Colón de Temperley apuesta por el semillero

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Actualizado: diciembre 4, 2018

Colón de Temperley es uno de los equipos del Sur del Gran Buenos Aires, que convive con equipos, que por su historia y presente, tienen más atracción en la zona. En el club se trabaja para seguir creciendo y que los chicos continúen representando los colores con los años, pasando por todas las categorías.

Federico Brianso es uno de los entrenadores del Minibásquet en la institución y contó cómo es el hecho de tratar de captar y formar a los chicos de la zona, para que los representen: «Se hace difícil captar chicos por la zona en la que nos encontramos. Hoy en día tenemos clubes como Lanús, Temperley y Gimnasia de Lomas, que están atravesando buenos momentos. Cuando un chico crece deportivamente se va a probar a esos equipos y es una realidad que vivimos. Pero lo tomamos como un trabajo nuestro, porque significa que estamos haciendo las cosas bien y en cierto sentido empezamos a ser un semillero de la zona. La idea, sin embargo, es que se puedan ir quedando y poder hacer crecer el club».

Brianso explicó que es un problema la cantidad de chicos con la que cuentan, pero con lo que tienen pudieron lograr grandes resultados: «Pudimos llegar a la final de U13, después de un trabajo de dos años con los minis en el club. Así que estamos muy contentos con el trabajo que realizamos en las formativas. Pero por otro lado tuvimos un año irregular porque a veces no pudimos completar Premini y Mini. Pero gracias a estos encuentros se sumaron muchos chicos y es algo que ayuda al Minibásquet, principalmente para no perderlos en otros deportes, para poder sumar chicos a las categorías y es un crecimiento muy importante para nosotros», expresó en referencia al Encuentro realizado en Country CIB, el último fin de semana.

Fortalecer la identidad del semillero es uno de los objetivos del club y Brianso detalló algunas de las acciones para lograrlo: «La identificación con el club es parte del trabajo para que se queden. Por ejemplo, este fin de semana vamos a tener una pijamada en el club, para que los chicos puedan empezar a compartir ese tipo de actividades nuevas. Con esto, queremos seguir trabajando para que ellos se puedan quedar en el básquet. Además de lo externo, nos viene bárbaro participar de encuentros para que puedan seguir jugando. Este es un trabajo que cuesta, por el tiempo que toma desarrollar a un chico, pero a la larga uno sabe que da sus frutos y la satisfacción es enorme».