Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
En su segunda temporada disputando la tercera categoría del básquetbol nacional, Racing Club se encuentra entreverado entre los equipos de élite en la División Metropolitana, marchando en tercer lugar por detrás de River Plate y el puntero Lanús, pero con juegos pendientes que lo pueden poner en la segunda colocación. Germán Intonio, entrenador un equipo, optó por armar un equipo con experiencia en la categoría y jugadores probados que saben lo que pueden llegar a rendir, es por esto que a la hora de buscar un base armador se inclinó por Alejandro Eiguren, quien viene de jugar el TNA con Temperley y ser campeón del Federal en la temporada 15/16 con el conjunto de Turdera.
En un mano a mano con el departamento de prensa de FeBAMBA, Eiguren charló sobre el presente de la Academia, analizando el juego del equipo y los objetivos del equipo de cara a la recta final de la fase regular de la competencia.
– ¿Qué análisis haces del torneo que está haciendo Racing con una posición expectante en la tabla de posiciones?
– El análisis que hago del torneo es realmente muy bueno, creo que tuvimos picos muy altos de rendimiento que obviamente son difíciles de sostener toda la competencia, pero que a lo largo del torneo tuvimos cierta regularidad que nos permitió estar siempre entre los primeros puestos. Estamos por el buen camino, ratificamos lo que se pensó en la pretemporada que eramos uno de los equipos que se armó para pelear los primeros puestos, pienso que lo importante es que cada partido lo tomamos con mucha seriedad, aunque a veces nos toque ganar y otras perder, nunca perdimos el foco y eso nos permitió mantenernos arriba en casi toda la fase regular.
– ¿Qué es lo que más te gusta de este Racing?
– Hay muchas cosas que me gustan de este grupo y lo más importante es la calidad humana que se logró formar. Obviamente que en todos los equipos que se arman para cosas importantes pueden aparecer roces, pero creo que tuvimos la suerte que a la mayoría nos encuentra en una edad de madurez en la que podemos relegar cosas en pos del equipo y eso es muy valioso, además de difícil de conseguir.
En lo estrictamente deportivo tenemos un plantel muy bien balanceado, con muchos jugadores que pueden aportar ya sea desde los puntos o en el rol que le toque, aceptando la tarea que tiene cada uno en la cancha.
– ¿Cómo se siente jugando con la formación 1-4, con muchos perímetrales y quizás sin tanta presencia en el juego interior?
– La verdad que muy bien, sabemos que no somos un equipo que el poste bajo sea nuestra arma principal, aunque varios puedan jugarlo. Intentamos como premisa mover mucho la bola y tener dinámica, algo que para mi juego me sienta cómodo. En realidad, salvo en la última etapa con Temperley donde jugamos con un pivot definido (Sebastián Chaine), siempre me tocó jugar en planteles que apostaban a las transiciones rápidas, pienso que es cuestión de adaptarse y por los jugadores que tenemos nos sienta mejor jugar cuatro abiertos.
– ¿Cómo fue la decisión de cambiar de aire, dejar Temperley después de siete años, te costó o te adaptaste rápido?
– Fue una decisión muy difícil para mi, pero que ya la venía evaluando, sabía que en algún momento por cuestiones laborales me iba a tener que alejar de Temperley. Por suerte fue todo en buenos términos y sigo teniendo un gran cariño por toda la gente del club, fueron muchos años con muchos éxitos y eso te marca para siempre.
Me incline para venir a Racing porque tengo una gran relación con Germán Intonio, se la forma de trabajar que tiene y su cualidades como entrenador. Cuando me comentó la idea del equipo que quería, armar supe automáticamente que si nos acoplábamos bien íbamos a llegar alto y eso es algo que a esta altura de mi carrera es lo que busco a la hora de elegir.