Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
«En el 2003, jugando en los juveniles de Banco Provincia un partido en La Bombonerita contra Boca, estaba mirando ese partido Carlos D’Aquila (fallecido hace relativamente poco), quien era representante de jugadores que llevaba a Europa. Una vez terminado dicho partido, me habló de la posibilidad de ir a jugar afuera y si estaba dispuesto a hacerlo, a lo cual respondí que era mi sueño».
Rodrigo Monier llegó hace un rato de entrenar en el Basketball Lamezia, equipo de la serie B italiana; salvo un lapso donde retornó a la Argentina y defendió las camisetas de varios conjuntos,entre ellos de clubes ligados a FeBAMBA, su vida en estos tres lustros tiene el sello de jugar profesionalmente en la península itálica.
«Pero como tenía que tramitar primero la ciudadanía italiana, por parte de mi madre, no fue hasta el 2004 que tuve mi primera chance de emigrar. Sin embargo, por cosas del destino y del deporte, tuve una lesión tres semanas antes de partir y no pude viajar. Pensando que el tren se había pasado, trabajé duro muchos meses, y en agosto del 2005 llegó otra posibilidad desde Italia»,agrega, siendo el Panda Servizi Lucera su primer destino.
Y mal no le fue en su primer año en el Viejo Continente. «Me hospedé en una casa con otro chico de Argentina, Pedro Rubbera, un cordobés con el cual nos hicimos muy amigos; también estaba en el equipo otro argentino , el gran Eduardo Mazzella, con pasado de Liga Nacional. Ese año teníamos un gran equipo y ganamos la C Regional ascendiendo a la C1 Nacional», rememora.
Con respecto a la adaptación a una nueva cultura, subraya: «Fue una experiencia hermosa. Hice un curso cuando supe que viajaba, de tres meses de italiano, aunque una vez allí, igualmente costó un poco el idioma. Pero al cabo de unos cuatro meses, donde cambiás el chip, ya te familiarizas con algunas palabras».
Tras su comienzo en el Panda, su recorrido indica pasos por Martina Franca, Palmieri, Juve Trani, Pallacanestro Contigliano, y un retorno al país. «Esa etapa en Argentina se debió en gran parte a la crisis fuerte que tuvo Europa, donde muchísimos equipos del ascenso se retiraban y fundían. Fue muy difícil encontrar equipo, además cambie representante en el medio y bueno, justo llegó una buena oferta de mi país y la tomé. Como un plus, puedo decir que estuve cerca de mi familia lo cual es lindo»,comenta.
Los Indios de Moreno, San Lorenzo de Chivilcoy, Sportivo Escobar y Villa Mitre fueron sus pasos por el Torneo Federal. Como él mismo lo explicó, pudo estar cerca de Juan Carlos y Alicia, sus padres, además de Diego, Ezequiel y Jimena, sus hermanos, quienes residen en San isidro.
El retorno a Italia, para sumarse al Basket Manfredonia, Andrea Pasca Nardo, y desde el 2016, en el Lamezia. Comenzó a jugar este deporte a los seis años, en San Fernando, y hasta los 16 se desempeñó como escolta, momento donde comenzó a alternar con la posición de base. A los catorce pasó a Banco Provincia hasta juveniles, cuando partió a Europa.
«Vivir haciendo lo que uno ama es lo más gratificante. Sentirse un profesional, cuidarse, entrenar todos los días, doble turno, es algo hermoso», afirma detallando sus años como basquetbolista.
Tiene 32 años, es soltero, y desde hace dos, además del básquet, trabaja para una empresa de turismo online. «Es un emprendimiento que me hizo conocer Ariel Svoboda (jugador surgido en Ramos Mejía LTC), y que me gusta mucho. Trato también de combinar el deporte con los viajes; algo muy lindo», expresa con entusiasmo.
Finalmente, al consultarle sobre sus proyectos en elhorizonte personal, dice: «Mis objetivos futuros en lo inmediato, es seguir jugando en Italia, sin cerrar la puerta a cualquier eventual cambio de aire. Y trataré en lo posible de estudiar algo relacionado al deporte».
Rodrigo Monier, uno de los integrantes de la Legión surgida en FeBAMBA, mostrando sus talentos por todo el planeta básquet.
FOTOGRAFÍAS: Davide Graziano – cittasport.it