“Trabajamos en silencio para que el éxito haga todo el ruido»

Tras ocho años de dirigir únicamente básquet en silla de ruedas, Gonzalo Seibane llegó a Nolting de Ciudadela en abril de 2016 para comandar la Primera División Femenina, con quienes salió campeón esa temporada y la siguiente. Como consecuencia del bicampeonato, el año pasado, Javier Trímboli, coordinador del deporte y hasta ese momento entrenador de inferiores y primeras masculinas de la entidad, junto a la comisión directiva, le ofrecieron hacerse cargo de las categorías superiores de caballeros.

“El 2018 fue sin dudas espectacular. En mi vida nunca había estado a cargo de categorías de primera división masculinas, sólo dirigí formativas en mi club de toda la vida, que era el Club Atlético El Palomar”, indicó Seibane, y sostuvo que Javier le señaló que los equipos necesitaban un cambio. “Entonces lo primero que hicimos con el club fue sentar las bases del proyecto: conservar los equipos y la gente del club y tratar de llevar el promedio de edad de esas categorías lo más bajo posible sin dejar de tener jugadores referentes y de experiencia, para que la transición sea adecuada. Muchos tenían las intenciones de colgar las zapatillas, pero el cambio generaba mucha intriga y expectativa por lo que había conseguido con el femenino en los dos años previos”, recordó Gonzalo.

Con mucha curiosidad por parte del plantel, Seibane continuó: “Comenzó la pretemporada el 4 de febrero, donde tuvimos una reunión con todos los jugadores de la temporada anterior, y con todos los que habían dejado de jugar, pero el mensaje que dimos fue claro: ‘Empieza una nueva etapa, un nuevo desafío, y lo más importante es que todos van a estar en la misma línea de observación. Bienvenidos a la gran competencia sana que debe haber para mejorar’. Creo que eso fue lo principal para que el año se desarrolle de tal manera”.

Y así fue, porque los equipos de Nolting dieron que hablar en todos los torneos que disputaron, pero principalmente en el Flex, donde quedaron eliminados en el Final 4. “Vamos a trabajar en silencio para que el éxito haga todo el ruido», fue lo que Gonzalo expresó ante los dirigentes, y claramente ocurrió en esa categoría, donde participaba un plantel compuesto por 18 jugadores, lo que obligaba a que descansen seis en cada partido.

“La gran química y sinceridad que les di fue la clave para que todos entendieran las decisiones”, explicó Gonzalo, y agregó: ”Comenzó el torneo y cuando nos dimos cuenta le habíamos ganado a muchos candidatos. Terminamos perdiendo solo dos partidos en toda la fase regular, de visitante. Cuando nos enteramos que sólo nosotros y Porteño pasábamos al Súper 20, ya el club lo tomó como un logro, y a pesar de todos los elogios que recibíamos de los rivales por el notable avance, que no sólo se veía en los resultados, sino en el estilo de juego, llegó el momento de ver si realmente el equipo estaba para afrontar cosas mayores. Ya no había margen de error. Dejaron todo y estoy orgulloso”.

Este año, los desafíos continúan apareciendo en la vida de Seibane, que comandará las riendas desde los U15 hasta los equipos superiores, además de la primera femenina. “Lo tomo como mucha responsabilidad, pero no me asusta sino que los desafíos sacan los mejor de mi y me potencian, me siento cómodo trabajando bajo presión”, sintetizó. En el Flex, Gonzalo resaltó que la vara quedó muy alta, pero la ansiedad de superarla está intacta, mientras que en la Primera de Conferencia el objetivo será la Copa Metro o de Oro.

Por último, Nolting cumplió el sueño del piso flotante, y Gonzalo se refirió a la remodelación como la “frutilla del postre”. “Las modificaciones de la cancha nos hacen más visibles aún y la verdad que el club está quedando soñado. Era lo que faltaba para que incremente la cantidad de jugadores en todas las categorías, estamos orgullosos de eso”, remarcó, y destacó: “A nivel básquet ya estamos soñando más de cerca con una Tira B completa, y en un futuro no muy lejano, en una categoría Sub 23 y, por qué no, con un lugar en la Liga Metro”.