Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
La apuesta de San Lorenzo por el básquet no sólo abarca a la Liga Nacional como su principal meta, sino también a un desarrollo fuerte de la actividad buscando sentar sus bases para mantenerse por largos años entre los mejores del básquetbol argentino.
El flamante título liguero es un espaldarazo para el crecimiento de la actividad en el ámbito amateur con transición al profesionalismo. Esta es una de las razones por la cual San Lorenzo decidió afrontar el Prefederal con un plantel plagado de promesas, jugadores jóvenes con potencial que comienzan a dar sus primeros pasos en sus carreras como basquetbolistas.
En cuanto a resultados deportivos, el Cuervo no tuvo la mejor producción en el Prefederal, consiguiendo sólo tres victorias y nueve derrotas, pero para saber si el objetivo de fondo fue cumplido, el departamento de prensa de FeBAMBA charló con el entrenador del equipo, Emmanuele Quintans y en la siguiente nota nos cuenta su visión del rendimiento de San Lorenzo en el máximo torneo capitalino.
-¿Cuál es el balance que haces de la participación de San Lorenzo en el Prefederal?
– De acuerdo a nuestro objetivos antes de anotarnos y lo que nos habíamos propuesto, el balance que hago es positivo. A nivel resultado hemos perdido más de lo que ganamos, pero lo que más rescatamos es que sumamos, con un equipo muy joven, muchos partidos contra rivales de mayor jerarquía, con jugadores de experiencia y en algunos equipos que vienen jugando juntos hace tiempo. Pudimos proyectar y hacer jugar a los chicos en las posiciones que pensamos pueden llegar a ocupar en el alto nivel de competencia.
– ¿En cuanto al juego estuvieron muy lejos de los demás equipos?
– Nosotros intentamos competir de igual a igual, hubo partidos que lo pudimos hacer y en otros no, a pesar de eso hemos tomado cada partido como un aprendizaje y una acumulación de experiencia para los chicos. Por eso, englobando todo esto consideró muy importante la experiencia que dejó el Prefederal.
– ¿La falta de experiencia tuvo alguna incidencia a la hora de la competencia?
– La experiencia es un factor importante, nuestro promedio de edad fue de 18 años y si bien no hemos perdido los partidos por falta de experiencia, nos dimos el lujo de poner a un chico de 2 metros a jugar de alero, para que tome tiros de tres puntos y a defienda jugadores más bajos, más atléticos, que ya tienen una serie de recursos y herramientas para resolver distintas cuestiones, que todavía nosotros no tenemos o estamos aprendiendo.
– ¿Tuviste que trabajar mucho en la parte psicológica de los chicos, el cambio de posición en la cancha y también la frustración que se da cuando no salen las cosas y además los resultados deportivos no fueron los mejores?
– Si se trabajó, a nadie le gusta perder y menos a los chicos, cuando ganas todo se hace más fácil. En nuestro caso tratamos siempre de explicarles cuál era la idea y el objetivo para que lo tengan claro y obviamente advertirles que no iba a ser un camino fácil y sencillo. En ese aspecto, los jugadores han mostrado un gran crecimiento, ellos mismos lo notan, se sienten mejor y eso ayuda a seguir trabajando.
-¿Cómo vivís desde adentro esta explosión del básquet de San Lorenzo?
– El básquet de San Lorenzo ya tenía una historia y este año se sumó un capítulo más creo, estamos todos muy contentos con la vuelta a Boedo y la repercusión que tuvo el básquet. En mi caso me siento un privilegiado de poder estar trabajando y viviendo todo esto desde adentro, pero también me da más responsabilidad y compromiso de brindarme cada día el máximo, como lo hice en todos los clubes que trabajé. Junto con el equipo de trabajo que tenemos acá en San Lorenzo, sabemos que nos faltan un montón de cosas para mejorar y estoy seguro que con el correr del tiempo las iremos corrigiendo y mejorando.
Ojalá que todo este impulso de la Liga sirva para seguir creciendo también en las inferiores y terminar a largo plazo siendo una de las canteras más importantes del país.
FOTOGRAFÍA: Amilcar Orfali para Prensa Ciudad de Buenos Aires