La fiesta del Supermini se vivió fuerte en Los Indios

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Actualizado: junio 26, 2018

La baja temperatura en la mañana dominical, no fue impedimento para el entusiasmo de los chicos que se acercaron a Los Indios y disfrutar de una nueva jornada del Supermini. Junto al anfitrión, Almirante Brown, Villa España y Tristán Suárez, fueron los clubes participantes, quienes le dieron un marco de color a la actividad.

Programada en principio para las diez de la mañana, comenzó un rato después debido al retraso de las dos entidades del sur, hasta el momento donde se dio el salto inicial del primer cotejo. Sucesivamente, fueron transcurriendo los encuentros, con el acompañamiento de padres y familiares en la tribuna de la cancha 2 de la institución de Moreno.

Los niños, además de ser os verdaderos protagonistas en cancha, fueron agasajados en el mediodía con un almuerzo suculento en el Salón de Usos Múltiples, con postre incluido. Luego de ello, retornaron al rectángulo para seguir jugando todos contra todos, dentro de una camaradería que incluyó a entrenadores, padres y los propios jugadores.

El evento se extendió pasadas las 17 horas, con la sensación de haber vivido una jornada espectacular, enriquecedora, y entretenida.

Los entrenadores dejaron sus impresiones, en charla con Prensa, sobre lo sucedido en Los Indios.

«Un balance hermoso, comenzamos temprano y bastante gente acompañando a los chicos; comenzamos jugando, divirtiéndonos, con la posibilidad de enfrentarnos con equipos a los cuales no los vemos durante todo el año. La posibilidad también de jugar con otras reglas, como la posesión de treinta segundos, falta y tiro, por lo que si emboco voy igual a la línea de libres, lanzamiento de tres puntos, la posibilidad de libres luego de la quinta falta. Son cosas que están muy buenas, porque ayuda a la concentración del jugador, a estar atento. No lo hemos trabajado en la semana, solo les comentamos sobre esas reglas, y rápidamente las descubren. Les ayudó a mejorar, porque nos ha pasado en otro partidos donde a los dos minutos cometimos cuatro faltas y ya estábamos en penalización; estos eventos tienen que ver con eso, de ir mejorando aspectos que les ayudan a mejorar como jugadores. Sobre todo eso, la importancia de pasarla bien, divertirse, pasar un domingo en familia, comer juntos, charlar de básquet. Todo estuvo muy bueno». (Astor Urdangarín, Los Indios)

«Para nosotros es todo aprendizaje, nos anotamos para que los chicos tomen una experiencia, poder competir en serio y aprender de cada partido y situación. Somos conscientes de ser uno de los equipos más débiles, y ese era el desafío, que luego de tres año retornados a la actividad formal, disponer de un grupo de chicos con una evolución personal importante. Llegaron sin saber nada de básquet, y en este momento poder jugar conceptos, fundamentos, nos llevó a querer ser parte del Supermini, para saber donde estamos parados. Es también un premio para ellos, de venir a competir, y enfrentar a equipos de gran nivel,  asi sentir que este no es su techo, sino continuar mejorando. En cuanto a las reglas, la chance de experimentar; los sábados una posesión puede durar varios minutos, en cambio aquí no pasan los treinta segundos, por lo que tiene relevancia el saber administrar la pelota en ese tiempo. También el hecho que si le comenten foul, el lanzamiento importa, porque si convierte igual va a la línea de libres. El valorar las faltas personales, porque si cometés la quinta te vas a la banca y ya no entrás. Son tomas de decisiones para aprender y cuando el año próximo sean U13, ya ese concepto lo tengan mejor adquirido. Y con relación a compartir la comida con los rivales, pasa como recién, donde perdimos por un punto, y como almorzamos con ellos, si bien los chicos estaban embroncados por perder, los felicitaron por el juego hecho; y estoy seguro que hubiera sido similar si el resultado era inverso. Comparten cosas, entre cada partido tiran entre ellos y así se crean vínculos que sin dudas los van a potenciar mientras sean jugadores de básquet». (Emanuel Perroni, Almirante Brown).

«La verdad, fue todo bastante pareo dentro de la cancha; en el primer cuadrangular jugado, hubo una mayor disparidad entre los equipos, en cambio ahora, terminaron entre uno y dos puntos de diferencia, por lo que generó entusiasmo en los chicos, al ser partícipes de cotejos con paridad y competitivos. La idea era sumar competencia, por lo que el objetivo se logró. Jugar con estas reglas sirve, cuando me dieron el reglamento y lo leí, me dieron ganas que participen los chicos, porque de esa manera se van preparando para las categorías superiores. Se acostumbran a saber si su tiro vale dos o tres, si meto el tiro cuando me comenten foul voy igual a la línea, se apuran para atacar porque solo tienen treinta segundos. Trabajé eso, puse cinta con línea de tres, y los ice practicar con la reglas en la semana, y asi poder acostumbrarse. El hecho también de venir a un club lejos de casa, implicó juntarnos más temprano, y poder llegar a tiempo; y por suerte nos tocó el segundo turno, sino significaba de madrugar bastante antes. Sinceramente no teníamos plata para un micro, pero por suerte los padres se organizaron, al entender la propuesta y con varios autos pudimos movilizarnos hasta Moreno. Este Supermini permite además, conocer a otros chicos, competir contra rivales que no enfrentás después, y potencia el carácter de los pequeños en poder estar en otros clubes; nosotros venimos de una Federación del sur, con clubes cuyas instalaciones tal vez no son tan fuertes, y llegar a Los Indios, y ver todas estas instalaciones, sin dudas le permite a ellos saber que compiten en una Federación con entidades bien armadas» (Leonel Borda- Tristán Suárez).

«»Está buena la posibilidad de los chicos en poder competir con estas reglas, tomarlas más en serio porque le van a permitir progresar. Es la primera vez que dirijo, porque el entrenador Nico Márquez no pudo venir por enfermedad, y es una experiencia buenísima. Lo importante es que nuestros Minis estuvieron a la altura en todo aspecto, dejando una buena imagen de competencia y conducta. También que hayan disfrutado de una actividad semejante, y regresan a sus casas felices. Venir hasta aquí llevó sacrificios, pero por suerte tenemos jugadores con compromiso y gracias a sus padres, por ayudarlos a estar presente y ser parte de esta fiesta» (Nicolás Quevedo, Villa España).