Boulogne avanza

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Actualizado: abril 16, 2015

Luis Pérez es el entrenador de las formativas del Club Atlético Boulogne y cuenta con orgullo que durante la presente temporada gran parte del equipo de primera son jugadores formados en dicha institución. Por otra parte, habla sobre objetivos, metas y cómo logran que los chicos sientan que el club es su propia casa.

– ¿Cómo trabaja el club para atraer a los chicos?
-Este ciclo comenzó en 2011. En los primeros años recorrimos colegios de la zona y (con el permiso de las autoridades) en la salida le entregábamos folletos que promocionaban nuestra actividad. En la actualidad les pedimos a nuestros jugadores y a sus padres que inviten a sus compañeros, hoy la recomendación de nuestros jugadores es nuestra forma de captar.

– ¿Hace cuánto tiempo trabajas en formativas y cómo logras que los jugadores tengan una continuidad dentro de la institución?
-Trabajo hace 29 años, a este proyecto me incorporé en 2011 y le aporté organización al trabajo deportivo que venía desarrollando Walter Servente. El objetivo primordial fue que jueguen el máximo de jugadores que permite el reglamento, aún cuando ello nos haya significado perder algo de competitividad. Los chicos primero son amigos que comparten una actividad, ese lazo de amistad es el amarre más fuerte que se puede conseguir.

– Los jugadores de la primera división salieron de las formativas ¿cómo lograron eso?
-Este año prácticamente un 90% si. Siempre les hicimos saber que ese era el objetivo final. Los concientizamos que la competencia es contra ellos mismos (sin comparaciones), cada uno trabaja para ser el mejor posible. Son un grupo espectacular. Escuchan todo, los entrenadores que pasaron por nuestro club – Gianmarino, Gonzalez y Cerbino – les dejaron sus enseñanzas. A ello le agregamos charlas con nutricionista y el kinesiólogo Leonardo Solorzano. Este año sumamos un preparador físico Jhonatan Pinhas. Algunos sumaron experiencia el año pasado entrenando con Calvi, Kuchenmeister, Urabayen, Leal y Pérez (que este año continúa). Nosotros le dimos lo necesario, ellos pusieron cuerpo y alma, el mérito es de ellos que escucharon y pudieron absorber las enseñanzas.

– ¿Cuáles son los objetivos en las divisiones formativas?
– Queremos que nuestra actividad sea masiva. Generar grupos de amigos, que aprendan a jugar el mejor básquet posible. Ser serios y responsables a la hora de entrenar o competir.

– ¿Cómo se compite a día de hoy contra toda la tecnología que los chicos tienen al alcance de su mano donde prefieren quedarse jugando a la Playstation o en la computadora?
– A pesar de tener un espacio reducido y las molestias que nos generan, intentamos que al costado de la cancha jueguen antes y después de la práctica sus picados, eliminadores y volcadas en los aros de mini básquet. Se enganchan muchísimo. Los días de semana se quedan hasta 2 horas compartiendo ese pequeño lugar. La experiencia nos dice que si los dejamos jugar libremente se olvidan de la tecnología, al menos por unas horas.