El sueño olímpico en FeBAMBA

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Actualizado: junio 10, 2016

Uno de los grandes talentos en el básquetbol femenino, como otros, surgió de la Federación de Básquet Área Metropolitana de Buenos Aires (FeBAMBA). Sin dudas, Macarena Rosset, quien participará del Repechaje Olímpico de Nantes, que comenzará el lunes, para Río de Janeiro 2016, representa todos los valores de la entidad.

«Por suerte llegué bien desde lo físico, ya la molestia quedó atrás y me estoy entrenando a la par del grupo con la confianza de que podamos meter una plaza para los Juegos», destacó la juninense que vistió los colores de Vélez Sarfield durante cinco años y en la actualidad está en Bonfiglioli Ferrara Basket BFB, de Italia.

El combinado albiceleste, dirigido por Cristian Santander, fue emparejado en el grupo B, con Turquía y Camerún. En caso de clasificar entre los dos primeros de la zona, el equipo argentino accederá a jugar los cuartos de final de la competencia y ahí disputará su plaza.

-¿Se puede ir a los Juegos Olímpicos?

-Nosotras tenemos la ilusión, como todas las que vinieron a Francia. Sabemos que será difícil aunque en la cancha somos cinco contra cinco y todo puede suceder.

-¿Por qué decidiste irte al exterior?

-La verdad es que el nivel del básquetbol local es muy bueno, pero quería probar la experiencia de conocer otro mundo. Tal vez, lo que veo mejor allá, es que cuentan con muchos equipos, por el presupuesto que usan, y eso te lleva a probarte con todo tipo de rivales.

Rosset

Rosset finalizó su temporada en Italia y se sumó a la Selección Argentina

-Después de tres años allá, ¿cómo te sentís?

-La verdad es que me adapté de la mejor manera, terminamos cerca de la zona de playoffs en la A-2 y ahora aguardaré por las opciones que puedan aparecer. Sinceramente tengo la cabeza en este camino con el seleccionado, es un sueño muy grande ir a un Juego Olímpico.

-¿Qué te dio el básquetbol europeo?

-Independientemente de la técnica o táctica creo que lo que «mejoré» es que estoy más segura en la cancha. Obviamente siempre hay cosas para desarrollar y seguir trabajando. Lo más duro es estar lejos de la familia y afectos. Por suerte los equipos donde estuve la pase genial y conocí gente estupenda. Hay momentos duros pero hay que estar fuerte de la cabeza y pasarlos, porque después vienen las recompensas.

-¿Qué recuerdos tenés de Vélez?

-(Piensa unos segundos y se emociona) Te podría nombrar millones de momentos, jugué cinco temporadas consecutivas y me llevé muchas amigas, títulos y viajes inolvidables. Sin dudas, a nivel humano fue una vivencia increíble.

-¿Y a nivel basquetbolístico fue un cambio para tu carrera?

-Prácticamente me crié ahí, lugar al que arribé en época de secundario, después de mi salida de Club Junín y conseguí consolidar fundamentos individuales importantes. Nunca olvidaré que Capital me adoptó como deportista.

FOTOGRAFÍA: Gentileza de FIBA y Ligate una Foto – www.ligateunafoto.com