Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
El Flex presenta historias de todo tipo dentro de cada equipo, desde grupos de amigos que se juntan a jugar, ex jugadores retirados y también juveniles de inferiores en busca de rodaje, todos estos ejemplos están unidos por una sola la razón, la pasión por la pelota naranja.
Defensores de Banfield también tiene su vivencia particular en el Flex, esta temporada se quedó sin técnico ni bien comenzó la competencia por problemas personales y al rescate, Nicolás López, uno de los jugadores más activo desde la organización del equipo debió tomar el mando y llevar adelante la difícil tarea de la doble función, ser técnico y jugador.
“Al ser uno de los que está desde el principio con el equipo, me propuse para dirigirlos y al estar todos de acuerdo, tomé la dirección técnica. Fue una decisión difícil, quería jugar y no ser técnico-jugador, pero siempre traté de adaptarme a lo que el equipo necesitaba. Al principio se me complicaba porque estaba más pendiente viendo en qué momento podía entrar a jugar un rato, en vez de percibir lo que el equipo necesitaba”, así detalló Nicolás sobre sus primeros pasos como entrenador del equipo.
– ¿Te resulta muy difícil ser técnico y jugador a la vez?
– La verdad que sí, ser técnico es una responsabilidad muy grande, me adapté a lo que el equipo requería, dejando de un poco de lado mis ganas de jugar, para aventurarme a esta nueva odisea. Tengo suerte que cuento con un grupo que es de diez, me brindan todo su apoyo y eso hace que estar más tranquilo. Cuando entendí que mi rol pasaba por ser más entrenador que jugador, el equipo empezó a funcionar mejor, con sus altibajos, pero siempre para adelante tirando todos para el mismo lado.
– ¿Ahora, no entras ni un minuto a la cancha?
– Sí, después de seis meses volví a entrar a la cancha como jugador y uno de los chicos me da una mano con el tema de los cambios, ya que al estar afuera tiene otro mirada y ve cosas que a mí se escapan. Por ahora viene dando resultados, veremos cómo terminamos el campeonato.
– ¿Tienen que lidiar mucho para llevar adelante al equipo desde la organización?
– La verdad que hay que lidiar con bastantes cosas, más que nada en el tema espacio y horario, el club tiene demasiada actividades y ya queda chico todo lo que hay. Por este motivo hacemos entrenamientos dividido, tenemos una hora en un lugar y después pasamos a la cancha principal donde hacemos la parte táctica directamente, pero lo que nos impulsa son las ganas que tenemos todos por jugar al básquet. Ahora ya estamos más aceitados en cuanto a la organización, en esta cuestión nos dio una mano grande, Leonardo Coira, el dirigente que se encarga del básquet en defensores y fue quien nos aportó toda su experiencia en lo referido a esta área.
-¿Reciben apoyo del club para llevar adelante el equipo, con lo que respecta a los gastos de jueces o planilleros?
– El club nos da una mano en lo que necesitamos, por suerte hace dos años que nos dan horarios fijos, cosa que no pasaba al principio, hemos estado sin entrenar una semana por no tener espacio, y la disponibilidad de la cancha para la fecha de los partidos. Después los gastos se solventan de la recaudación de la cuota que abonamos por la actividad, un porcentaje queda para el club y el otro para la nosotros, De ahí podemos pagar lo que es planillero y jueces.
– ¿Cómo estás viendo el nivel de juego en la zona sur?
– El nivel del torneo en zona sur es muy bueno, cualquiera de los equipos que está ahí tiene las condiciones para jugar en el torneo oficial de FeBAMBA. No nos tocó enfrentarnos con equipos de otras zonas, pero por lo que estuve viendo hay muchos clubes de alto nivel, cosa que esta bueno porque se hace más intenso, e incluso siempre, en mi opinión, es mejor nivelar para arriba le da otro sabor a lo que es el juego.
– ¿Se han puesto algún objetivo o participar de un torneo informal como el Flex, lo primordial pasa por pasar un buen momento jugando al básquet?
– El objetivo siempre es ganar, por más que sea un torneo informal, a ninguno de nosotros nos gusta perder. Esto lo hablamos entre todos, íbamos a los partidos y todos jugábamos un poquito, a veces terminábamos perdiendo por muchísima diferencia y nos íbamos enojados, sin disfrutar del hecho de jugar. A raíz de esto, como cualquier primera, decidimos que iban a jugar los que estén en condiciones de jugar y la persona que toma las decisiones de los cambios es el técnico. Esto le sumó un plus a los entrenamientos, a ganarse el puesto y darle más competitividad. Esta es un poco la línea de trabajo que tenemos, nadie es más que otro, somos un equipo y como tal tenemos que seguir hasta el final juntos.