Federico Copes, una ilusión que viaja a México

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Actualizado: octubre 3, 2018

Las oportunidades deportivas a veces suelen llegar temprano, tan temprano que queda poco espacio para la asimilación y la reflexión sobre que camino elegir, aumentando su dificultad cuando se trata de un adolescente de 16 años, quien debe apoyarse en el entorno familiar para poder determinar en conjunto un próximo paso que marcará una etapa en su vida.

Por estos días, está en auge un documental (Jugando con el Alma) que cuenta como se forjó la «Generación Dorada», el sacrificio y la determinación que tenían en su adolescencia aquellos chicos que cambiaron la historia del básquet argentino y a pesar de ser muy jóvenes todos, cada uno de ellos tenía su camino decidido.

Y como todo cambia, las nuevas oportunidades a basquetbolistas argentinos van llegando y para Federico Copes su chance llegó ahora, después de ser parte de dos procesos formativos con la Celeste y Blanca (Torneo U16 en Turquía y Copa del Mundo U17 en Rosario), el escolta de Los Indios de Moreno escogió que su próximo destino sea la Academia NBA en México. Con apenas 16 años y toda su proyección como basquetbolista, el nacido en el Oeste del conurbano traslada todas sus ilusiones a centro américa, priorizando el complemento del estudio por sobre otras opciones en el viejo continente, sabiendo con los pies en la tierra que además de jugar también hay que estudiar.

A la hora de conocer un protagonista a temprana edad, en pleno desarrollo, también es interesante saber como es su entorno, conocer que es lo que se transmite en el seno del hogar y como toman este vaivén de emociones por el progreso del niño como jugador/persona y por la partida del hijo tan rápido de casa. Roxana Romay, es la mamá de Federico Copes y quien charló con Prensa FeBAMBA para contar los entretelones de como se fue dando todo esto y como viven la situación de tener un hijo a punto de dar el salto internacional.

«La verdad que se dio todo muy rápido, primero el viaje a Turquía, después las concentraciones para el Mundial U17 que pensábamos que no iba a quedar por ser más chico. Fue muy lindo, muy emocionante cuando quedó y verlo con la camiseta Argentina, fue una linda experiencia para todos tanto para él como para nosotros que lo disfrutamos a la par desde afuera», comentó Roxana para darle un inicio a el relato sobre el momento de Fede Copes de cara al futuro.

El plano internacional para las jóvenes promesas se dan circunstancialmente por un torneo de selecciones, buenos rendimientos, sumados al potencial físico llaman la atención de los famosos «cazatalentos» y sobre esa cuestión la máma de Copes indicó: «Lo de México se dio después de que el viajó con la selección a ese país (disputó el Americas Team Camp, un campus organizado en conjunto entre la NBA y FIBA) y lo vieron jugar, lo invitaron a entrenar y formar parte del equipo. Lo pensamos mucho, fue una decisión muy difícil y creímos en conjunto que era lo mejor para finalizar su etapa formativa y luego ver que puerta se abre».

Sobre lo que le costó al surgido en Los Indios de Moreno dar el si a la aventura méxicana, Roxana explicó un detalle crucial:»Al principio Fede estuvo medio reticente en ir a México por el tema del estudio, tenía otra idea de lo que iba a ser lo de la Academia. Después de una charla con Francisco Farabello que está jugando en la Academia de Australia le hizo cambiar de parecer, le contó como era el trato, como se entrena en esos lugares, los trabajos personalizados que tiene cada jugador y fue ahí nomas que se entusiasmo con la idea de viajar».

La pasión por el básquet desde chico, lo llevo a Copes a completar una frase que los niños suelen decir a menudo cuando aman un deporte. «Mamá yo voy  a ser jugador de básquet, esa fue lo que me expresó siempre Fede y cuando vi  como pintaba todo esto y las posibilidades que se abrieron le dije que lo iba a apoyar, pero que mínimamente me terminara el secundario», describió Roxana sobre el deseo Federico.

«Como madre la elección de ir a México es importante porque se asegura terminar los estudios, ya que como parte del programa los preparan como para entrar a una universidad, más allá que después elijan otro camino. Esa opción nos orientó a nosotros como papás a darle nuestra opinión poniendo como prioridad que pueda estudiar además de jugar», agregó.

El club que lo forjó y los seleccionados son pilares importantes en la corta historia que continúa escribiendo para su carrera, con la ilusión bien latente de llegar a ser profesional. Sobre estas etapas de Los Indios y el selecciones de FeBAMBA, Roxana se mostró muy agradecida: «Del club Los Indios no tengo más que palabras de agradecimiento, él se formó ahí, siempre tuvo un espacio para estar, saliendo de la escuela y yendo al club a pasar casi todas las tardes, se transformó en su segundo hogar, llevándose montones de afectos de la institución. Con respecto a la Federación, pienso que lo de los seleccionados de FeBAMBA fueron muy importantes para su desarrollo como jugador, aprendió mucho en cada proceso y creció mucho en su juego, con la guía que tuvo siempre en Carlos Ballester, una persona que se brindó en todo momento por si Fede necesitaba algo, a partir de esos gestos no tengo otra cosa que ser agradecida con FeBAMBA por como lo trataron».

Una historia que viene creciendo en cada capítulo y como pasa en casi todos los casos, un buen apoyo familiar repercute directamente en las posibilidades de cada proyecto de jugador y Federico Copes tiene en su familia un bastión fundamental para poder afrontar el desafío de la Academia de México, sin otra cuestión que la de aprender y disfrutar.

FOTOGRAFÍAS: Gentileza Leo Genéz (Portada) y FIBA