Oscar Furlong, un símbolo del básquetbol metropolitano

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Actualizado: junio 12, 2018

El lunes trajo una pésima noticia para el básquetbol argentino. El fallecimiento de Oscar Furlong a los 90 años demostró cuánto se valoran con el tiempo a las glorias de 1950. Aquellos 14 campeones del mundo ese 3 de noviembre en el mítico Luna Park expusieron el sacrificio sobre la cultura del deporte como pocas veces se ha visto en el deporte nacional. Un anticipo de lo que sería la «Generación dorada» unos cuantos años más tarde.

«Pillín», como lo conocía su familia y los amigos, nació el 22 de octubre de 1927 e indudablemente ha sido una referencia de Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque. De su mano, y bajo el ala del entrenador Jorge Canavesi, obtuvo seis títulos (1945, 1946, 1947, 1948, 1951 y 1954) en los antiguos torneos de Capital Federal. Imparables por donde se los viera, la conformación del equipo mundialista se gestó en el área metropolitana a través de los inolvidables choques entre GEVP y Club Palermo.

Emilio Gutiérrez, entrenador y sociólogo, lo describe con precisión: «En un tiempo sin cable, sin internet y casi sin televisión, «Pillín» Furlong, Ricardo Primitivo González y todos sus compañeros de selección nacional fueron ídolos deportivos de una población que acostumbraba a llenar el estadio Luna Park para ver básquet».

Esa sorpresa de los Juegos Olímpicos de Londres 1948, aquel que se negó a los Minneapolis Lakers en una NBA prematura por esos años, pero que aceptó viajar hacia los Estados Unidos para sumar experiencia en la Southern Metodist University dentro del básquetbol universitario de la NCAA. El mismo que tuvo el privilegio de destacarse en otro deporte como capitán de la Copa Davis de tenis (1966-1977).

«Los grandes enfrentamientos entre el Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque de Furlong y el Club Palermo de González fueron marca registrada de una época dorada para el básquet de Capital. Furlong jugó en primera desde los 16 años y bajo las ordenes de Canavessi, primero salvaron a su club del descenso y luego no pararon de ganar campeonatos», recuerda Gutiérrez, autor del libro «Básquetbol Argentino. 1956, donde habita el olvido».

Es indudable su huella en Villa del Parque, a cada paso por el club se recuerdan los nombres de Oscar Furlong, Omar Monza, Jorgé Nuré, Raúl Pérez Varela y Roberto Viau. «Todos esos jugadores marcaron una época en Parque», admite Gutiérrez. Y agrega: «Con ellos llegó a la Selección Argentina. Es inevitable mencionar que es campeón del mundo en 1950, campeón del mundo universitario en Dortmund en 1953, con dos Juegos Panamericanos de Buenos Aires en 1951 y 1955, además de descollar en los seleccionados de Capital Federal y participando en la selección en los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1954. Para mí, murió el mejor jugador de esta federación de todos los tiempos».

Se fue uno de los grandes del básquetbol de Capital Federal.

FOTOGRAFÍA: Ligate una Foto – www.ligateunafoto.com