Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
La Selección Argentina de básquet conquistó su mayor logro en Atenas 2004, al consagrarse campeón de los Juegos Olímpicos disputados en la ciudad griega. Entre los 12 jugadores del plantel que dirigió Rubén Magnano, hubo nueve que jugaron en clubes de FeBAMBA, antes o después del título olímpico. A continuación repasamos sus trayectorias por el Área Metropolitana.
Con sólo 16 años, Andrés Nocioni llegó a Racing en 1995, para afrontar una nueva temporada de la Liga Nacional, en lo que sería el debut profesional de una leyenda del básquet argentino. Pese a su juventud, el Chapu tuvo gran participación en ese equipo de la Academia, que terminó en el antepenúltimo lugar. El oriundo de Gálvez, Santa Fe, promedió 6.0 puntos y 1.5 rebotes en 13.4 minutos en cancha. La siguiente campaña se mudó a Venado Tuerto para jugar en Olimpia. Fue la única experiencia metropolitana de Nocioni. Al día de hoy, uno de los sectores del Centro Deportivo de Racing lleva su nombre.
FOTO: Prensa Racing.
Otro de los que inició su vida deportiva en Buenos Aires es Luis Scola. Con sólo siete años, Luifa vestía los colores del club Ciudad, cuyo gimnasio actualmente lleva su nombre. Más adelante se sumó a Ferro, donde tuvo su debut profesional en Liga Nacional con sólo 15 años, en 1995. Si bien en su primera temporada sólo jugó un total de 11 minutos, Luifa fue ganándose lugar en la 96-97, en la que promedió 13 minutos en cancha por partido. Para la 97-98 obtuvo un mayor protagonismo, que lo llevó a concretar 10.4 puntos y 4.8 rebotes de media, en más de 20 minutos por juego. Esa fue la única experiencia de Scola en el básquet argentino, ya que un año después emigró al Gijón de España. Pronto a cumplir 40, Scola se mantiene en actividad en el Olimpia Milano de Italia. Sus hijos, mientras tanto, dan sus primeros pasos en AFALP.
FOTO: Liga Nacional de Básquet.
Gabriel Fernández, actual entrenador de Temperley, tiene una importante historia ligada al básquetbol metropolitano. Sus inicios deportivos y su retiro convergen en el mismo club, el ‘Fobal’, Burzaco Football Club, donde picó la pelota por primera vez, y donde colgó las zapatillas en 2018 tras jugar la Liga Metropolitana. Aún así, empezó su carrera profesional en Ferro durante la campaña 95-96 de la Liga Nacional, a los 19 años. A diferencia de su compañero Scola, él tuvo buena cantidad de minutos esa campaña y llegó a promediar seis puntos por juego.
Sin embargo, el año siguiente se sumó a Boca, como refuerzo del equipo que dirigía Julio Lamas. El Xeneize fue el campeón de la edición 96-97 de la Liga Nacional, con Gabi promediando 7.6 puntos y 4.1 rebotes. El interno estuvo en Boca hasta el 2000, cuando firmó con Estudiantes de Olavarría. Retornó a Boca en 2008, tras un gran paso europeo por España e Italia. Ese año concretó sus mejores números: 17.0 tantos, 5.6 recobres y 1.6 asistencias en 26.2 minutos. Fernández jugó un año más en Boca antes de recalar en Obras durante la campaña 09-10. Para la 10-11, fue incorporado por Lanús, donde se encontró con su hermano Germán. Gabi jugó en las inferiores granates, y su padre, ‘el sordo’, formó parte de los grandes equipos de Lanús en la década de los ’70.
Entre 2012 y 2014, Fernández llevó su juego a Temperley, para disputar los torneos metropolitanos. Tras volver a la Liga Nacional con Peñarol, retornó al básquet local para jugar en Huracán de San Justo. Finalmente cerró su etapa profesional en Burzaco F.C. jugando la Liga Metropolitana.
FOTO: Prensa FeBAMBA.
