Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
La semana pasada, el club Arquitectura llevó a cabo un campus de mejora individual con todas sus categorías de inferiores (desde premini hasta U23) en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo que tiene la Universidad de La Punta en la provincia de San Luis. Allí, durante ocho días, los chicos de la entidad capitalina hicieron su puesta a punto previo al comienzo de la competencia oficial.
El entrenador Carlos Gómez, quien dirigió al combinado U15 de FeBAMBA en el último Campeonato Argentino, contó cuáles fueron los trabajos que desarrollaron en tierras puntanas, y le dio importancia a los recursos que da un centro de este calibre.
«Trabajar en un Centro de Alto Rendimiento es el ideal que cualquier entrenador desearía para realizar su actividad», empezó Carlos. «Entre los beneficios que ofrece, destaco el tener a los jugadores concentrados en la actividad durante toda la estadía y poder disponer de tiempo y recursos que en otro lugar es imposible tener», continuó el DT.
«Durante esos días, la planificación que llevamos a cabo en el apartado de técnica individual consistió en centrarnos en el drible, tiro y diferentes finalizaciones, y algunos aspectos defensivos. En cuanto a la preparación física, Guido, nuestro profe, se centró en la fuerza, apoyos, equilibrio y circuitos aeróbicos y anaeróbicos», detalló Gómez.
Los jugadores también brindaron su testimonio. Ariel, de la categoría U23, comentó lo siguiente. «Fue una experiencia muy buena y a la vez nutritiva para todos nosotros, tanto como jugadores como personas. Lo que más me gustó fue la química que conseguimos todos, desde U23 hasta preinfantiles. Hay una integración notable entre todas las categorías», señaló.
Teo, jugador de segundo año de infantiles, manifestó su alegría por haber formado parte de una gran semana junto a sus compañeros y entrenadores. «El campus me gustó mucho porque hicimos lo que más disfrutamos que es jugar al básquet. Estuvimos todos los días con amigos entrenando», concluyó.
Por último, Manu, perteneciente a los preinfantiles, destacó lo que significó practicar en un centro de alto rendimiento deportivo. «Tuvimos un montón de recursos que no tenemos en el club y con eso pudimos entenar y mejorar física y mentalmente. Además, lo pudimos disfrutar con amigos», mencionó.
Por otra parte, Diego Dagotto, miembro de la Subcomisión de básquet de Arquitectura, expresó cuáles fueron sus intenciones al organizar el campus. «La idea de esta Subcomisión es apuntar al desarrollo formativo de todos los chicos. Les dimos oportunidad de tener la experiencia de vivir como profesionales en instalaciones de primer nivel como es el Campus de la ULP y con una gran exigencia física», expresó y siguió.
«A los chicos los ayuda a madurar y crecer individualmente. Aunque no se hicieron trabajos por categorías, no hubo tácticas de juego ni estrategias de equipo, sino como mejoras personales, sí podemos afirmar que sirvió mucho para afianzar la identidad de club, pero sobre todo en los lazos interpersonales. Es muy gratificante, además, ver a jugadores de muy diferentes edades compartiendo una cancha y la misma pasión por el básquet», finalizó Diego.