Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
Nueva entrega de nuestra sección de Básquet Femenino en el Recuerdo.
La historia que esta vez sale del baúl de los recuerdos es la de Diana Conti y su pasado representando al club Obras Sanitarias y a la selección de Capital.
Previo a su carrera política, que la llevó a ocupar bancas en el Senado y la Cámara de Diputados de la Nación desde 1999 hasta 2017, Diana Conti se formó en las canteras del básquet femenino, deporte que comenzó a jugar a los cinco años, y dejó más adelante para dedicarse a sus diferentes estudios. La ex jugadora de Obras y Comunicaciones contó cómo fue su historia ligada al básquet, y cuáles son algunos de los mejores recuerdos que guarda de aquellos años.
«Yo nací en Núñez, frente al club Obras Sanitarias. Iba al jardín con la hija del casero del club, por lo que a veces iba a su casa que estaba adentro del club. A los cinco años empecé en el Minibásquet de Obras con un profesor que es muy amigo mío, Osvaldo Zangaro, quien incluso trabajó ad honorem en mi banca durante mis últimos años como diputada«, cuenta Conti.
«El Mini por entonces ya estaba dividido en femenino y masculino. Te estoy hablando de hace 59 años. Yo iba al Normal 10 y fueron varias chicas a jugar conmigo en Obras, así que se mezclaba un poco la escuela con el juego«.
«Obras siempre le dio mucha importancia al básquet femenino. En lo que respecta al femenino creo que fueron precursores, sobre todo en lo que se refiere a formar una comunidad en torno al deporte. Se hablaba mucho de acuerdo a cada edad y con los padres también, del equilibrio hormonal y de la existencia del lesbianismo. Cosas muy avanzadas para la época. Los fines de semana íbamos a jugar en micros del club con todas las familias, como dije, éramos una comunidad«.
«Mi hermana (Ana María Conti) es dos años más chica que yo. Empezamos a jugar casi a la par. Jugué hasta los 21 años, pero en Obras estuve hasta juveniles, hasta los 15 o 16. De chica yo era muy alta, pero desde los 11 años me quedé en la misma altura. Jugaba de llave, pero como dejé de crecer pasé a jugar de llevadora, y ya había otras mejores que yo en Obras».
¿Su siguiente paso? Comunicaciones.
«Me tentaron para ir a Comunicaciones, donde era casi una estrella, por decirlo de alguna manera. Allí me eligieron para el seleccionado de Capital en juveniles. Jugamos un Argentino en Mendoza, pero creo que no nos fue muy bien. La verdad no me acuerdo mucho. Siendo sincera, mis mejores años fueron en juveniles. Después fui una jugadora más del montón«.
«Los mejores recuerdos siempre tienen que ver con las amistades. Compartíamos mucho la vida social. Al día de hoy somos amigas con muchas de quienes fueron mis compañeras. Hay unas cuantas que son médicas, Silvia Iriarte, Adriana Chile, Laura Visens. En general hubo muchas de esa camada que fuimos a la universidad, y ahí fue cuando la mayoría dejamos el básquet. Como dije, nos seguimos reuniendo, algunas incluso con trato diario. Con otras hacemos dos o tres cenas por año. Osvaldo Zangaro es de convocarnos para que nos reunamos junto con gente del club Palermo que es de donde él venía. Él fue quien más trabajó para la cohesión grupal, y eso tuvo sus frutos, ya que lo mantenemos hasta ahora».
Laura Visens, Silvia Iriarte y Diana Conti.
«Al básquet seguí jugando un año a la par de la universidad cuando iba a exactas. Cuando entré en abogacía estudiaba mucho de noche, porque tenía que trabajar, y como no era tan excelente en el básquet dejé de jugar. Nunca más pisé una cancha. Ni para ver a los Globetrotters. Fue como que hice un duelo brutal y no me pude convertir en espectadora. Me pasa que no puedo verlo sin jugarlo«, cierra Conti.