Se realizaron las Reuniones Regionales de FeBAMBA
Con el objetivo de seguir fomentando el desarrollo del básquet en cada...
«Hay recuerdos que no voy a olvidar…», así lo definió Fito Páez en una de sus canciones más cantadas en los últimos años. Y sin dudas el Encuentro Nacional de Mini básquet y la época como tal cuenta con muchos momentos inolvidables para cada uno que lo vivió, como es el caso del pivote Julián Aprea.
«Mi primer Encuentro, con 8 ó 9 años, fue con El Tala de San Francisco, Córdoba, y alojé a un chico llamado Emiliano pero después viajamos nosotros hacia allá. Sin dudas, ahí comenzás a darte cuenta que el deporte cumple un rol social que traspasa las fronteras de cualquier institución», rememoró el ex Racing Club de Avellaneda.
El interno cuenta con pasos por Argentino de Junín, Regatas Corrientes, Atenas de Córdoba, Boca Juniors y Lanús, entre otros, en la Liga Nacional de Básquetbol (LNB) y consiguió lo que todo niño sueña desde que arranca a picar la pelota.
«La etapa de Mini, donde me tocó hacer dos años, es una de las más lindas porque elegís el deporte para el resto de tu vida. En mi caso, compartía a la vez el del fútbol y el ambiente del básquetbol no se compara: te permite y te incentiva para estudiar ya cuando sos un juvenil», afirmó.
La Torre de FeBAMBA actualmente es agente libre, luego de su gran participación en la Academia de Avellaneda y tiene diferentes ofertas del Torneo Nacional de Ascenso (TNA) y varias competencias sudamericanas.
A su vez, Aprea le recomendó a «todos los chicos» que hagan el Encuentro porque es «inolvidable». «Me dejó amigos, que en todos los casos no continuaron jugando», confesó.
El pivote lideró el ‘Plan Altura’ que se desarrolló en Corrientes hace cinco años con niños y sostuvo que allí les aconsejó: «Les pedí que siempre lo encaren con una sonrisa y con gusto porque todo tiene sus frutos».
FOTOGRAFÍA: Prensa Racing Club.