Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
A pesar de no estar en la Liga Nacional, de hecho su última participación fue en el 2006, River Plate continúa siendo una referencia dentro del básquetbol metropolitano en materia formativa, con un Minibásquet que cuenta con buenas cantidades de chicos tanto en lo que es su equipo formal como también en el equipo Flex.
Fabián Cubito es desde hace cuatro años el coordinador de toda el área del minibásquet, volcando toda su experiencia dentro del básquet como entrenador y formador en los más chiquitos, llevando adelante una tarea que requiere de mucha organización y responsabilidad para poder cumplir con los objetivos trazados.
«Tenemos una escuela de básquet desde hace cuatro o cinco años que ha sumado muchos chicos al club, tenemos alrededor de setenta chicos en la escuelita y unos treinta como federados contando U13, lo que hace un gran número en cantidad y pienso que es la máxima que tiene River en los últimos diez años», afirmó Cubito sobre el semillero de River, mostrando un buen flujo de chicos en un deporte que se encuentra a la sombra del fútbol en la institución.
Con respecto a la preponderancia del fútbol en River y la posibilidad de que el básquet pueda ser una alternativa a aquellos chicos que se acercan a la entidad, Fabián argumentó: «La mayoría al club viene por el fútbol, ahora cuando en el fútbol los dejan vienen al básquet y en otros casos los padres los van pasando por cada deporte, transitan el anillo con voley, handball, básquet y por suerte son varios los que eligen nuestro deporte».
El Instituto River Plate suele otro afluente de chicos que se acerquen al deporte, ya que de por si el colegio River es con orientación deportiva y si bien la mayoría sueña con pisar el verde cesped y ser futbolista, el básquet está presente para intentar captar alumnos que se sumen a la «pelota naranja».
«Al ser deportivo el colegio, los chicos cuentan con horas de básquet, nosotros tenemos profes del club en el instituto y ellos invitan a los niños a que se sumen o que prueben con el básquet por fuera del colegio. Generalmente a los alumnos que les gusta el básquet en la escuela después les gusta en el club», explicó el coordinador.
En la última temporada del Torneo Federal, River alcanzó las semifinales y estuvo a un paso del ascenso a la Liga Argentina con un equipo modesto que supo amalgamar su química y hacerse fuerte con el correr del torneo. Ese buen momento se vio reflejado en el apoyo masivo que tuvo el equipo durante la competencia, sobre todo en el tramo final de playoffs, lo que directamente repercute en el básquet formativo, siendo la primera división un espejo donde mirarse para aquellos chicos que se inician en el «mini».
«Tenemos una movida con los chicos que vienen y comparten el vestuario con los jugadores de primera, hacen la entrada en calor con el equipo y eso los motiva, alienta a que los padres vengan. El año pasado fue muy bueno de la primera tanto la formal de capital como la profesional y eso genera un entorno motivacional que es lo que viene ocurriendo en River y la verdad que está muy bueno para lo que es la disciplina dentro del club», indicó.
Un grande que crece en el básquet, con mucho trabajo a pulmón y una organización notoria, River apuesta a la formativo para afrontar un desarrollo importante que se pueda ve reflejado en la primera división, anhelando algún día la vuelta a la Liga Nacional.