A diez años del título en el Argentino de Mayores

Este 23 de julio se celebra el décimo aniversario de la última alegría porteña en un Campeonato Argentino de Selecciones, en lo que respecta a la categoría mayores. Aquella epopeya tuvo lugar en Santiago del Estero, en una vibrante final disputada ante la selección de Córdoba, donde el elenco capitalino logró imponerse por un ajustado 76 a 75.

El combinado porteño estuvo comandado por Álvaro Castiñeira y contó con pocas figuras rutilantes dentro de su plantilla y se trató básicamente de un equipo de obreros, que fueron de menor a mayor a medida que avanzaba el torneo.

A pesar de ser la competición más añeja del básquetbol nacional, el Argentino es un torneo que al jugarse en el receso de la temporada, muchas veces les cuesta a los entrenadores poder armar los equipos, sabiendo que rara vez podrán contar con las figuras que se destacan en la Liga Nacional, dado que en muchos casos los jugadores prefieren descansar.

Viajando un poco al año 2006 y con mucho de lo mencionado anteriormente, Castiñeira rememoró como fue el armado de ese plantel: “Ese año tuvimos complicaciones para armar el plantel con jugadores que estaban en la Liga y entonces decidimos armar el equipo con muchos chicos con los cuales veníamos trabajando en selecciones menores como Leandro Portillo, Sebastián Svoboda, Dante Pedrazzi y terminamos conformando un plantel joven con mucha energía, con hambre y básicamente fue una continuación de lo que se venía trabajando en las formativas de Capital”.

Los certámenes como el Argentino, son competencias cortas, donde conseguir la química rápidamente te equipara en cuanto a rendimiento a otros equipos con mayores figuras, por eso siempre se pondera ante estas situaciones amalgamar las características de los jugadores en pos del conjunto, dejando a un costado el poderío individual.

“Nosotros tuvimos un equipo con jugadores que se conocían de haber compartido plantel y en los campeonatos argentinos eso es importante, ya que no solo se basa en llevar a los mejores, sino también en convocar a jugadores que les guste jugar juntos. Si bien son profesionales, en este tipo de torneo participan sin cobrar dinero y entonces es fundamental que se lleven bien entre ellos”, manifestó el entrenador sobre los cosas a tener en cuenta para elegir la plantilla.

Al momento de resaltar las principales virtudes de FeBAMBA en aquella gesta santiagueña, Castiñeira no dudó en destacar que “el deseo de ganar” fue  fundamental y desde el juego enalteció a la defensa por sobre la ofensiva. “Hicimos un excelente trabajo defensivo durante todo el torneo y pienso que eso nos puso con mayor confianza en las etapas decisivas”, destacó.

En cuanto al desarrollo del campeonato, el actual director técnico de Ferro expresó que sus dirigidos tuvieron una buena primera fase, con clasificación anticipada una fecha antes y quizás con cierta relajación no encararon de la mejor forma el último encuentro del grupo, teniendo como consecuencia enfrentar al local en semifinales. En referencia a esos primeros juegos de la competición, Castiñeira recordó: “Nosotros tuvimos una muy buena primera parte, es más en la última jornada jugamos con Entre Ríos ya clasificados y ganando podíamos quedar primeros. Perdimos aquel juego y quedamos medios desacomodados porque nos tocó jugar con Santiago, que se había armado y preparado para salir campeón en su casa”.

El desarrollo del cotejo, ante un rival ferviente y local como el santiagueño, no iba a ser nada sencillo pero según Álvaro: “Hicimos un gran juego, lo arrancamos muy bien, dominando y en estas ocasiones donde las localías son muy fuertes, si comenzas firme, vas aplacando a la gente. La verdad que redondeamos un excelente partido, haciendo un juego muy inteligente y lo terminamos ganando con justicia”.

El pasaje a la final ya estaba abrochado y si hay que referirse a la confianza, ganándole al local, el arribo a la final se hizo en primera clase. Solo quedaba Córdoba para encontrarse con la gloria, un rival de fuste con un par de jugadores de renombre como Bruno Lábaque, Fernando Funes, Juan Pablo Figueroa entre otros.

En los juegos decisivos el estado anímico equilibra la balanza y generalmente se hacen partidos parejos con altos niveles de tensión. “En la final, al contrario de la semi, tuvimos un flojo arranque y el primer tiempo fuimos dominados durante los primeros 15 minutos y recién lo levantamos en el cierre achicando el marcador a cuatro puntos. En el segundo tiempo lo dimos vuelta, nos pusimos diez arriba, pero después se hizo parejo hasta el final.  En el cierre tuvimos mejor efectividad en la línea, para llevarnos el título, redondeando un trabajo muy bueno, con un par de años de respaldo y dándonos el gusto de salir campeón con muchos chicos que venían de las selecciones menores”, detalló el ex mandamás FeBAMBA sobre esa final y lo que significó haber obtenido el campeonato con una apuesta fuerte hacía los jóvenes.

Como en todo conjunto, siempre hay un par de individuales que se destacan a lo largo del torneo y son los que tiran del carro para que todo pueda ir fluyendo en cuanto al juego. Fernando Calvi y Lucas Picarelli, los dos más experimentados, fueron los más destacados en aquel equipo y en quien Castiñeira depositó su confianza para que sean los referentes de una plantilla con un promedio de edad bajo.

Refriéndose a los puntos más altos de su equipo, englobando al rendimiento y carácter, el entrenador admitió: “Siempre cuando se llega a un éxito en conjunto todos pasan a ser importantes. Sin embargo en nuestro caso, pienso que por suerte contamos con dos jugadores que fueron pilares en el grupo, como Picarelli y Calvi. Ambos tuvieron buenos rendimientos y fueron referentes de los más chicos dentro y fuera de la cancha”.

Repasando la historia, la estadística arroja que Capital Federal es el máximo ganador de la competición con 19 títulos, seguido por Provincia de Buenos Aires con 14. No obstante, el presente no tiene la presencia de FeBAMBA, ya que tras el descenso en el año 2012, no ha participado en las últimas ediciones.

PLANTEL DE FeBAMBA 2006