Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
Luego de la salida de Andrés García, los dirigentes de Ramos debieron rearmar las piezas y buscar un nuevo entrenador para la Primera División de cara a un 2018 intenso y lleno de objetivos. La mira estuvo puesta en Marcelo Travnik, un viejo conocido de la casa, quien no dudó en aceptar la vuelta al Rancho.
Su llegada se definió relativamente rápido luego de algunos llamados de Fabián Henault (por ese entonces presidente de la Sub-comisión de básquet) en diciembre. Días más tarde, se selló el acuerdo con el manager Nicolás Martani y el resto de los dirigentes. “Delineamos el nuevo proyecto de Ramos para este año y los siguientes y, a partir de ahí, nos pusimos a trabajar”, comienza la charla el DT que vuelve al ruedo tras estar un tiempo alejado de las canchas.
“Estaba sin trabajo y a la espera de alguna propuesta, ya sea en Capital Federal o Liga Nacional como asistente. Pero mi idea era dirigir, por eso no dudé en venir a Ramos. Tuvo mucho que ver que ya conocía al club. Estaba convencid que era el momento para volver. Lo tomo como un nuevo desafío”, afirmó Travnik, de último paso por Obras Sanitarias, donde se desempeñó como Jefe de Cantera y años atrás como asistente de Julio Lamas en la Liga Nacional.
Travnik, que se define como un técnico formador de jugadores, tiene como apuesta el fogueo de los juveniles (U17 y U19) y todo indica que apostará sus fichas a la cantera. “Ramos quiere mejorar en la parte de formación y que los chicos del club tengan participación en la Primera y puedan llegar a las selecciones de FeBAMBA o nacionales. Me parece que están en un buen camino, pero hay que trabajar más para que los jugadores se sientan atraídos a venir a Ramos. Tenemos algunos jugadores con buena proyección que jugarán en la Primera”, deslizó.
Proyectos e ilusiones. Ramos viene trabajando hace tiempo en materia estructura y así poder adaptar lo mejor posible al club para competir en el nivel más alto del básquet argentino. No es una tarea sencilla, llevará su tiempo, pero Travnik notó los avances en el Lawn Tennis.
“A nivel deportivo, estructural y dirigencial lo encuentro muy avanzado. Me parece que Ramos está buscando ser un club protagonista en algún momento de la Liga Nacional y participar en los torneos importantes. Ganó el Torneo Federal (2016/17) y tiene la plaza en la Liga Argentina (exTNA). Si decide jugarla creo que puede hacerlo en óptimas condiciones. Desde que llegué acá es como que todos tienen ganas de hacer cosas todo el tiempo”, define.
Objetivos. Con la participación en la nueva Liga Metropolitana (ex Prefederal) y el Torneo de Conferencias, Ramos tendrá un calendario exigente. Travnik lo sabe y planea estar a la altura de las demandas, por eso quiere dejar en claro su estilo: “agresivo en defensa y dinámico en ataque”.
“Creemos que Ramos tiene que ser protagonista en los torneos que participe y estar en los primeros puestos. Nos estamos armando para lograrlo sin dejar de lado lo formativo. Armaremos un equipo competitivo en la Liga Metropolitana y empezaremos a foguear a chicos de U17 y U19”, apunta.
Lo más destacado del equipo de Primera División es que se nutrirá de jugadores surgidos del club. Román Burgos, Hugo Monroy, Hernán Fernández y Facundo Kaneshiro, son algunos ejemplos. Además, se sumarán refuerzos como Matías Aranda, Nicolás Gallo y Santiago García León.
Recuerdos del pasado. Pasaron muchos años desde aquel lejano 2003 en el que Travnik llegó a Ramos junto con Álvaro Castiñeira, contratado para dirigir el plantel que venía de ser campeón metropolitano y soñaba con ascender a la Liga Nacional B en el viejo Regional que organizaba la Confederación Argentina de Básquetbol.
En 2005, a Travnik le llegó la chance de “subir” a Primera tras la partida de Castiñeira a las selección mayor de Capital Federal y estuvo cerca de darle un ascenso histórico a Ramos. “Teníamos un equipazo. Perdimos un sólo partido en la fase regular, pasamos el primer playoff contra Sportivo Ballester, pero el torneo se interrumpió por la agresión un árbitro (Washington Herrera). Se reanudó el año siguiente en Semana Santa y perdimos en semifinales con GEBA de local. Nunca pudimos recuperar el nivel”, recuerda y se lamenta.
En aquel plantel había jugadores de la talla de Andrés Olmedo, Miguel Ricci, Manute Montero, Marcelo ‘Archi’ Perrella y el ‘Gato’ Waltar, entre otros. Hoy, a poco más de 12 años de aquella frustración, el tiempo y Ramos le da a Travnik una nueva oportunidad de saldar cuentas pendientes.
FUENTE: Prensa Ramos Mejía LTC