Tristán Suárez llegó con objetivos muy firmes

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Actualizado: mayo 10, 2018

Luego de varias temporadas participando en ligas bonaerenses, los responsables del básquet en Tristán Suárez decidieron que era el momento de dar un salto de calidad para sus equipos, además de un ajuste en los costos de traslados. Y fue cuando en el 2017 se inscribieron como un nuevo integrante de la familia FeBAMBA.

Como todo aquel que comienza en la Federación, lo hicieron desde el nivel inferior, en este caso el 3, y desde allí, iniciar su camino, dentro de la Conferencia Sur. Lo realizaron con tan buen suceso, que al final de la temporada 2017 lograron coronarse campeones en las formativas, con la particularidad poco común de hacerlo en las cuatro categorías, desde U13 a U19. Todo un mérito loable y digno de destacar. Al momento de desarrollarse los Final Four con los otros campeones de Conferencias, la entidad ubicada en la calle Remedios de Escalada cobijó a los cuatro torneos, siendo una verdadera fiesta del básquet formativo.

«La idea del cambio a FeBAMBA se debió desde el club a creer era un momento para cambiar una competencia en la cual estábamos habituados, e insertarnos en otra donde existía una mayor cantidad de equipos. Desde ese espacio, aspirar a una competencia más exigente; y el hecho de jugar en la Federación Provincial nos requería mayores costos. En cambio aquí tenemos clubes cerca y de mayor nivel al nuestro», expresa Luis Amundaraín, entrenador de las formativas, quienes entraron con el pie derecho, coronándose campeonas en todas ellas. Al momento de mencionar ese lauro, le quita exitismo y pone los pies sobre la tierra.

«Tampoco es para tanto; pasa que ingresamos al Nivel 3 y veníamos de una A en la Asociación, pero cuando nos mediamos contra equipos de La Plata, estábamos lejos. A nivel local éramos solo dieciséis clubes, y entonces nuestro techo era cercano. No conseguíamos el roce necesario para progresar. Si bien arrancamos en este nivel, siendo un año de adaptación, pudimos salir campeones en las cuatro categorías, junto a dos campeonatos y un sub en los Final Four. Tal vez podríamos estar en un Nivel 2, pero vemos el lado positivo de estar compitiendo aquí, y es que los jugadores que antes se nos iban a clubes del sur, ya quieran quedarse y así poder mantenerlos un tiempo más en el club, lo cual nos permite ser competitivos», afirma.

Desde ese escenario, Tristán Suárez puede sostener y acrecentar su base formativa. Y desde allí, enfocarse en las próximas metas.

«Nos quedaron las ganas de jugar en otro nivel este año, pero el objetivo es llegar al final de la temporada sabiendo que ascenderemos y medirnos ante otros rivales. Si bien te encontrás con algún equipo de cierta categoría y los encuentros son parejos, en otros hay mucha diferencia y no es muy productivo para ninguno de los dos. Esta primera mitad de año la tomaremos como de transición, acostumbrarnos al juego con mas roce y físico; desde esa visión, nos viene bien porque dicha transición es rápida y nos vamos preparando para cuando llegue el momento de estar ante esos rivales de mayor nivel», afirma Luis, quien siempre dirigió en clubes de la Asociación de Esteban Echeverría. En Tristán Suárez es la cuarta temporada, y segunda dentro de FeBAMBA.

Se le pregunta sobre los objetivos con los cuales sentirá parte de sus proyectos realizado.

«Tener muchos jugadores en todas las categorías, y que lleguen a pertenecer en su mayoría a la Primera. Sinceramente, no trabajamos para salir campeones en las formativas, aunque es un aliciente lograrlo; pero buscamos su crecimiento, haciendo amigos, aprender los fundamentos del básquet, y sobre todo, que se mantengan en el club», asegura.

El proyecto, como tantos otros, comenzó con pocos chicos, y hacia allí estuvo la mira inicial, de poder acrecentar el número de jugadores.

«Cada vez tenemos más, y aspiramos a conseguir el armado de una tira B en un par de años; estamos convencidos que en la cantidad de jóvenes, el nivel de competencia interna será mejor. Tenemos buena cantidad en todas las categorías, salvo en U13, donde generalmente son pocos al tratarse de solo un año. Otra de las metas es que los equipos estén integrados por jugadores de su categoría; que si bien puede haber uno bueno de otra, mantener esa idea para conseguir el desarrollo de una mayor cantidad. Algunos de nuestros cadetes y juveniles alternan en la Primera; pero como son una cantidad elevada de fichas mayores, este año decidimos competir en el Flex de Primera con esos U17 y U19, para tomar roce y cuando lleguen al equipo superior, estén habituados a medirse contra equipos con jugadores físicamente más grandes o de mayor experiencia. Veremos si resulta o no la idea que tenemos», explica Luis.

Los jóvenes son todos oriundos de la zona; Tristán Suárez no recluta jugadores, aunque obviamente si alguien desea acercarse es bienvenido. El concepto de esta determinación es que si buscan otros, le quitan los espacios a los chicos que están de pequeños, siendo parte del proyecto inicial, cuando todo comenzaba y estaba en ciernes.

La consulta final es donde está puesta la mira de aquí a algunos años.

«Queremos estar en dos años compitiendo en el Nivel 1, trabajamos para eso. Creemos que desarrollando la cantidad de jugadores, y en base a eso, aumentar la calidad, podremos llegar. Aunque somos conscientes que tal vez no será para pelear arriba, porque en la Conferencia hay muy buenos clubes con trabajos sostenidos en el tiempo, pero si sostenernos en la competencia. Para llegar a eso, desde hace dos años implementamos la preparación física desde U13, porque era una de las falencias que teníamos, el desarrollo físico de algunos chicos para competir en los niveles altos. Ese trabajo lo efectuamos pensando en el 2020, por eso creemos en ese tiempo estar donde apuntamos. Ese en el largo plazo, y en el medio ir viendo los errores por corregir. Queremos ascender, sin aspirar a salir campeones en alguna categoría, y pensando en poder llegar al nivel inmediato, durante el verano nos medimos contra equipos como Independiente o Independiente de Burzaco. Y cuando surjan fechas libres, repetir la experiencia buscando la adaptación», puntualiza.

Tristán Suárez ingresó hace dos temporadas a FeBAMBA. Y trabaja con la idea de insertarse en los niveles altos, para mejorar su calidad y competencia interna.