La vida de Nueva Chicago

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Actualizado: junio 12, 2015

A sus 40 años, Gabriel Escobar necesitaba un cambio en su trabajo, algo donde el desarrollo de chicos que jueguen al básquetbol sea el objetivo principal. Ese lugar lo encontró en Nueva Chicago. El histórico club del barrio porteño de mataderos le abrió las puertas a principios de 2014 para conducir a las inferiores y vio con buenos ojos el proyecto integrador presentado por el entrenador, que tenía como prioridad el crecimiento del número de chicos en este deporte.

Escobar, con 26 años de experiencia como técnico, pasó por Lugano Tenis Club, Crovara, Deportivo Español, la escuela de Ferro, José Hernández y 3 de Mayo y Pehuenes, dos clubes de Bariloche, hasta que su vida se pintó de verde y negro. “En mi primer año me encontré con grupos interesantes de chicos, con los que pudimos trabajar muy bien y lograr el ascenso al Nivel 1. La alegría fue doble por lo rápido que se dio todo”, recuerda.

Así de bien arrancó su estadía en un club que hace todo lo posible y se esfuerza al máximo para gozar de buena salud.

-¿Tuvieron buena llegada de chicos para jugar este año en el club? ¿Hicieron alguna acción de captación?
-La verdad que luego de un tiempo todos quedamos muy conformes con la llegada de chicos al club. Hicimos mucha publicidad y dimos entrenamientos abiertos con los chicos de la colonia de la institución. Todas esas acciones dieron buenos resultados.

-¿En qué momento está el básquetbol de Chicago?
-Dentro del club, el básquet está tomando un protagonismo interesante, dado que a los buenos resultados deportivos se le sumó un crecimiento en infraestructura. Estamos pasando de tener piso de baldosas a piso flotante y se renovaron y ampliaron a nuevo todos los baños y vestuarios. Todo esto se realizó con el esfuerzo de la Subcomisión y de los padres. Estamos muy contentos por este presente.

-¿Cómo se conforma el plantel de entrenadores?
-El plantel de entrenadores se completa con Federico Dotro, encargado del plantel de Primera, y Emanuel Trassens, asistente técnico en todas las categorías de inferiores. Además, estamos en la búsqueda de un preparador físico. Este es un grupo muy trabajador y que tiene ganas de fortalecer el desarrollo.

-¿Tratan de mantener una línea de trabajo y de juego entre todas las categorías?
-Sí, el tener un mismo entrenador para todos los equipos facilita la idea de mantener una línea de trabajo pretendida y buscada para aplicar, aunque esa es una tarea sumamente desgastante.

-¿Cómo trabajan en el Minibásquet? ¿Qué cualidades hay que tener en la actualidad para trabajar con los más chiquitos?
-Con los más chicos trabajamos tres días a la semana realizando entrenamientos variados. Le damos una importancia considerable a los fundamentos y al juego reducido. Considero que es de suma importancia que quien trabaje con minis tenga una amplia experiencia y conocimiento, sumada a la pasión por el básquet. Venimos trabajando mucho pero sabemos que nos quedan muchas cosas por hacer. Tenemos pendientes campamentos, clínicas y excursiones y, al mismo tiempo, seguir agrandando el semillero. Mi objetivo principal es que en breve logremos conformar la Tira B.