«Sin una Primera fuerte, las inferiores no existen»

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Actualizado: enero 15, 2015

Matías Argento (30) está desde los cinco años en José Hernández. Es el club que lo vio nacer como jugador y luego le dio la posibilidad de ponerse la ropa de entrenador. Picó la pelota desde Premini y llegó a jugar en la Primera, pero luego llegó su etapa de entrenador y por dirigir, estudiar y trabajar tuvo que dejar de jugar.

Hoy está al mando de la Tira B del club de Mataderos. Y si bien se califica como un “viejito”, quizás acepte la propuesta de volver a estar del lado de adentro de la cancha. “Siempre jugando de base, porque otra cosa no puedo hacer”, dice entre risas.

Su cariño por José Hernández es muy grande, a tal punto que “tuve propuestas de otros clubes, pero el club de uno es especial. Esto es una cuestión de pasión. Por eso estoy acá”. Además, lo seduce el aspecto más social de la Tira B. “En algún momento me comentaron de la chance de ir a la Tira A, pero a mí siempre me gustó lo social. En el B te tiran otras cosas y no es tan competitivo, aunque la idea es que salgan chicos para después jugar en el A. Conseguir esto no es tan fácil, porque se entrena menos veces y no tenés tanto espacio. Pero, a la vez, se generan otras cuestiones más sociales, como juntarse a comer entre todos”.

-¿En el club tratan de mantener una línea de juego para todas las categorías?
-Es la idea, pero es difícil. Los que están de profesores en el A tienen mucha más experiencia. La idea siempre es la unidad, para que el chico que ascienda de categoría tenga incorporados conceptos ya trabajados. Yo trabajo una presión que ellos implementan de la misma manera y algunas jugadas son parecidas. Lo negativo es que en el B tenés menos material, entonces mantener una línea de juego se complica.

-¿Cómo es tu manera de encarar el trabajo?
-En los entrenamientos siempre dejo lugar para algún chiste, me refiero a que no sea un servicio militar. Al mismo tiempo, trato de mantener un código para evitar que el entrenamiento se me vaya de las manos, eso está claro. No es el mismo entrenamiento que el A. No te digo que sea recreativo, pero la competencia misma hace que a veces no puedas trabajar tan duro. Hay que tener ciertas contemplaciones porque el chico que está en el B quizás no mira tanto a futuro, sino más bien piensa en jugar. Hacer un entrenamiento recontra duro a veces provoca que los chicos dejen de venir. Hay que ir midiendo la exigencia.

-¿Y en cuanto al juego qué tipo de entrenador sos?
-Defender zona no me gusta para nada, salvo que haya un jugador muy desequilibrante, pero trato de hacer siempre personal. Hay algunos clubes que tienen muy buenos equipos y marcan zona. Esas cosas no las entiendo, porque después cuando llegás a Primera esa marca personal la tenés que tener. También busco que los chicos corran la cancha. Trato de no parar tanto los entrenamientos.

-¿Qué valores intentás transmitirles a los chicos?
-Lo más importante es la solidaridad entre ellos. Creo que si los jugadores se llevan mal, adentro de la cancha no ganás. Hoy en día, un equipo que combine estas características tiene un plus. Es fundamental. Yo he pasado por un montón de grupos que se llevaban mal o bien, y la verdad que siempre me fue bien donde había buena onda. Eso es fundamental.

-¿Buscan mantener una base en los distintos equipos a lo largo de los años?
-En las dos tiras las bases se mantienen, las rotaciones de jugadores son pocas. Además, el hecho de tener una Primera competitiva ayuda a que los jugadores no se vayan. Existen equipos de gran nivel y cuando vos tenés un jugador muy bueno se te complica mantenerlo, pero teniendo una Primera fuerte los chicos vienen a ver los partidos y se motivan. Eso es fundamental, si no tenés una Primera competitiva el básquet de inferiores no existe. Tienen que tener una referencia de dónde pueden llegar.

-¿Cómo tomaron la inserción de la preparación física?
-Hace tres años que tenemos en el B. Es clave. No solo que es una hora más de entrenamiento, sino que también se trabajan un montón de cosas que en básquet necesitás sí o sí. El deporte es cada vez más físico. Hay algunos jugadores que suplen la falta de talento con un buen estado atlético.

FUENTE: Emilio Hamilton – Prensa FEBAMBA