfrentaron a Casa de Padua, y allí vieron otra mirada sobre el Flex: algunos equipos estaban formados por jóvenes de las formativas, quienes sumaban minutos en una Primera y así cuando les tocara debutar en el certamen formal, ya dispondrían de minutos. Fue así que decidieron emularlos, y quedando algunos mayores como referentes, el plantel fue dando espacio para quienes semana a semana compiten en el Nivel 1 del Oeste.
«Vimos eso, los clubes apostando por sus jóvenes y adoptamos esa idea, porque ellos son el futuro de nuestra institución y la responsabilidad nuestra es brindarles la confianza para que en un futuro integren una primera, enfrenten a jugadores de élite y no les tengan miedo. Por eso, el mejor modo es integrarlos con otros donde tal vez no tengan el nivel para estar en Primera, pero poseen el roce y experiencia a transmitir; tienen muy buen entrenamiento, van desarrollando técnicas y entonces se le agrega compartir equipo con compañeros que llevan años de competencia», comenta Juan Piyuka, uno de los integrantes del plantel que juega un sábado por la noche como visitante, y es el mayor del conjunto.
«De la camada anterior quedamos cuatro o cinco, quienes nos vamos rotando para acompañar a los chicos, respaldarlos y darles el empujón al instante de tomar decisiones dentro de la cancha», agrega; junto a él, los mayores son Santiago Fraga (además de vicepresidente del club), su hermano Pablo, Damián Salaberry, Diego Alburqueque, Luciano Borgi y otros que dan una mano con el objetivo firme de acompañar a los formativos.
En una zona integrada por equipos del oeste, por el momento GEI se ubica en la segunda mitad de la tabla; con respecto a eso, se le pide un balance sobre la marcha en el campeonato.
«Es muy positivo, porque en 2016 tenían pocos minutos y en este juegan prácticamente todo el partido; al menos en los momentos importantes y de decisiones, las jugadas pasan por ellos. Entonces, chicos de 17 o 18 años, importantes en sus categorías, puedan serlo también en una Primera enfrentando rivales de 25, 30 o más años, es muy importante porque le das un empuje psicológico grande. Y si bien cuando terminó la rueda inicial no quedamos entre los primeros, no quedamos en el fondo, lo cual es muy meritorio por haber decidido hacer un cambio tan radical».
Oriundo de Ituzaingó junto a Pablo, hijos de padres misioneros, comenzó a jugar básquet en el club a los catorce años, para no irse más. Actualmente, además de integrar con 31 años la Flex, es dueño de una empresa que fabrica y comercializa ropa deportiva; también administra el store de la sede.
«Arrancamos en una época difícil para el básquet de GEI, donde literalmente éramos ocho jugadores; en ese tiempo comenzó un proyecto nuevo, a largo plazo, firme, y a partir de allí a pesar del cambio de entrenadores y directivo, nos quedamos con otros que en la actualidad trabajan para fortalecer la actividad», expresa.
Para el final, una reflexión sobre la medida tomada en el campeonato.
«Hemos observado que muchos clubes a quienes enfrentamos, están haciendo lo mismo desde antes o también a partir de la temporada actual; sin ir más lejos, el sábado jugamos contra Afalp y ellos tenían solo dos jugadores mayores, el resto eran juveniles y cadetes. En realidad está bueno porque en sus cabezas lo hacen a otro nivel, con diferente intensidad. Te doy un ejemplo: ese mismo día, unas horas antes varios de los que estaban en cancha se midieron en U19 y perdieron por 30 puntos; a la noche cambiaron completamente la mentalidad y prácticamente contra los mismos rivales se hizo un partido cerradísimo hasta el final. Más allá de la derrota vimos ese aspecto como positivo y rescatable, porque ellos mismos se dieron cuenta que al jugar en una Primera su mente se predispuso diferente. comprobando que pueden estar en ese nivel. Noto cuestiones similares en otros clubes, la mayoría a quienes enfrentamos son pibes, y eso me parece muy bueno», dice Juan Piyuca, uno de los experimentados que acompaña a los jóvenes del GEI, entidad que decidió encarar el Flex con la firme intención de potenciar a sus jóvenes valores.