Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
Mucho calor en el atardecer semanal de enero. Eso no impide seguir trabajando a destajo a un grupo de personas con la camiseta de Claridad adherida en la piel. El sueño, allá por los inicios del 2014, de una dirigencia nueva por instalar en el gimnasio el piso de madera comenzó a tener visos de realidad, y de acuerdo a las proyecciones, en poco menos de 20 días, en la entidad apostada en la calle Alianza al 200, en Ciudadela, partido de Tres de Febrero, los 150 jugadores federados entre femenino y masculino podrán practicar y jugar en un piso añorado desde siempre.
«Fue una idea de un grupo loco y soñador, pero era la única manera de emprender la gestación de esto, porque si lo analizábamos fríamente, jamás lo íbamos a concretar», le dicen al periodista esta troupe de colaboradores-socios-dirigentes-hinchas-jugadores en un alto del trabajo. El costo estimado era lejano a las realidades económicas de la institución, y por eso, la determinación de redoblar esfuerzos por conseguirlo fue llevando a cabo cenas semanales, fiestas aniversarios, ferias americanas, y donaciones de socios. Obviamente, con eso solo no bastaba, y allí fue cuando surgió la buena predisposición de una empresa fabricante de placas fenólicas, que le pasó un presupuesto, a pagar gradualmente, depositando la confianza en el club.
«Llevábamos ya adquiridas unas 100 placas de un metro cuadrado, necesitábamos 80 más. Con ese número, podíamos instalar el piso nuevo».
En plena etapa de competencia durante la temporada 2015, Claridad con su plantel superior debe ir a jugar el encuentro contra Los Indios en Moreno, y en ese partido, se enteran por la dirigencia del Indígena la existencia de un hombre que se dedica a la instalación de pisos en canchas. Dicha persona, oriunda de Misiones, se contacta y les ofrece la colocación de un parquet con una parrilla que le oficia como piso flotante.
«Ya teníamos comprada esa cantidad de placas fenólicas, y esta posibilidad era realmente tentadora, porque nos permitía cumplir un sueño aún mayor, el de una cancha con piso flotante. Lo hablamos, y decidimos ir al aserradero Don Marco, y presentarle al dueño la situación nueva. Por favor, mencionalo, porque en un gesto poco común, entendió lo que nos pasaba, y devolvió el cheque con el que habíamos pagado ese centenar de placas», le piden casi como un ruego al cronista.
Como una mueca cómplice del destino, a esa actitud valorable del aserradero, se sumó el poder financiar el 40 por ciento de la obra con un plan de pago accesible, permitiendo a Claridad, entonces, encarar plenamente el proyecto. Y así está hoy, con la madera puesta, donde el cronograma próximo incluye su pulido, pasarle pastina, pintarlo y plastificarlo.
«Antes del 10 de febrero debemos tener todo concluido, así nuestros equipos femeninos y masculinos ya puedan entrenar con normalidad buscando llegar al momento de inicio de los torneos con la adaptación a este escenario nuevo».
Un escenario que no solo trae como novedad excluyente lo detallado, sino el arreglo de los tableros, la pintura sobre las paredes del gimnasio, y la instalación en el primer piso, arriba de la mesa de control, de un gimnasio donde los jugadores puedan efectuar la entrada en calor, con sus respectivos lockers.
«También hemos estado recolectando camisetas históricas, banderas y cuadros, que serán ubicados alrededor de la cancha, para adornarla con recuerdos de otras etapas del club», comentan entusiasmados ante la certeza de ver concretado uno de sus mayores sueños y anhelos.
«Tenemos un lema aquí: LA CALLE ESTÁ EN EL CLUB. Trabajamos con el propósito de incorporar más chicos, que cambien la calle por el deporte. Contenerlos, enseñarles básquet, su espíritu de competencia, un espacio donde se sientan cómodos. Y realizar estas reformas sin dudas ayuda a poder concretar eso. El año pasado incorporamos un nutricionista, y en este tendremos tres psicólogos que nos presentaron una propuesta y obviamente les dijimos que sí, porque es de una enorme ayuda a nuestros chicos».
Entre otros, Carlos y Diego Carnip, Enrique Novas, Germán Maienza y Enrique Ardito se juntaron hace un tiempo no tan lejano, y diseñaron un futuro con la cancha reformada. En esos proyectos, estaba contemplado dejar muchas horas de sus vidas en pos de ofrendarlas exclusivamente a este objetivo hoy logrado. La emoción en el ambiente se nota, los rostros iluminados reflejan la ansiedad por el momento donde formalmente se realice la inauguración (el intendente ya les dio la venia para organizar un cuadrangular con instituciones pertenecientes al municipio), y seguramente, cuando llegue el momento, surgirán lágrimas con sensaciones varias, en los viejos socios que bregaron con su persistencia y en los jóvenes que insuflaron la energía para no amedrentarse ante el desafío inmediato.
Claridad ya no jugará más con el piso de mosaico. Soñaron, proyectaron, trabajaron, y hoy ven los frutos de esos esfuerzos. Por eso están felices.