Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
Los Indios de Moreno arrancó de manera óptima su participación en el TOP 20, luego de un 2015 con marcha soberbia en el Nivel 1 de Conferencia Oeste, campeón invicto de la temporada tanto en U15 como U17.
Ahora, en el paso al campeonato superior, jugó dos fechas completas (el sábado pasado no enfrentó a Estudiantil Porteño por la humedad en la cancha), ganando siete partidos y cediendo solo uno. Mañana sábado recibe en su reducto a un rival de esos que te hacen sentir la realidad de un TOP 20 como lo es Boca Juniors. De la fecha inminente y el comienzo de sus equipos, el entrenador Flavio Ampuero charló con Prensa FeBAMBA.
«De verdad, yo pensé que íbamos a dar lucha, jugar contra los rivales que nos tocaran, pero me sorprendió el arranque, principalmente contra Caza y Pesca, quien el año pasado hizo un muy buen torneo. Pero falta mucho, esto es largo, aunque no desconozco que haber iniciado así nos da mucho ánimo al momento de trabajar en la semana».
Los reparos por saber qué hallarían en el campeonato, luego de un campeonato arrollador, fue tema de trabajo en Ampuero:
«Es tan así, que realicé un trabajo anímico antes de comenzar, hablándole a los chicos en general, advirtiendo que era muy probable otro torneo, donde no estaba la chance de ganar como en años anteriores el noventa por ciento de los cotejos. Ahora era fecha a fecha, concentrarnos en el siguiente rival y si asomaban las derrotas, levantar la cabeza rápido, corregir los errores y enfocar la mirada en la jornada próxima. Seguro esto va a pasar, porque los rivales son muy duros, pero tenemos expectativas buenas. Veo bien parado al U15, comenzó con dos triunfos contundentes y estoy seguro que finalizará bien arriba».
Los Indios está integrado por equipos con hambre. Cuando se le traslada ese calificativo, si está de acuerdo, Flavio no duda:
«Ahora hay mayor hambre, porque ahora todo es más difícil y quieren continuar con esa senda de triunfos. Aparte se han dado situaciones, principalmente con los más grandes: contra Caza y Pesca estaba la espina porque en 2014 nos eliminaron en semifinales de campeones en U17; había sed de revancha, y los chicos lo jugaron con ese espíritu. Con José Hernández sucedió a la inversa, se los notaba con ganas de ganarnos, nos sacaron diez puntos de ventaja y nos gritaban los goles en nuestra cara. Eso nos hizo despertar, nos hizo dar cuenta que el rival jugaba una final a pesar de ser una segunda fecha; y ese hambre que mencionás sacó la hombría deportiva de mis jugadores y ganaron con mucha autoridad».
El coach tiene la necesidad de cerrar el tema sobre ese asunto y remarca:
«Por ahí la diferencia entre un año y otro radica en que debía alimentar ese hambre cuando debíamos enfrentar a contrincantes donde éramos muy superiores y yo como entrenador pretendía mantener un nivel alto, sin relajaciones. Hoy intento lo inverso, mantener ese apetito cuando enfrente esté un rival más completo; no perder la intensidad ni que nos sobrepase la situación de un panorama adverso».
Uno de esos adversarios llega hasta Moreno el sábado: Boca Juniors.
«Jugar contra estos rivales y poder tenerlos en tu casa es primero disfrutar la situación, grabar todo lo que está pasando y si toca ganar, disfrutar el festejo grande. El año pasado pasó con los chicos de Porteño, que ganaron en Boca con sus U17, y festejaron como si fuera un campeonato, porque son equipos preparados para otra cosa, poseen otro armado e infraestructura y lograr sacarle un partido en las categorías más grandes es un triunfo de equipo, porque a modo individual no puede discutirse que esos conjuntos, Boca, Obras o Lanús, son superiores a la media. Por eso, la idea es primero disfrutar poder competir contra ellos, luego intentar ganar. Y si se logra, continuar el trabajo en la semana, porque esto es formativas y la idea primordial es armar jugadores para la alta competencia».
Los Indios comenzó con el pie derecho su recorrido en el TOP 20. Y mañana tiene un rival a la medida para saber donde está parado. Y seguir con la ilusión creciente.