Hay equipo en 17 de agosto

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Actualizado: enero 9, 2015

Lucas Doria (13) y Tomás Pedro(14) juegan en los infantiles de 17 de Agosto. Ambos empezaron a practicar en el club desde muy chiquitos y jamás se separaron. Así, fueron forjando una amistad que va más allá de los límites del rectángulo de juego.

«Buscaba un deporte que me gustara y donde pudiera hacer muchos amigos. Y de la nada vi el básquetbol y probé. Me encantó de entrada», cuenta Lucas, el alero del equipo. Tomás, uno de los pivotes, también explica por qué se inclinó por la pelota naranja. Sin dudas, la herencia familiar jugó un papel fundamental y pesó en su decisión. «Venía jugando otros deportes que no me gustaban, y siempre se me daba por picar la pelota. Aparte toda mi familia jugó al básquet y miraba todos los partidos. Un día, mis papás me llevaron a una cancha y vieron que me divertía mucho. Quería buscar un deporte con el que la pase bien y se juegue en equipo», dice.

Para Lucas, lo que más lo seduce del básquetbol son «todas las volcadas y los amagues que se pueden hacer». Claro, su camiseta de los Lakers, nada menos que la 24 de Kobe Bryant, dice mucho sobre sus preferencias a la hora de jugar. Aunque, a la vez, confiesa no saber tanto del ídolo de Los Ángeles. Cuando de referentes se trata, Emanuel Ginóbili aparece a la cabeza. «Me emociona que sea argentino y esté en la liga más importante del mundo. Demostró que se puede llegar», elogia. Tomás, quien justamente luce la camiseta del 5 de la Selección argentina, agrega: «Manu es un gran referente por toda su carrera. Su salto de muy chico a Europa y después a la NBA fue increíble».

Los chicos no dudan en el momento de hacer un listado de sus referentes. «De la Liga Nacional, Leo Gutiérrez o un base como Facundo Campazzo cuando estaba en Peñarol, que mueve la pelota re bien. Y de la NBA, Kevin Durant y LeBron James. Pero bueno, esos son fenómenos», se ríe Lucas, mientras que Tomás acompaña su opinión y suma a «Martín Leiva, de acá, y Chris Bosh, de la NBA». Es lógico, no podía ser que no haya jugadores de su puesto.

Ellos dos y todo el equipo comparten mucho tiempo y distintas actividades. Todo para construir una sólida amistad, lo más importante a esta edad. Observar muchos partidos por televisión o ir a la cancha son buenas excusas para todo esto. «Fuimos a ver varios partidos de la Liga en Obras. Estuvimos contra Atenas, Peñarol y Boca», cuenta el alero. En esas ocasiones, el interno aprovechó para mostrar su costado cholulo. «Me saqué fotos con todos los jugadores», afirma.

Disfrutar de un buen ambiente grupal ayuda y mucho. Por eso, «el verano pasado fuimos a la pileta, al shopping o al cine, cosa de divertirnos entre todos y llevarnos mejor», remarca Lucas. Al mismo tiempo, Tomás valora lo importante que es lograr la unión entre todas las categorías: «Después de jugar en infantiles me quedo a ver a las demás categorías. Me parece que es bueno estar al lado de los compañeros y alentarlos».

Cuando hay que soñar con el futuro, los dos aspiran a ser profesionales y llegar hasta donde se pueda. «No sé si tanto como llegar a la NBA, pero sí jugar en la Liga Nacional o en otros países. Igual, el primer paso sería estar en la Primera del club», proyecta Tomás.

Por ahora, la alegría de jugar y hacer amigos son los únicos intereses que los impulsan dentro del básquetbol.

Por Emilio Hamilton – Prensa FEBAMBA