Madre e hija, una historia de vida en Banco Provincia

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Actualizado: abril 17, 2018

Muchas veces hemos escuchado que el deporte une, que el básquet es una actividad que nos permite compartir emociones y acumular amistades. Pero esta historia en particular, tiene un anclaje mucho más fuerte que el vínculo amistoso.

El vínculo de madre e hija podría decirse que esta signado por los vaivenes emocionales, aunque el afecto lejos de menguar, crece.  Madre e hija están unidas por hilos de complicidad y fortaleza, y en este caso puntual por la pelota naranja.

En este 2018, el Club Banco Provincia comenzó a vivir una nueva experiencia con el básquet femenino y los resultados han sido favorables. Su inclusión en la grilla deportiva de la institución supero las expectativas y muchas chicas se volcaron a jugar a este hermoso deporte.

La llegada del básquet femenino permitió conocer la historia de Fabiana Rinkewitsh y su hija Delfina Rivas, quienes además de ser madre e hija, son compañeras en el equipo de Primera División de Vicente López.

“Fanty”, como la conocen, comenzó a jugar casi de casualidad a los 6 años en el Club Lanús y desde ese momento nació una relación que se volvió inquebrantable y que perdura hasta el día de hoy.

“A mi hermana le habían aconsejado jugar al básquet porque tenía un problema en la espalda. Fui a Lanús y comencé a jugar. A los 13 años, vinieron de Obras a busca a mi hermana y la acompañe con edad de infantiles. Seguí mi carrera en Platense, donde jugué en cadetes y juveniles, y recibí la primera convocatoria a la selección de capital y a la nacional”, recuerda Fanty.

Fabiana y Delfina comparten el equipo en Banco Provincia.

Su carrera siguió en Brasil (se fue a los 18 años), volvió a Lanús, paso por Argentinos Juniors y Sunderland hasta que a los 24 años quedó embarazada y tuvo la bendición celestial de ser madre.

Durante la trayectoria deportiva, «Fanty» se vio obligada a postergarse hasta tomar la determinación de volver a jugar en el Club Teléfonos y al mismo tiempo comenzó a trabajar en el Minibásquet, actividad que desarrolló con mucho esmero por más de un década.

“Me llena de orgullo ver a las chicas que tuve como jugadoras de Mini que hoy compartan una cancha conmigo para jugar en Primera”, comenta “La piba de 50” que tuvo entre otras alumnas a Sofía Aispurúa, Sol Laviero y Lucila Sampietro, todas integrantes de las selecciones nacionales.

Durante este año la determinación de ir a jugar a Banco Provincia trajo aparejada una grata sorpresa de esas que la vida te pone en el camino para que no te olvides nunca más, para que la disfrutes y, por qué no, para que te emociones.

Delfina Rivas no es solo una jugadora de básquet, es la hija de “Fanty”, quien no solo tiene como compañera a sus ex jugadoras, sino también a su hija de 21 años, quien hace 16 juega al básquet, aunque ya desde la panza de su mamá presenciaba los entrenamientos.

Una historia como muchas, por más que para ellas sea única. Un historia de amor por el deporte y por la vida.

FUENTE: Prensa Banco Provincia