El jugador más campeón y con más presencias en la Liga Nacional, Leonardo Gutiérrez, también tuvo un paso glorioso por el básquet metropolitano. Jugó un año en Obras en la temporada 2003-04, con una media de 18.9 puntos, 6.0 rebotes y 2.2 asistencias. Reforzó a Boca en 2006, año en el que conquistó la LNB, el Campeonato Sudamericano y la Copa Argentina. Leo fue el Jugador Más Valioso de las Finales que le ganaron a Peñarol (4-2). También fue el MVP del certamen 07-08, gracias a sus 20.7 tantos, 7.0 tableros, 2.3 pases de gol y 1.5 recuperos de media, aunque Boca no pudo repetir el título. Allí terminó la experiencia metropolitana del cordobés.
FOTO: Marcelo Figueras.
Rubén Wolkowyski llegó a Boca luego del título obtenido por el Xeneize en 1997. Luego de cuatro temporadas en Quilmes de Mar del Plata, el chaqueño llegó al equipo que dirigía Néstor García en busca de retener la corona. En una memorable final jugada en el Luna Park, Boca cayó ante Atenas y finalizó como subcampeón. El Colo era una de las figuras de ese plantel, con el cual promedió 16.3 puntos y 8.0 rebotes. Estuvo un año más en Boca, pero no logró superar sus números, y el Xeneize quedó afuera en primera ronda.
FOTO: archivo del diario La Nación.
El bahiense Alejandro Montecchia también tuvo un breve paso por Boca, en la temporada 1998-99, en la que coincidió con Wolkowyski. El Puma era el conductor de ese equipo que conducía el Che García, que pese a no haber alcanzado el éxito, tuvo a su base en un gran nivel: 14.6 puntos, 3.3 rebotes, 4.1 asistencias y 1.5 robos de balón. Fue el único club del Área Metropolitana en el que jugó.
FOTO: archivo del diario La Nación.
Juan Ignacio Sánchez es otro de los Dorados que defendió los colores de un club metropolitano. Pepe llegó a Obras en febrero de 2010, a los 32 años, tras rescindir su contrato con el Real Madrid. Pese a que sólo jugó nueve partidos, su debut en el equipo que comandaba Carlos Duró fue inolvidable. Metió 14 puntos, entregó 12 pases de gol, recuperó cuatro balones y bajó cinco rebotes. En aquella breve estadía lo acompañó Gabi Fernández, otro olímpico.
FOTO: Marcelo Figueras.
La historia de Walter Herrmann en clubes de FeBAMBA es mucho más reciente y recordada. El oriundo de Venado Tuerto, Santa Fe, se unió a San Lorenzo cuando el Ciclón regresó a la Liga Nacional en 2015. Con Julio Lamas como entrenador, Herrmann fue el mejor de su equipo, con una media de 17.3 puntos y 5.6 rebotes. Los de Boedo arrasaron en esos playoffs, al eliminar a Obras, Gimnasia, Bahía Basket y La Unión. En las finales ante los formoseños, Herrmann promedió 16.5 unidades y fue nombrado MVP de las mismas. El torneo siguiente lo disputó con la camiseta de Obras, con la cual registró 15.6 tantos y 5.7 recobres. Los de Núñez no clasificaron a playoffs.
FOTO: La Liga Contenidos.
La llegada de Carlos Delfino a Boca en marzo de 2017 convulsionó al deporte argentino. El Lancha había estado casi cuatro temporadas sin jugar, en las que atravesó siete operaciones en el hueso escafoides de su pie derecho. Cuando su retiro parecía inminente, logró recuperarse y volver a la actividad en el Xeneize. En su debut ante La Unión metió ocho puntos en ocho minutos. Delfino jugó un total de 16 partidos, en los que mantuvo una media de 11.6 tantos, 3.7 rebotes y 2.6 asistencias. Logró su objetivo individual de recobrar el ritmo competitivo, y ayudó a Boca a concretar el objetivo propuesto para la campaña: mantener la categoría. El santafesino es otro de los miembros de la Generación Dorada que se mantiene en actividad, actualmente en el Bologna de Italia.
FOTO: La Liga Contenidos.