Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
Michael Saldaña comenzó a jugar al básquet en el colegio Villa María donde estudiaba, en su Lima natal. Allí había un taller escuelita y le gustó desde el primer momento que la vio. El profesor Iván Castro le vio los deseos por aprender, mejorar, y por eso le dispensó los tiempos para canalizar esas ganas. Mucho mas, después del primer día, cuando jamás faltó a un entrenamiento.
Llegó el momento donde tuvo su techo, al no ser Perú todavía un país con este deporte masificado.
«Vine a la Argentina por el básquet, a estudiar, aprender, mejorar y a contagiarme esa pasión que hay aquí y ver cómo se trabaja en este país. Después se dio y tuve la dicha y la oportunidad de poder quedarme y trabajar», comenta Michael en el arranque de la semana, luego de concertar con Prensa la charla, tras el contacto del sábado, donde Gimnasia y Esgrima de Ituzaingó está disputando una nueva fecha de las formativas, en el Nivel 1 de la Conferencia Oeste.
Comenzó como jugador a los ocho años, y lo hizo hasta los veintiuno. A los diecisiete tuvo la experiencia de ser monitor de quien considera su mentor y ejemplo en su vida, Iván Castro Montes («una excelente persona, entrenador y ejemplo para mí», menciona).
«Empecé a enseñar basquet en el colegio donde aprendí a jugar y en otros también; en el 2014 comencé de asistente en Unión Florida y ahora estoy enseñando en el GEI. Siempre quise ser entrenador, siento mucha pasión por este hermoso deporte que me formó como persona», añade.
Sobre su llegada a la entidad de Ituzaingó, comenta:
«Estoy muy contento con esta oportunidad y con el gran desafío de formar a los chicos, y a partir de ahí poder competir y mantener al club en el Nivel 1 de FeBAMBA. Vamos bien, estamos muy motivados y en este camino, mejorando; la idea es formar, competir y así poder mantenernos en el mismo nivel».
Frente a este nuevo desafío, y los objetivo personales como entrenador de las categorías U13 a U17, expresa:
«Primero, viniendo desde un nivel más abajo, estamos compitiendo de igual a igual con todos los equipos, incluso con quienes llegaron del TOP 20. Un poco más un poco menos, pero en definitiva estamos para competir, y eso es importante. Nos hemos acomodado como equipo y sabemos que podemos dar más; en los partidos, vamos a estar más consistentes, y de esa manera poder llevarnos unos juegos más. Por el momento, el saldo es positivo».
Se le pregunta sobre su proyecto traído al Oeste.
«Es a largo plazo, e implica fomentar y masificar el mini, junto al desarrollo a los más grandes para que puedan jugar en la Primera; incluso tener las posibilidades de estar en planteles superiores de otras instituciones. Sobre todo eso, formar personas de bien, con valores desplegados por este deporte. En cuanto a la técnica, llegar a mayores con la mayor cantidad de fundamentos incorporados», señala.
Además de las formativas, Saldaña dirige a la Primera Flex, integrada en su mayoría por los jóvenes de las formativas.
«Tenemos entre cinco y seis jugadores de Primera, quienes son del club; lo completamos con seis o siete cadetes y juveniles. Buscamos foguearlos, sumen experiencia y jueguen con jugadores más experimentados y mas fuertes. De ese modo, puedan aplicar y desarrollar sus fundamentos y conceptos en otro tipo de juego y velocidad».
Gei viene trabajando en un proyecto encabezado desde hace siete años por Gastón Peveri, quien además de coordinador, entrena a la Primera metropolitana, y los U19. En aquellos tiempos, las formativas integraban el Nivel 7, y gradual pero firme, fue escalando peldaños, no solo por las reestructuraciones, sino por el mérito deportivo de mejorar en cada temporada. Y para este 2018, decidieron confiar en Michael Saldaña, quien llegó hace algunos aos desde Perú, con toda la pasión por el básquet, y las ganas de aprender y trabajar. En el oeste, tiene este nuevo desafío.