Padua busca el regreso

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Actualizado: marzo 17, 2015

Julián Musi nació en Casa de Padua; allí se desempeñó como jugador, hasta los 25 años. Luego de un paso por el Sur de la Argentina, más precisamente en Trelew, dirigiendo a Huracán, desde el 2014 regresó al club de toda la vida, con el objetivo de dirigir toda la tira de inferiores. Tras la experiencia en la temporada pasada, donde incluso lograron insertarse en playoffs de Conferencia, arranca una nueva ilusión, ahora con la coordinación integral de Fabio Bonald, quien además será el responsable de dirigir al plantel superior en el Nivel 1.

«Nací aquí, así que haber regresado es un placer, potenciado con la posibilidad de estar junto a las formativas», dice Musi, en la tarde del sábado, luego de haber disputado unos amistosos frente a Estudiantil Porteño, aprovechando la postergación del campeonato, que indica a Institución Sarmiento como rival del debut en Santos Lugares.

«Pudimos concretar tres amistosos; además enfrentamos anteriormente a Caza y Pesca y Argentino de Castelar, todos participantes del próximo TOP 20. Elegimos rivales de esa índole, con la idea de darle otra intensidad al juego, mayor roce. Por esta razón, a esta altura debo calificar el balance como super positivo, porque podemos seguir fortaleciendo los sistemas ante contrincantes de jerarquía».

Cuesta entablar el término «amistoso», cuando se los ve jugar a los Infantiles, Cadetes y Juveniles. Si bien los resultados son dispares, los equipos muestran mucha agresividad en la marca, son pegajosos y logran llevar al oponente a no lucirse.

«Siempre la filosofía e idea de esta institución fue su carácter aguerrido al momento de salir a la cancha, es un sello característico; más aún ahora con Fabio coordinando todo, alguien que en su etapa de jugador reflejaba muy bien ese sentir de la entidad ubicada en el Partido de Merlo, en el Oeste del conurbano bonaerense. «trabajamos y fomentamos en conjunto esa premisa: intensidad defensiva variando mucho las marcas personales, presión todo el campo, asfixiar al perímetro contrario, y sobre todo, correr mucho durante los cuarenta minutos. La intención es lograr que el rival acceda lo menos posible a nuestro juego interno».

Dándole márgenes de error comprensibles a sus infantiles, dedica unas palabras a los sub 17 y sub 19. «En cadetes, al no tener tanta altura, tratamos de rotar mucho al equipo y presionar más que nada a la bola. En juveniles cuesta un poco más, son jugadores con mañas, y quizás conlleva mayor trabajo e insistencia buscando conseguir los mismos resultados. Pero lo positivo está en haber podido sumar gente nueva, permitiéndonos disponer de doce jugadores dentro de la categoría. Si bien rotaré cadetes allí, en la cantidad puedo variar en relación al rival que debamos enfrentar el fin de semana».

Casa de Padua ha estado en la última década la mayor parte del tiempo alternando en los máximos niveles formativos, por eso la pregunta vira en torno si el ascenso al TOP 20 es un desafío concreto a cumplir.

«Con Fabio decimos: no buscamos ascender como premisa única, sino que el deseo va hacia la posibilidad de armar un bue trabajo apuntado a los próximos cincos años, donde si en medio de ese lapso llega instalarnos en el TOP 20, sea consecuencia de un trabajo gradual e integral, con las expectativas de mantenernos allí, y no bajar a la siguiente temporada. Estamos convencidos que si llevamos a cabo un proyecto constante, serio, llegar allí será algo natural».

En ese trabajo con visión a futuro, Musi señala a los minis como el eslabón donde se construirán buenas camadas en el lustro siguiente: «Allí están trabajando Fernando Amago y Francisco Pirani, armando una buena base. Sumado a lo realizado por nosotros, estamos seguro de ver resultados óptimos».

¿Eso significa que Casa de Padua no peleará por ascender?

«Las chances siempre están, y cuando ingresás a la cancha querés ganar y llegar lo más arriba posible. Porque además es Padua, una entidad con nombre y peso, campeón de la B hace cinco años atrás, y estando en la A generalmente realizó buenas campañas. Y sus formativas siempre estuvieron peleando con los poderosos. En nuestra Conferencia la vamos a pelear con nuestros rivales directos, sin menospreciar al resto; Los Indios, Afalp, San Miguel, Ramos Mejía viniendo del TOP 20, incluso Uitarios con gente alta en sus plantillas. Va a estar muy parejo».

Confirmado el arranque el 28 de marzo, Julián aprovechará estos días, donde el club terminará de arreglar el piso de la cancha, con laqueado nuevo, para concretar un amistoso entre los Cadetes y la Primera Femenina de El Talar, dirigida desde este año por el propio Musi. «Es una idea en expansión, me resulta interesante, y si puedo realizarlo, me servirá desde ambos lados».

Casa de Padua arranca el año calendario con un coordinador nuevo, aunque se trate de un hombre del club, y las esperanzas en fortalecer las bases con el firme propósito de codearse pronto con los grandes de Febamba. Como en los últimos tiempos.