Matías Paciotti en su nuevo rol de entrenador

Jueves, 19.30 horas. Los minis de Huracán entrenan bajo las órdenes de su entrenador, Matías Paciotti, quien se recupera de una lesión en su brazo derecho. El base, llegado al club en la segunda mitad de 2014 para reforzar al plantel superior que compite en el Torneo Federal, es profesor recibido en la Universidad de La Matanza, y tras tres años actuando como monitor en Afalp, donde jugó varias temporadas antes de recalar en San Justo, disfruta esta experiencia primeriza de tener a su cargo a los más chicos de la institución afincada en el partido de La Matanza.
Una vez finalizado el entrenamiento, con vista al juego del sábado por una nueva jornada del TOP 20, Prensa se acerca a Paciotti, para pedirle algunos conceptos acerca de su rol como formador de futuros basquetbolistas.
«Llegué en agosto a Huracán, como jugador de Primera, para afrontar el Torneo Federal. A principios del 2015 estoy a cargo de los premini, mini y preinfantiles, así que hace unos seis meses que estoy trabajando con ellos. Luego de los tres años como monitor de Afalp, terminé mis estudios en el Profesorado de Educación Física, y de allí surgió la posibilidad de tener un grupo a cargo», arranca la charla Matías, mientras despide a sus jugadores que se retiran del gimnasio ubicado en la sede de la calle Arieta.

– ¿Con qué expectativas encarás este nuevo desafío?

– Es todo nuevo para mí, estamos aprendiendo mutuamente; es un grupo bárbaro, nos llevamos muy bien. Soy joven y no nos llevamos mucha diferencia de edad, pero trato que me respeten desde el respeto mío hacia ellos de manera colectiva e individual, aunque obviamente tengo presente que son chicos e intento que los entrenamientos sean un espacio de responsabilidad dentro de un marco de entretenimiento al momento de trabajar.
– ¿Qué filosofía de trabajo utilizás con ellos?

– Lo primero a tener en cuenta es que son chicos de 8 a 12 años, están en plena formación, pero lo que siempre les pido es dedicación, porque eso les servirá en todos los aspectos de su vida. El esforzarse cada día es una premisa fundamental, más allá de si llegan o no a jugar profesionalmente; lo importante es la amistad entre ellos, el compromiso grupal.

– Como profesor de los más chicos, pasa que varios de ellos se insertan por primera vez en grupos humanos fuera de su familia y el colegio. ¿Cómo trabajás ese aspecto?

– La verdad, en este club queremos a los chicos varias horas en el club; la calle está muy difícil, mucho más en zonas donde muchos de ellos viven y nuestro objetivo como educadores/entrenadores es alejarlos de esos ámbitos. Hicimos una actividad en el día del amigo, donde ellos debían traer a uno a practicar básquet con el propósito de conocer el ambiente donde ellos se mueven, además de poder pasar momentos juntos con chicos de su misma edad.
Sos un Profesor recientemente recibido en la Universidad. ¿Le recalcás a ellos la importancia de los estudios, además del deporte?

– Siempre. Constantemente les digo que el colegio está por encima del básquet, es su única obligación a esta edad y lo que deben cumplir. Les exijo al momento de entrenar y jugar pero haciendo hincapié que primero está ir a la escuela.

– ¿Hablás con los padres en relación a tu trabajo con sus hijos?

– Si, hicimos reuniones a principios de años con los nutricionistas y psicológo del club; intentamos involucrarlos en este proceso de aprendizaje de sus hijos, de armar un círculo donde tanto cuerpo técnico, padres y los propios chicos podamos trabajar en conjunto.

– Las categorías que dirigís no juegan por el resultado, pero llevan la responsabilidad de presentarse completos para no perder los puntos. ¿Cómo trabajás el aspecto de que estén todos en mañanas con mucho frío o lluvias?
– Es un tema que hablo con otros entrenadores, y coincidimos que a veces se complica. En lo personal, lo trabajo desde la premisa de la responsabilidad, enfocado en los padres también. La responsabilidad de estar presente en todo momento, sea la escuela, en el club, en todos los lados donde debemos estar. Obviamente los padres deben entenderlo también, en enseñar que al momento de pertenecer a grupos humanos, nuestra presencia es fundamental. Y los chicos crecerán con ese sentido de responsabilidad.

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