Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
Club Morón sabía desde hacía varias semanas que el miércoles 1 de abril, la Pre Selección Argentina Femenina llegaba hasta su casa como parte de la serie amistosa contra equipos formativos del TOP 20. Entonces, aprovechó la ocasión, y organizó una doble jornada, añadiendo como plato principal el choque barrial contra Deportivo Morón, con los planteles de primera. El resultado derivó en dos muy buenos partidos, acompañados por una respetable cantidad de espectadores.
En primer turno, las chicas comandadas por Cristian Santander lograron por fin en su quinta presentación quedarse con el triunfo, luego de una tarea sólida, llevando la delantera del tanteador durante los 40 minutos. Dentro de un trabajo colectivo parejo, fue muy buena la labor de Ornella Santana, especialmente al momento de bajar rebotes defensivos, además de sumar 13 puntos.
Sin caer en tonos bruscos, el desarrollo de las acciones lejos estuvieron de ser livianas; las Gigantes pudieron sobrellevar correctamente los embates locales, principalmente por la vía de Franco Bobbio, goleador de la noche con 22. Para destacar, restando 14 segundos y tras errar un jugador suyo el lanzamiento buscando descontar los cuatro puntos de desventaja, no apeló a cortar con falta, permitiendo al seleccionado jugar la bola y consumir así el tiempo restante, como reconocimiento implícito a quien había hecho mejor las cosas, mereciendo quedarse con el cotejo.
Luego llegó el momento del clásico. El anfitrión, con jugadores juveniles acompañados por dos mayores: el base Fernando Lamela Lago y el pivot, reciente adquisición que jugará simultáneamente Prefederal y torneo de Conferencias, Emanuel Sayal. Del otro bando, el Gallito con el cubano Radbel Hecheberria y Javier Manute Montero como líderes de un plantel dispuesto a dar el zarpazo en el certamen, reforzado convenientemente luego de obtener el ascenso al Nivel 1 la pasada temporada.
Aquí si las acciones fueron más ríspidas, el juego con mayores fricciones, ciertos cruces verbales entre caudillos rivales, y un desenlace favorable al local, rompiendo definitivamente el tanteador a falta de tres minutos, cuando estableció una ventaja de doce, sabiendo administrarla hasta el pitazo final. Un 64-53 dejando la certeza que al momento de jugar por los puntos, serán encuentros con altísimo nivel emocional dentro y fuera del rectángulo.