Burzaco volvió a sentir el calor del clásico

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Actualizado: diciembre 5, 2018

Separados por diez cuadras de distancia, pero unidos por la pasión del básquetbol, Independiente de Burzaco y Burzaco Football Club, después de mucho tiempo, volvieron a encontrarse en instancias definitivas de un torneo oficial de FeBAMBA, teniéndose que remontarse esta historia a fines de los noventa.

Con casi veinte años sin tener la sensación de definir mano a mano un playoffs, los dos clubes de Burzaco se enfrentaron por una de las semifinales de la Copa de Oro de la Conferencia Sur, en busca de dirimir un pasaje a la final. Más allá del resultado, triunfo y clasificación de Independiente por 2 a 0, las parcialidades disfrutaron de un clásico con todos los condimentos, buen nivel de básquet, acompañamiento de la gente (más de 300 personas en cada juego), color en las tribunas y la nota saliente, sin violencia, entendiendo uno y otros que se estaba jugando simplemente un partido de básquet.

Independiente afianzó su buen momento desde hace un par de años para acá y obtuvo la clasificación tras dos triunfos muy trabajados, sobre todo el último donde se impuso en rodeo ajeno por la mínima 80-79 de la mano de un perímetro muy picante personificado en Ramiro Gavilán, Facundo Mosquera y Federico Isasa, quienes se mostraron muy sólidos desde los 6,75 para sacar adelante la serie.

«Apenas nos enteramos que jugábamos contra el ‘Fobal’ nos pusimos muy ansiosos, queríamos que lleguen los días de partidos, una sensación que se propagó en la gente, que nos acompañó en gran número tanto de local como de visitante. Hacía mucho que nos cruzábamos en estas instancias, en mi caso nunca me enfrenté contra ellos en primera división, más allá de algún amistoso y la verdad que es una sensación muy linda jugar un clásico, sobre todo para muchos de nosotros que somos surgidos en del club», enfatizó Facundo Mosquera, autor de seis triples en el segundo punto y artífice de la clasificación «roja».

Si se habla de personas representativas de Independiente, el entrenador del equipo, Omar Bruch es palabra autorizada con un sin fin de temporadas al frente del plantel superior. En relación a la importancia que se le dio a este enfrentamiento, el coach indicó: «Cuando se confirmó que teníamos que cruzarnos con Burzaco se generaron muchas sensaciones en nuestros jugadores. Ansiedad, motivación, ganas de tomarnos una especie de revancha, ya que el ‘Fobal’ siempre formaba equipos más fuertes, con jugadores reclutados, mientras que en Independiente siempre nos manejamos con los chicos del club. Mi trabajo esta semana fue mantener la calma, bajar un poco los decibeles para que la ansiedad no se transforme en nerviosismo y se sientan presionados».

En los últimos tres años Independiente viene haciendo grandes campañas, en el 2016 ganó la Copa de Plata en la Conferencia Sur, en el 2017 disputó la Copa Metropolitana, máxima categoría y este año ya está instalado en la final de la Copa de Oro, a la esperar de comenzar la serie ante Lanús.

En relación a lo que viene siendo este trabajo, Bruch expresó: «El proyecto que teníamos pensado cuando volví al club se fue cumpliendo paulatinamente. Se les exigió a los chicos mayor compromiso y esfuerzo para mejorar no solo en lo basquetbolístico, sino también físicamente, como así también el comportamiento dentro de la cancha. Estamos muy contentos con este grupo, son chicos que tienen un gran arraigo y cariño por el club, lo cual le da un plus al rendimiento en cada partido, la química que tienen ellos se traslada de adentro hacía afuera, por eso es que la gente de Independiente acompaña en cada partido».

FOTOGRAFÍA: Gentileza Federico Fester