Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
«El trajín diario no me quita las ganas de ir a jugar sino la capacidad de rendimiento; hay días donde viajo cien kilómetros yendo de mi casa al trabajo y el mismo trayecto al regreso. Llego y debo ir, por ejemplo, a Defensores de Banfield y si no hay nadie que me lleve en auto voy en el mío; a veces lo hago directo desde mi trabajo, cuando tenemos partido cerca de la Ciudad Universitaria. Pero los deseos y motivación por jugar están siempre, aunque soy el primero en notar mi rendimiento menguado cuando tuve una jornada intensa y llego sobre la hora del cotejo. Mucho más cuando me toca jugar tres partidos en la semana, porque no solo estoy con los +50, sino a veces integro los +43 y +35; igualmente las ganas son similares a cuando tenía 20 años y jugaba en la Primera de Los Indios».
Fernando Lombardo es quien expresa lo anterior, y refleja el sentimiento de quienes participan en los torneos de Maxibásquet en FeBAMBA. Nació en Moreno e hizo toda su carrera de basquetbolista en la entidad a la cual volvió para integrarse junto a sus viejos amigos y compañeros del Indio. Volvió hace unos años al país, tras una extensa carrera como físico en el exterior, donde recorrió laboralmente gran parte de Europa desgranando sus conocimientos. Pero un concurso lanzado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) le llevó a presentarse y fue otro de los tantos científicos repatriados para sumar su experiencia en Argentina, además de dictar clases en la Universidad de Buenos Aires.
«Con edad de preinfantil comencé en Los Indios porque mi familia vivía cerca y seguí hasta el Superior, donde estuvo unos cuatro o cinco años. En aquellos años logramos los ascensos viniendo de la vieja división D, y debí abandonar porque avanzaba en lo estudios universitarios y me era complicado hacer las dos cosas bien. En 1987 dejé de entrenar y jugar en el club, participando en campeonatos interfacultades pero de un modo muchísimo más amateur; luego de muchos años de inactividad en este deporte me reencontré con algunos conocidos de aquellos años, me contaron acerca del proyecto donde estaban armando el maxibásquet en el club. Me enganché de nuevo, volví a entrenar y acá estoy, con los +50 con la misma camiseta de toda la vida, salvo aquel lapso universitario», comenta Fernando acerca de su rol como jugador.
Menciona su alejamiento de este deporte por sus estudios, y desde ese enunciado cuenta su recorrido posterior.
«Estudié la Licenciatura en Física en la UBA, luego le añadí un Doctorado de cuatro años y apenas terminé decidí hacer un post doctorado que es una especia de estadía para un investigador en el exterior; eso hizo que viviera en varios lugares del mundo, principalmente en Londres donde permanecí tres años como investigador de la universidad Imperial College. De ahí en adelante estuve en Italia, Alemania, España, Estados Unidos, entre otros. En algún momento concursé para regresar al país y así retorné a la Argentina; trabajo como investigador científico en el Conicet, junto a las clases de la Universidad, aunque habitualmente continúo trabajando en el exterior», expresa, agregando que la semana próxima irá a Londres.
Se le pregunta las razones que le llevaron a retornar a su país natal teniendo excelentes perspectivas profesionales en el exterior.
«Es una pregunta difícil de responder…desde el primer momento cuando me fui siempre supe que regresaría; no emigré por cuestiones políticas o hallar un futuro lejos de Argentina; simplemente quise experimentar el trabajar en otro lugar y lo logré. Obviamente cuando anuncié allá mi decisión de retornar no quisieron que lo hiciera pero ya era una determinación irrefutable, porque fundamentalmente primaban situaciones familiares, sentimentales, de querer volver y hacer cosas por mi país. Es cierto: cuando uno está allá todo es más fácil por tener todo de modo accesible en su trabajo, pero vos no participás ni edificás en la mejora de nada; en cambio aquí siento que puedo aportar cosas para mejorar el sistema. Entiendo que a veces es utópico y varias veces te das contra la pared, pero prefiero eso a permanecer en sitios donde ya está todo hecho y solo te limitás a hacer tus labores científicas, sin margen a opinar. En Argentina hago eso y lo otro también; si bien a veces uno se arrepiente, en el balance está bueno porque hago otros emprendimientos, además de continuar yendo al exterior», afirma.
Entre sus otras actividades, escribió el guión de un cortometraje muy interesante, donde participan actores (Marcelo Mazzarello), músicos (Manuel Wirtz) y basquetbolistas (Paco Festa), donde el protagonista deja fluir sus explicaciones físicas a cada situación dentro de las técnicas de este deporte. Se emitió por el canal Ciencia TV y Lomardo dejó constancia de su talento no solo como científico sino también al momento de escribir el guión. El mismo puede verse por el canal Youtube, aquí
¿Cuál es el área donde se desempeña en el Conicet este jugador de Los Indios?
«Trabajo en el área de la física cuántica o mecánica cuántica. la que estudia el comportamiento de los sistemas más pequeños como el interior de los átomos. A su vez, tiene relación con otras no tan chicas y tan extremadamente grandes como el universo mismo. Hago ciencia básica no relacionada con tecnología y física teórica; estudiamos diversos sistemas como la materia misma y como interactúa en las partículas», explica Lombardo, un científico que participó como panelista en la televisión en el programa «Científicos Industria Argentina» conducido por el periodista Adrián Paenza, conocido también por su afición y conocimiento del básquet.
Por medio de ese programa y a través de amigos que trabajan en INVAP- Bariloche, pudo ser parte de un hito histórico para el país, como los lanzamientos de los satélites Arsat 1 y 2.
«Estuve muy en contacto con la construcción del Arsat 1, viajé a Bariloche y estar en el INVAP varias veces durante su armado y al momento de su lanzamiento fui invitado para presenciarlo en las Guayanas Francesas. Fue realmente un hito en la tecnología argentina, y si bien no estaba relacionado directamente con mi profesión pero como divulgador de la ciencia ser testigo presencial de algo histórico, en un lugar donde uno generalmente no iría de vacaciones ni un congreso».
Vive en Moreno, está casado con Silvia y tienen un hijo, Facundo, de 17 años, quien fue engendrado en el exterior, pero ambos sin dudarlo decidieron al momento del parto trasladarse al país para tenerlo aquí, y luego retornar a Inglaterra.
Fernando Lombardo, científico del Conicet y jugador de básquet. En el mismo club de toda su vida, junto a viejos amigos, quienes las ganas por calzarse la camiseta de Los Indios postergan a un segundo plano la edad cronológica, las responsabilidades familiares y laborales y vuelven a sentir las mismas emociones de cuando eran adolescentes y picaban la pelota en Moreno.