River, a un paso de coronarse en +50

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Actualizado: noviembre 7, 2019

Si bien queda una fecha para que termine el campeonato de dicha categoría, el conjunto de Núñez fue contundente en la fase regular (9-0) y se aseguró tanto el asenso como el primer puesto en la zona «B», con solo presentarse este martes ante Tres de febrero «B».

«Era el objetivo y sabíamos que habíamos armado un plantel con estas aspiraciones. Lo estamos viviendo como adolescentes porque son vivencias que uno no tiene una conciencia si se pueden repetir o no», expuso Martín Levin, jugador y DT.

Y agregó: «Dar una vuelta olímpica, cortar una red, hacer una ronda para festejar el triunfo que nos aseguró el virtual campeonato, son cosas propias de los jugadores de básquet y eso lo pueden hacer desde mosquitos hasta nosotros, como lo estamos demostrando. Estamos felices de la vida y disfrutando este gran momento como tal».

Haciendo foco en las claves para este logro sostuvo: «Tener un equipo equilibrado en todas sus líneas. Realmente hemos tenido dos jugadores determinantes a lo largo de toda la temporada, que fueron nuestros pivots, los ‘twins towers’ – Sergio Criado y Alejandro Maniera-, han sido vitales e incontrolables para los rivales. Muy importantes en defensa porque son como faros defensivos que hay que superar para llegar al aro. A partir del equilibrio que nos dan sus cuatro metros en la llave, después tenemos buenos tiradores, estado físico y buena energía. Más allá de lo basquetbolístico tenemos una base muy sólida de amistad».

Con relación a cómo se conformó el grupo manifestó: «Con mi amigo Andrés Inaebnit, que nos conocimos en el 95′ en la UBA, fuimos incorporando jugadores que con el tiempo se convirtieron en amigos, como es el caso de Diego Alonso Timonel». «El básquet es nuestro hilo constructor. Hemos viajado a ver a Manu Ginóbili, a los Juegos Olímpicos y a torneos tantos nacionales como internacionales. Siempre estamos buscando cosas que nos conecten con la naranja y la amistad, inclusive ensamblando a nuestras familias en cumpleaños o en momentos duros. Es grandioso porque uno a los 50 años quizá no piensa en seguir haciendo amigos pero a partir de la naranja los hemos hecho para toda la vida», se explayó.

Para cerrar explicó: «A esta edad si no compito con amigos no lo hago. Por más que uno se pelee dentro de la cancha, porque todos tenemos caracteres disimiles, suena la chicharra y nos reímos, nos criticamos, nos burlamos. A esta altura de la vida no se concibe el básquet sin amistad. Nos encanta ganar más allá de la edad pero sobretodo nos gusta tener grandes amigos con quien compartir una cancha».