Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
Luego de un 2015 flaco en cuanto a resultados, retrocediendo un nivel en inferiores y sin clasificación a los playoffs en la primera división, esta temporada, Social Lanús quiere volver a ser. Recuperar su mística de equipo complicado, sobre todo jugando en su cancha, el Lobo se rearmó en la categoría superior con el retorno de algunos jugadores y buscará dar pelea en la Conferencia Sur.
Para saber un poco más de la institución de la calle Pringles, charlamos con su entrenador, Hernán Gómez, quien nos hizo un paneo general de cómo está la estructura basquetbolística de Social, para la corriente temporada.
Comenzando por el plantel superior y haciendo un repaso por los movimientos más importantes en el último libro de pases, se mencionan los regresos de tres jugadores muy identificados con el Lobo, como lo son Nicolás Grosso (Defensores de Banfield), Martín Franchino (Temperley) y el experimentado Víctor Onoriaga (Defensores de Banfield). Estos tres nombres, sumados a Mauro Franchino serán la columna vertebral, en la cual depositará toda la confianza Hernán Gómez para intentar tener una buena temporada.
En relación a las expectativas de acuerdo a como se fue conformando el equipo y hacia donde apuntan las metas para este nuevo torneo, Gómez sostuvo: “Las expectativas nuestras pasan principalmente por mejorar la campaña del año pasado, apostamos terminar un poco más arriba en el torneo de Conferencias. Igualmente nuestros objetivos son humildes, empezaremos desde abajo y a medida que vayamos logrando progresos, aumentaremos aún más nuestras exigencias”.
Para tener buenos resultados, es lógico contar con una idea de juego y convencer a los jugadores de cuál es el camino elegido para afrontar cada uno de los partidos. En una breve descripción, Hernán nos contó que es lo que pretende para sus dirigidos: “Nosotros aspiramos a plantear un juego rápido, los mellizos (Mauro y Martín Franchino) y Nico (Grosso) le dan una dinámica muy buena al equipo. También contamos con la experiencia de Víctor (Onoriaga), para cuando no sale el contragolpe y tengamos que jugar en el cinco versus cinco. Básicamente, la idea es jugar con muchas transiciones al ataque rápido, ofensivas cortas, resolviendo por concepto y en el costado defensivo presión constante”.
Además de ser el entrenador de la primera, Gómez está también al mando de las formativas, donde en el último año a Social no la ido tan bien y tuvo que bajar un nivel para este nueva temporada.
“En inferiores vamos a trabajar con lo que tenemos, en un club chico como Social se hace complicado hacer un reclutamiento y por lo tanto, tenemos que abocarnos a mejorar los jugadores con los que contamos. Lo que si estamos trabajando es en reforzar el minibasquet, darle mucha importancia a esa área e incorporar la mayor cantidad de chicos, para luego ir desarrollándolos y en un futuro sean parte de las formativas del club”, remarcó el mandamás del Lobo.
Si bien tiene sus buenos años en el básquetbol capitalino, Social no deja de ser un club de barrio y eso no lo aparta de la realidad, de lo complicado que es sostener una institución, sobre todo desde la parte económica y por lo tanto cobran importancia las ganas de trabajar de manera conjunta, para llevar adelante el club y al básquetbol como disciplina principal.
Consultado sobre su visión de Social en cuanto a lo institucional, Gómez remarcó: “Creo que lo más importante que tiene Social, es que le brinda un apoyo del ciento por ciento al básquet y eso es un gesto muy valioso, sobre todo para un club barrial. Este año apuntamos a mantener el progreso que viene mostrando el club como institución y nosotros desde la parte deportiva, con mucho trabajo, intentaremos mejorar la imagen, con el objetivo que se acerquen más chicos a jugar al básquet en Social”.
FOTOGRAFIA: Mayra Westre